viernes, 17 de octubre de 2014

LA DEMOCRACIA NO ESTÁ FUNCIONANDO

Al menos no en México, ni tampoco en España. No soy ninguna experta, pero son los dos países que conozco "de cerca". Se gastan cantidades ingentes de dinero en mantener X cantidad de partidos políticos, campañas, pre-campañas, legislación, modificación de la misma, de acuerdo a las necesidades del  gobernante de turno, etc. Y todo eso para terminar con las ciudades llenas de basura plástica con la geta de una panda de ídems colgada de todas las farolas, bardas lastimosamente decoradas con los colores de los partidos y lemas que ni son creativos o ingeniosos y que, peor aún, jamás llegarán a cumplirse. Ni siquiera se tiene la intención de cumplirlo en primer lugar...

Y todo, ¿para qué? Para que los ciudadanos ilusos, resignados y calladamente indignados, voten por alguien que no les convence, que es "el menos peor" y que en muy raras ocasiones será un verdadero representante de la voluntad que lo llevó a la silla. Esa persona en la que el pueblo deposita sus esperanzas, se pasa todo su periodo de gobierno "trabajando" para "ganarse" lo que será su siguiente paso en la escalera hacia el poder, el éxito y el dinero mal avenido. Sobre todo esto último. Ser presidente de un país o alto cargo del gobierno, se convierte en una vorágine por acaparar la mayor cantidad de dinero público en las cuentas personales de los gobernantes, en donde el que tiene más saliva come más pinole.

¿El origen de todo este desmadre? Yo diría que LA IMPUNIDAD. Se empieza robando un poquito. Se descubre, pero hay otras cosas sucediendo en el país que distraen la atención de ese "pequeño desliz" y finalmente NO PASA NADA. Y es como los niños. La cosa va subiendo de tono y poco a poco se va subiendo el nivel de villanía hasta que se llega al momento actual que vive México de descaro, asesinatos, dispendios, etc. Cuna de Lobos se queda a nivel de La Biblia si se compara con la realidad actual de la vida política de México.

Pero sólo llegar a la conclusión de que la democracia no es funcional para el ser humano no es útil. Además de proponer la desaparición del sistema actual, hay que sugerir al menos UNA alternativa a lo que ya hay, para no dejar un vacío. Esta es mi propuesta:

OPOSICIONES AL GOBIERNO

Todo ese dinero que se invierte en el actual sistema político, invertirlo en un sistema a base de exámenes y puntos extra por idiomas dominados, cursos aprobados, posgrados, etc., partiendo de la base de unos requisitos mínimos para poder tener el privilegio de ser examinado. Nos olvidamos de partidos políticos, ideologías, izquierda, derecha, centro, religión... ¿Por qué no contratar al mejor administrador que tengamos a mano? Que gane, literalmente, EL MEJOR. Y se va tirando de la lista de arriba hacia abajo para formar el gabinete y todo el resto del gobierno. Y se tira de esa misma lista para los casos en los que haya que sustituir a los cargos en el poder por cualquier circunstancia. Y se realiza un nuevo examen cada cierto tiempo. Y en ese nuevo examen, los gobernantes actuales tendrán la oportunidad de examinarse de nuevo, con la diferencia de que el pueblo podrá ponerles una calificación por su ejercicio del poder anterior, de manera que también cuente para la valoración total para decidir si se le da la oportunidad de seguir en el poder o si se coloca en la silla al "siguiente mejor".

Porque, digo yo, ya que no estamos "debidamente representados", al menos mejor pasar a estar "debidamente administrados", no? Parece que todos hemos olvidado que los gobernantes son nuestros empleados. Están ahí para administrar los recursos del país para beneficio de sus ciudadanos. Y ya sabemos para qué se creen ellos que están ahí. Contratemos al ciudadano más capaz que tengamos y acabemos de una vez con la mal llamada "clase política", que ha tenido ya varios siglos de oportunidad y ha demostrado no servir para una mierda. Y, si dicho ciudadano resultara ser pernicioso para el país, pasemos al siguiente de la lista y así, hasta que llegue el momento de convocar a nuevas oposiciones. Si conseguimos que dicho sistema sea limpio, transparente y sin chapuzas, estoy convencida de que las sociedades en general, poco a poco, funcionarán mucho mejor y el bienestar podría irse implantando en la sociedad, sin otros intereses que afecten al funcionamiento administrativo de los países.

Evidentemente, esto es sólo "el principio de la idea". Soy consciente de que, para cambiar el sistema actual y hacer lo que aquí propongo, hace falta mucho trabajo y mucho esfuerzo y mucho remar contra corriente. Pero, ¿no es así como empiezan las cosas en general, con una idea?

Pues aquí está la mía...

martes, 30 de septiembre de 2014

DESAYUNEMOS TODOS

Siempre he sido la primera en renegar del desayuno. No me entra la comida antes de las 9 de la mañana. Si voy a salir por carretera, suelo prepararme un sándwich y un café para comer por el camino. Si salgo de casa de madrugada, directamente me atengo a lo que pueda encontrar durante mis actividades posteriores a las 9. ¿Por qué esa imposibilidad mía de meter comida en mi boca antes de las 9, da igual la hora en la que me levante? No lo sé, pero sólo de pensarlo me entran las náuseas.

Todo esto viene a cuento porque llevo una semana a dieta. Estoy siguiendo un "programa saciante" de una conocida empresa que funciona, principalmente Online, aunque también tiene reuniones en algunas ciudades. El caso es que, desde que empecé la dieta, me las he estado arreglando para desayunar. He conseguido perder peso, sí, pero también he conseguido resistir a todas las tentaciones gastronómicas que se me han puesto por delante.

No avalo ni repruebo los estudios que dicen que no es recomendable saltarse el desayuno y, en general, aunque soy muy de ayunar, intento mantener una alimentación más o menos equilibrada a lo largo de la semana, sobre todo en la comida del mediodía que, para mí, es la más importante. Pero esta semana he descubierto la utilidad primaria del desayuno en una dieta hipocalórica: la saciedad.

Eso sí, considero que, si después de haber desayunado tienes hambre, el efecto puede ser contraproducente. Al menos a mí, me es más fácil no comer en ayunas, que abstenerme si ya le metí algo al estómago.

En fin. Esto es sólo una recomendación y una invitación a acompañarnos si es que alguno de mis lectores está haciendo dieta también.

Y ustedes, ¿qué suelen desayunar?

Aquí les dejo un "zumito" de naranja, para ir entrando en calor. Que al fin y al cabo, esto es un bar. =)

sábado, 20 de septiembre de 2014

VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS

Hace tiempo que tengo intenciones de retomar este antro de perdición, pero no soy lo que se dice estrictamente disciplinada y mi voluntad tiene vida propia. Hoy, con el pretexto de alimentar otro compromiso "editorial", decidí que era buen momento para darle un nuevo soplo de vida a este rincón del universo virtual y aprovechar otras herramientas a mi alcance, como Facebook.

En realidad, esta página comenzó como un compendio de las cosas que me sorprenden o que generan grandes diálogos ociosos en lo más recóndito de mi retorcido cerebro dirigido, principalmente, a familiares y amigos cercanos a quienes tengo lejos desde hace casi 13 años, por cambiar mi lugar de residencia. Pero en el fondo, también se trató de un intento por mostrar a mis compatriotas mexicanos (ahora también tengo compatriotas españoles) que las cosas se pueden hacer mejor, que es posible luchar por obtener lo que queremos (un mejor país en mi caso, cuando lo abandoné) y que hay lugares en este planeta con gente que se ha sabido organizar mejor. En esto último evidentemente no he tenido mucho efecto. Pero al menos parece que he entretenido al personal que me ha seguido leyendo y pretendo seguir haciéndolo, amén de generar algún que otro diálogo que nos lleve a la conclusión de que todo esto sirve para pasar el rato y para intentar ser mejores personas cada día.

Y con esta intención, quiero denunciar un fenómeno horrible y humano que se ha generado en uno de los más bellos paraísos mexicanos: la rapiña después de la tragedia. En un momento ya de por sí difícil, la gente, en lugar de organizarse para salir adelante, se organizan para hundir más al prójimo. No alcanzan a ver que el bienestar general es mucho más provechoso que el bienestar individual. O, si alcanzan a verlo, les importa una mierda. ¿En dónde quedaron los mexicanos que arrimaron el hombro con el terremoto del 85? ¿En dónde están todos aquellos que se quejan de lo que roba el gobierno y de lo poco que ayuda a los ciudadanos? ¿Son esos 4 ciudadanos cabeños que han conseguido organizarse en autodefensas para cuidar, en condiciones muy precarias dentro de un territorio sin ley ni orden ni Estado ni Dios, las pocas pertenencias que les quedaron después de uno de los huracanes más devastadores de esta era en esa región?

¿Tengo intereses propios en el lugar? Pues claro! Mi hermano vive ahí y se dedica, si no todos los días, todas las semanas, a intentar hacer de éste un mundo mejor. Ya sé que todas las personas hablan maravillas de sus parientes y para ell@s siempre son lo máximo, los quieren mucho, etc. Sí, todo eso. Pero es que mi hermano, además, es una persona que tiene la gran habilidad de preocuparse sólo por lo que vale la pena y de restar importancia a las agresiones de las personas que no le importan o que simplemente están en una situación más desfavorecida que la suya, por la razón que sea. Es un señor que se dedica a salvar tortugas a cualquier hora del día o de la noche SIEMPRE QUE LE LLAMAN. Es un hombre que, como amigo, puede convertirse en tu mayor tesoro, en tu mejor ejemplo y en tu más grande fuente de aprendizaje, conocimiento y estado zen (aunque él no sea nada místico en sí mismo).

Ahí están, desveladas mis segundas intenciones. Menciono a ese lugar preferido por mí, Los Cabos, porque ahí está una de mis personas favoritas (los que me conocen saben que son muy pocas) y porque, en mi opinión, era uno de los últimos lugares que quedaban en el país con algo de esperanza. Odile sólo vino a confirmar el diagnóstico: Los Cabos también están infectados del valemadrismo y la cabronez del mexicano mayoritario. Cuando un fenómeno meteorológico de esa magnitud no sólo no saca lo mejor de nosotros mismos, sino que saca lo peor, ¿qué nos queda como nación?

Desde aquí, toda mi buena vibra a todos los cabeños que se quedaron a defender su hogar, y mis mayores deseos de prosperidad a todos ellos y a quienes, por la circunstancia que sea, se vieron obligados a huír de tan mágico y trágico lugar.