FASCÍCULOS

Taxis del mundo, abanicos de colección, dedales, haga cuadros de mosaicos, coches clásicos, fotografía digital (aprenda), sonido digital (aprenda), relojes de colección, Mariquita Pérez (muñecas legendarias), conchas y caracolas del mundo, Citröen Xara a escala (coche), Heidi (DVD), Coche armable (no amable) de control remoto, Tarot, Barquito de control remoto armable, aprende robótica armando un robot (a lo mejor sería más divertido aprender desarmándolo, digo yo), nuestros queridos coches (podrían haber hecho otro de los odiados. Habría sido más interesante), PC Útil (incluye antivirus de McAfee –Uyyy! Una ganga!-), estilográficas de colección (plumas), cerebros del mundo (Bush, Aznar, Blair. –Puntacho de un programa de muñecos de látex, siguiendo la moda fascicular-), Biblioteca Isabel Allende, mundo de la astrología, “monta” tu tren eléctrico -¿Y no se rompe, oiga?-, construye el Bismarck (barco a control remoto), espadas de leyenda (empezando por Excálibur), Stephen King (DVD), curso de dibujo, aprenda alemán, minerales…

Son los que logré coleccionar. Me salió barato. Sólo tuve que anotarlos en un papel cuando los veía anunciados en la tele. El bombardeo empezó a mediados de agosto y se va diluyendo poco a poco, según se va extinguiendo el año en curso (¿qué está estudiando esta vez?). Todavía no me acostumbro a esto de las estaciones y las temporadas y tiempos para todo. En México, como siempre es básicamente igual, salvo unos chaparrones a mitad del año y un poco de fresquito el último mes del año y el primero del que sigue (sin incluir al norte del país, que funciona más drásticamente), los mexicanos podemos hacer lo que nos viene en gana cuando nos viene en gana, salvo temas de dinero, claro está.

Pero aquí en España no. Aquí las actividades las determina el clima y la estación. Durante el verano sale el sol y la gente se dedica a vacacionar. Pero TODA LA GENTE! Durante todo el mes de agosto, Vitoria se queda vacía, desierta. Sólo abren ALGUNOS bares. No todos. ALGUNITOS, sólo. Bueno, y los cines. Y el Corte Inglés, aunque con horario reducido. Pero no hay ni moscas. La gente va y se retaca en las playas de moda. Y luego regresan en septiembre, bronceaditos y mega deprimidos porque hay que regresar “al tajo”. Otros se van “al pueblo”. Y también regresan deprimidos, aunque no tan bronceaditos. Yo, como soy original, estuve unos días en el hospital

Eso nos obligó a disfrutar de las fiestas de la ciudad, que también son en agosto. Eso trae algunos turistas y al Celedón: De este personaje les platico en próxima entrega.

NOVEDADES
No me gusta hacer “propósitos de año nuevo”. En primer lugar, porque me deprime verme obligada a hacer propósitos a capricho del calendario. Me los hago cuando me nace y los cumplo a partir de ese momento. Y así se diluyen y no son todos de madrazo y es más fácil. Así que, por lo pronto, mi nuevo propósito es retomar mi coluCna y publicarla los sábados, que es cuando hago mi colaboración para la radio catalana de Sant Sadurní. Así, si a alguien se le ocurre contratarme con El Bar de la Esquina ya tendré la costumbre hecha.

Otra novedad es que mi coluCna ya tiene dirección electrónica propia: elbardesuza@gmail.com. Próximamente podría llegar a tener un güé (sin vo), pero con calma y nos amanecemos.

MOVIDAS DEL MUNDO MUNDIAL
Me uno al grito insistente de Germán Dehesa e insisto en que un autoexilio femenino de Ciudad Juárez es una manera pacífica y efectiva de luchar por una solución a un problema social tan exótico. No es una solución fácil, lo sé. Y también acepto que "es muy fácil opinar", sobre todo cuando yo misma me he autoexiliado, cediendo a mi incapacidad para relacionarme con mis compatriotas. Así que, para no quedarme en el egoísmo puro y duro de haber elegido felicidad por encima de compromiso social hacia mi patria, trataré de continuar esa lucha desde la literatura, que es lo que mejor sé hacer, y luego desde el dibujo y la pintura, que es lo que estoy estudiando ahora.

También me ubico en la extraña butaca de "los críticos". Cuando en mis años mozos iba al cine y osaba quemarme alguna que otra crítica celulóidica, formaba parte de ese multitudinario público que siempre está en desacuerdo con lo que las "mentes pensantes" (¿y las mentes no pensantes qué pasan a ser? ¿Adornos grises y blandos, dignos de ser relleno exquisito de tacos? Eso de las mentes pensantes me parece algo así como hablar de "piernas caminantes", o "ruedas rodantes") opinan de las pelis. Ahora, no sé si por vejez o por exceso de pensamiento, estoy sentada en la mesma butaca que los opinólogos: La televisión local (ora, la española) es, en general, una gran basura (ustedes la sufrirán también con sus respectivas versiones mexicanas de "Gran Hermano" y "O.T." -Operación Triunfo. A los españolitos les da por abreviarlo todo, como los gringos-, además de las respectivas dosis de "televisión rosa" -ora los chismes de la farándula y la aristocracia-). Al Dalai Lama nadie lo pela, ni siquiera por la excentricidad de su atuendo, y pasa desapercibido entre escándalos políticos de la élite madrileña. Y Goberneitor acapara indignación entre los opinólogos, que se quedan atados de manos ante lo bizarro que se ha vuelto el mundo a manos de la hegemonía mediática gringa.

Sólo hay una cosa en mí que no ha cambiado: Mi teoría del péndulo en la humanidá, edá? Ahora estamos llegando al otro extremo del paseo, el extremo de los excesos, los vicios, la gula, las perversiones y todo ese rollo. En teoría, no tardarán mucho en volver a entrar en acción los nuevos grandes opresores de todo este desmadre y poner orden por la fuerza. Y así sucesivamente... Sólo espero que no me toque verlo. Apenas empiezo a disfrutar de mi propia libertad de ser un bicho raro.

Saludos vitorianos otoñosos y nos leemos el próximo sábado con la reseña del Celedón (es que me tengo que quemar el libro que conseguí).

Suza.
Sáb. 11/oct/2003 14:13