jueves, 26 de noviembre de 2009

ADIÓS, QUERIDO PEPE

Pepe Galindo Empezamos con mal pie en el Ayuntamiento de Zapopan, durante mi primer día de trabajo ahí. Me preguntaste, con mala sangre también, que si había oído el noticiero matutino de Radio Universidad y qué opinaba de su conductor.

Te contesté impulsiva y espontáneamente que sí, y que el susodicho me caía gordo. Me preguntaste por qué. Te contesté que no era nada personal, pero que le pitaba la nariz al micrófono y era muy molesto. Y resultó que eras tú…

Y a pesar de eso te convertiste en mi mentor, apoyo y guía en los momentos difíciles en ese breve periodo de mi vida. Te reencontré un par de años después en Radio Universidad. Me correteabas por los pasillos, te burlabas de mí ocasionalmente con tonterías, me llamabas cariñosamente Brujilda y, con lo pequeñito que eras, hay que ver lo fortachón que fuiste para cargarme en brazos y pasearme por toda la estación, cual novios entrando por la puerta a su casa de recién casados…

Otras veces me jalabas con la silla de ruedas y me dejabas abandonada en algún pasillo. Me parece que te aburrías un poco…

Me confiaste momentos difíciles de tu vida, algunas penas y otras cosas. Me compartiste un cachito de tu cajón para guardar mi taza del café, que al final me robaron de todos modos. Aquella de Homer Simpson dormido en la oficina con todo el panel de control explotando… Muy ad hoc para la oficina. Espero que, quien me la robó, la haya disfrutado.

Te regalé un celular sin pila al que le pudiste conseguir una que era de otro color. Que sepas que ese celular una vez se me cayó a la taza del excusado de la Radio. Lo rescaté justo antes de que volviera a subir el agua y sólo se mojó unas gotitas.

Te pasaste un buen rato hablando de pederastas en una nota alargada “inexplicablemente” durante mi primera e improvisada conducción de noticiero, un mediodía en que la redacción estaba desierta de gente y de noticias, y que la única que se aventó a sacar el buey de la barranca fui yo, antes de que el pasillo se llenara de “voluntarios” tardíos que luego se convirtieron en fiscales de mi estreno milagroso como conductora de noticias.

Fuiste el más comprensivo cuando yo llegaba de mala leche a las 6:15 de la mañana durante la semana en que fui obligada a colaborar con tu noticiero, “para que aprendiera” (no recuerdo haber aprendido nada nuevo, excepto que a esa hora se circulaba de puta madre por la ciudad y conseguías el mejor estacionamiento, pero bueh!).

Casi no salías de juerga porque tenías que madrugar un montón y a las 7 de la tarde ya estabas en la cama.

Estoy verdaderamente conmocionada por tu partida abrupta, temprana y horrible. Eras particularmente propenso a tomar malas decisiones, pero siempre fuiste buen compañero, persona cálida y humana.

Perdí el contacto contigo cuando me quedé a vivir en España y, a pesar de todos los años que han pasado, tu muerte me duele un montón. El mundo ha perdido una gran persona y México a un gran aliado. José Emilio Galindo Robles. Descansa en paz, amigo mío.

jueves, 12 de noviembre de 2009

EL RACISMO ME HIZO PERDER LOS ESTRIBOS

Por segunda vez desde que vivo en Vitoria, hace unas semanas dejaron en casa “un cuestionario” (una vil encuesta, vamos) sobre datos médicos, para que lo contestáramos y luego venían a recogerlo. Y por segunda vez, el cuestionario fue a parar al contenedor de papeles. Ni a mi marido ni a mí nos da la gana de regalar nuestros datos médicos a una empresa privada “X”.

Hoy me tocó a la puerta una “jóvena”: “Vengo por el cuestionario”. “Lo tiré”, le contesté. Con cara de pocos amigos, me contesta: “Pero si no eres la dueña del piso. Este piso es de alquiler!”. “No tengo por qué date explicaciones”, le dije, “pero primero infórmate y luego reclamas. Este piso no es de alquiler”. Y entonces me suelta: “Eres extranjera y este piso no es tuyo. No tienes por qué tirar el cuestionario, porque este piso es de otro señor”. Y ya furiosa, caí: “Sí, es de mi marido”. Y de ahí una discusión que siguió en la escalera, porque ella emprendió la graciosa huída aunque seguía con su retahíla de cosas racistas, mientras yo le decía (o más bien le gritaba) que la iba a denunciar para que perdiera el trabajo, palabrotas incluidas y que era una racista de m...

Hace mucho que no me enojaba tanto. Me quedé temblando… Y nunca había perdido los estribos al extremo de proferir palabrotas. Parece que todos tenemos un punto débil para perder los estribos y, por lo visto, el racismo y la discriminación gratuitos son el mío.

Ojalá que si me vuelven a traer el cuestionario de las pelotas me acuerde yo de todo esto, para decirle en su cara a quién lo traiga que no lo acepto porque en esa empresa, además de no conocerla yo de nada, contratan a gente grosera y racista.

Hoy no hay besitos. >_<

sábado, 7 de noviembre de 2009

PÁSEMO

Así le decía yo a Plaza Sésamo (Barrio Sésamo en España) de niña. Tenía yo 3 años y recuerdo aquella época en casa de mi abuemundo_de_juguete_3la; comía y me subía a ver “mi hora de televisión”. Veía primero “Pásemo” y luego Mundo de Juguete, telenovela histórica de carácter infantil protagonizada por una actriz “one hit wonder”, Graciela Mauri (sólo hizo esa telenovela de niña y luego ya de grande volvió al mundo del espectáculo sin demasiado éxito. O al menos no tanto como el que tuvo cuando era niña, con aquellos bucles).

Y con aquella edad tan corta, él único recuerdo que guardé de Plaza Sésamo fue “la naranja que canta”:

Una gran producción de un programa que te enseñaba a contar, a distinguir los colores y a conservar a los amigos. Google ha conmemorado el aniversario de este programa milenario poniendo diversos personajes en su página de inicio. Ayer me tocó ver al Monstruo Comegalletas. Hoy están Beto y Enrique (Epi y Blas en España. Con perdón, me gusta más Beto y Enrique. Son como más formales. =P )

Así que aprovecho el aniversario de esta gran aportación al mundo para compartir con el estimado a esta naranja tan simpática y tan memorable.

Un besito a los que tuvieron infancia. Dos a los que no. Tres a quienes, como a mí, me corrían del área de televisión porque iban a ver las telenovelas. =)

domingo, 27 de septiembre de 2009

LONDRES EN UNA PROBADITA

Gran Benito Después de tanto paseo y tanta comida, el martes amanecí agotada. Desayuné temprano, acompañando a Juanjo y aprovechando su madrugamiento para aprovechar mejor el día yo misma. Terminé de arreglarme y escribí la crónica anterior, antes de dirigirme al cibercafé de “la mujer amable” para subir mi crónica.

No estaba ella, sino un güey de apariencia hindú que también me atendió bien y conseguí hacer un uso mínimo del servicio (media hora), más que suficiente para hacer un repaso rápido al correo y subir mi crónica. Una de las grandes ventajas de viajar con mi propia Lap-top: en ella puedo descargar las fotos que yo quiera de la “cámara chica”, porque tiene un adaptador para esas tarjetas, y también puedo escribir aquí mis cosas antes de ir al cibercafé, con lo que me ahorro costoso tiempo de uso de las instalaciones y, por ende, dinero. Además de lo cómodo de trabajar en tu propia computadora. =)

La Maja Desnuda Bueno, presunción aparte, como todo eso se hace sentada, me sirvió de descanso antes de continuar con mis actividades turísticas. Ese día tocaba ir a Buckingham, porque en la guía que compré dice que vale la pena nomás por ver las polaroids pegadas en el refrigerador familiar. Puta mentira. O será que eso era otros años. Por lo menos éste, lo único que te enseñan son los “salones oficiales”, que son más o menos como los de cualquier otro palacio (y ya he visto unos cuántos en Europa: Schönbrunn, Palacio Real –Madrid-, Aranjuez, etc.): con un montón de sillas y asientos QUE NO PUEDES USAR, mucho doradito, tapices, cuadros de antepasados más bien feos (por no decir directamente repulsivos en algunos casos. O los que hacían los cuentos clásicos tenían otros parámetros de belleza, o eran contratados por la realeza a manera de publicistas, o es que la belleza de los príncipes y reyes en los cuentos también formaba parte de la fantasía, porque yo, en todos los retratos que he visto, la gente que ahí sale es bastante feíta…), estatuas, etc. Lo que sí me llamó la atención de Buckingham, respecto de otros palacios, fueron tres cosas: Está lleno de relojes (a lo mejor mi madre tiene antepasados entre la realeza inglesa y no lo sabemos), tiene unas estatuas de bronce que me recuerdan a aquellas que tantos y tan fuertes pleitos han propiciado entre mis parientes de origen materno, pero limpias y puliditas, y me reveló que la famosa porcelana de Sèvres que tanto alaba Barbra Cartland en sus novelas es horrible. O será que a mí, desde mi gran incultura en esos temas, si me pones una o varias piezas de esas en un bazar de chinos ni me entero… =/Downing St

Por lo demás, con este palacio me pasó un poco lo mismo que nos pasó en el Guggenheim de Bilbao la primera vez que fuimos: está mejor lo de afuera. Los jardines del palacio la verdad es que son muy bonitos. Lo malo es que tampoco se pueden visitar “abiertamente”. Puedes verlos “de lejitos” desde un caminito que va desde detrás del Palacio hasta la salida del tour que hice, pasando primero por la tienda de souvenirs, en donde compré unas galletas “reales” para Juanjo, que le gustan esas cosas, y la verdad es que están muy buenas. =)

El paseo, junto con la fila que hay que hacer de más de una hora para comprar el boleto para entrar, me dejó los pies hechos puré y, como estaba sola, no pude resistir la tentación de volver al hotel y descansar un poco. Ahí esperé a que Juanjo volviera y, cuando lo hizo, nos fuimos a conocer el Soho.

Osito Picadilly Está cerca de Picadilly y es famoso por su vida nocturna. Además, tiene una zona conocida por su vida homosexual, que tiene varios sex-shops aparentemente dirigidos al mercado masculino (o al menos yo no vi, así desde afuera, ningún producto para mujeres). La verdad es que, si no lo sabes, tampoco se nota tanto. Canta mucho más la zona de Chueca, en Madrid. El caso es que dimos un paseo por ahí y al final decidimos cenar en un restaurante de sushi que vimos al principio y que me llamó mucho la atención por su funcionamiento. Es un local de una cadena llamada Yo!Sushi. Entras y te sientas delante de una barra, detrás de la cual están los cocineros. Te ofrecen bebida y alguna sopa y por delante de ti, en una banda parecida a las de los equipajes en los aeropuertos, pasan infinidad de platitos de colores con diversos tipos de sushi, tempura, arroz, fideos y comida japonesa en general, y tú vas agarrando el que más te llama. Al final, te cobran según el color de los platitos que agarraste (cada color tiene un precio distinto). Es, para mi gusto, el mejor aprovechamiento del dicho “la comida entra por los ojos”. Y lo que tiene de bueno es que, a pesar de tanta oferta, no comes de más. En cuanto dejas de tener hambre paras y no te ves obligado a comer de más porque te lo han traído…

Después de eso, nos fuimos a tomar el postre a un Starbucks que había ahí cerca. Seremos nacos, lo sé, pero en Vitoria sigue sin haber, así que para nosotros sigue siendo turístico, pues. =P

El miércoles sólo nos quedaba la mañana para hacer turismo y lo invertimos en Camden. K nos lo había recomendado y se había ofrecido a llevarnos, así que nos vimos allá y la verdad es que lo disfrutamos mucho. Es una zona eminentemente comercial, llena de tiendas de ropa, zapatos, accesorios y chiringuitos de comida (la verdad es que en Londres es difícil pasar hambre), con un mercado que colinda con la esclusa local y que tiene unas vistas como muy típicas, además de armoniosas. Y como me vi muy mesurada durante mi periplo, ahí aproveché y di un poco de rienda suelta al consumista que llevo dentro. Me compré un bolsón, unos pantalones de esos que parecen falda, y una pulsera. =)

Y, para que no se dijera que no conocemos la lluvia londinense, alguna gotita de recuerdo nos cayó. =P

Ventanita subterránea Una última curiosidad de Londres: Abundan las viviendas-sótano. Cuando vas caminando por la banqueta, pegadas a la pared hay una serie de “alcantarillas” que son normales, hasta que las ves de noche. Llaman la atención, porque de ellas sale luz y, si te fijas con detenimiento, verás que debajo de dichas alcantarillas hay ventanas en donde la gente está cenando, platicando y haciendo su vida diaria. No pude tomar fotos de las alcantarillas, pero sí conseguí fotografiar una ventana medio subterránea que me llamó la atención y la cuelgo aquí para deleite de mis lectores. ^^

Volvimos a Vitoria sin incidentes y con ganas de más. Londres es de esas ciudades en las que dan ganas de quedarse.

Un beso.

martes, 22 de septiembre de 2009

GRAN HERMANO

Una estación del metro Londres es todo lo que ya conocen y más. Pero sobre todo es un gran set (o plató, pa’ los ibéricos) de Gran Hermano (o Big Brother, pa’ los americanos). He rebuscado esta mañana dentro de mis orificios y, de momento, no he encontrado ahí ninguna cámara, pero las hay por doquier: en cada esquina, en los restaurantes, en los pasillos del metro, sus andenes y sus vagones… No he entrado en ninguna iglesia (no suelo entrar nunca. Por no entrar, no he entrado ni a la que está frente a mi casa, en donde llevo viviendo 7 años), pero no me extrañaría que ahí también hubiera cámaras. Supuestamente son “por la seguridad de todos”, pero ni a Juanjo ni a mí nos queda clara su utilidad. Él dice que en un estudio llegaron a la conclusión de que las cámaras ayudan a resolver un crimen, por cada 80 mil de ellas instaladas… En realidad, lo que sería interesante, aunque imposible, saber, es si son realmente “disuasorias” de la mala acción, que es ahí en donde radicaría su verdadera utilidad.

Por lo demás, la ciudad parece segura. En algunos lugares tiene similitudes con Madrid (o al menos yo se las encuentro), pero me parece que Londres es bastante menos ruidosa que Madrid (excepto por las sirenas de los vehículos de emergencia, que son verdaderamente estruendosas y molestas). En algunos edificios todavía conserva ese aire obscuro y típico que vemos en las películas de época o en historias como Oliver Twist. La gente, en general, es amable y bastante más considerada que en España. Menos los chinos cochinos. Esos parece que son iguales en todos lados. Son unos mulas, renuentes a hablar y a dar cualquier cosa que no les reditúe en algún beneficio. Y que conste que no es racismo. Es que son verdaderamente desagradables. No he conocido NINGUNO que rompa esta impresión y he conocido unos cuantos.

La Crónica

En el Heathrow Express Para ir de Heathrow a Londres hay un tren: el Heathrow Express. Baratu, baratu: Nomás £16.50 un viaje senshito. El tren es bastante cómodo, eso sí, y tiene compartimentos para poner las maletas. También vimos, durante el camino, unas pantallas en algún túnel, diseñadas para verse desde dentro del tren mientras pasa, a una velocidad nada “tímida”. Un invento curioso…

El hotel está justo al salir de la estación y es muy grande. La información turística la proporciona (si se le puede llamar a eso “proporcionar”) un tal “consierge”, que es chino y hace honor a su raza, siendo absoluta y rotundamente escueto ante la solicitud de información por parte de mi adorable cónyuge, dándole solamente aquello que no requiere hablar: planos y folletos. Lo que es explicar de viva voz, se rehúsa terminantemente, mandándonos a freír puñetas.

Sabemos que hay que comprar unas tarjetas de transporte para pagar menos, pero no sabemos dónde conseguirlas y el Chino Cudeiro se niega a dar más información. De manera que salimos del hotel a buscar el dato. Entramos en una casa de cambio, atendida nada más y nada menos que por otro Chino Cudeiro que, sería pariente del del hotel, porque es igual de mula. Se limitó a decirnos “go underground”. No quiso decir más. Si no hay negocio, no gastan ni saliva.

Bajamos a la estación de metro que está frente al hotel, pero ahí sólo había máquinas. Salimos de nuevo y entramos en una tienda de souvenirs. Ésta era atendida por una mujer negra y fue más amable (en general, en Londres, todas las razas, menos los chinos, son amables, la verdad). Nos dijo que había que ir “a la grande” (o sea, a la que habíamos llegado desde el aeropuerto, que es una estación de trenes). Ahí conseguí ver un chiringuito de información (la estación es bastante grande) y por fin nos dijeron dónde comprar las tarjetas.

Después de algunos errores, y algunas vueltas no planeadas en metro, por fin conseguimos abordar la línea “Circular”. Es un poco como en las películas. Los vagones se sacuden un montón, hacen un estruendo espectacular y sus luces se apagan cada dos por tres. Pero conseguimos llegar a tiempo a nuestra primera parada: el punto de reunión para hacer un “london walk” sobre “Llack de rippa” o Jacobo el destripador, pues. El guía que nos tocó era bastante ameno. Al final no me quedó claro si es el güey que escribió el libro o no, pero la plática fue muy amena y nos enseñó lugares, callejones y edificios que, de normal, no habríamos visto. Y como el paseo es más bien nocturno, pos uno entra en materia bastante bien. Habló de un Londres lleno de niebla y de humo producido por chimeneas y otros diversos orígenes, que hacían imposible la vista a más de 20 ó 30 centímetros más allá de la nariz. Y también que hay muchas teorías acerca de quién fue Jacobo el destripador, pero en realidad nunca se descubrió su identidad y, por supuesto, nunca se le atrapó.

Al finalizar la charla nos ofreció unas bonitas camisetas a la venta, que rehusamos amablemente, y también nos informó sobre lugares para ir a cenar o beber algo en los alrededores. Decidimos ir a una calle llena de restaurantes de comida hindú y, después de varias miradas a menús y ventanas, por fin nos atraparon en uno. No nos enteramos de qué comimos, más allá de unos cachos de pollo con salsas de curry y arroz, pero la comida en general estaba buena.

Mi suegro ya me había advertido que en Londres toman la cerveza “caliente” y lo comprobamos ahí. No es que esté precisamente “caliente”, pero es que no está fría. O sea que sí, la toman caliente. =P

Eso se ha ido repitiendo a lo largo del paseo. Ayer me acompañó en mi periplo turístico una mujer que fue compañera mía en la primaria, y que es muy simpática y agradable. Después de una larga mañana de caminatas y fotos, por fin paramos en un pub muy agradable de Covent Garden (el mercado donde se supone que empieza la historia de Mayfair Lady) y ahí pasamos toda la tarde poniéndonos al día y tomando “Coronas” (sí, la cerveza de mayor venta en el mundo. Ya había notado yo que, al menos en toda Europa, la hay). También aquí en Londres, como en España, la ponen con una rebanadita de limón a medio meter por la boquilla de la botella.

En ese periplo paseamos por la calle Bond, que tiendas de lujo aparte K y yo(Tiffany’s, Prada, Gucci, etc.), además de agradable, es una calle muy normalita y no una gran avenida con mucho tráfico, como ocurre en Madrid, por ejemplo. Después estuvimos un rato afuera del “no famoso” club White’s (al final no me atreví a hacer el intento de entrar y que me denegaran la entrada) y tomamos unas cuantas fotos desde casi todos los ángulos (a mi amiga K. sólo le faltó subirse a la azotea del edificio de enfrente. =P ). Luego pasamos por Trafalgar Square, en donde una guapa señorita desnuda, menos por los calzones, nos amenizó el paseo. No sabemos si se estaba manifestando o era parte de alguna “expresión artística”, pero el caso es que la mujer estaba ahí, encuerada, parapetada arriba de una “estructura de uso desconocido” (la verdad es que, ver una mujer desnuda ahí, en medio de la multitud, le evita a uno preguntarse qué chingados es eso en lo que se ha subido y, por ende, no puse atención. Es posible que al “revelar” las fotos –están en la cámara “gorda” y no me traje el adaptador para la tarjeta de memoria- sepa por fin si aquello es un baño público, la entrada a un estacionamiento subterráneo o qué…) y tenía una gran multitud de “admiradores”, sobre todo del género masculino, a su alrededor. También había algunos “bobbies” que amablemente le pidieron que tuviera cuidado y no se fuera a caer. Al lado de “la maja desnuda” se estaba celebrando una partida de ajedrez con piezas enormes que, teniendo en cuenta la atracción de al lado, también contaba con un numeroso público (aunque notablemente menor al de “la maja”). Al fondo de la plaza podía advertirse “El Gran Benito”, mejor conocido como el “Big Ben” y allá fuimos a dar. Después de tomar unas fotos en la abadía de Westminster, cruzamos el Westminster Bridge y fotamos el relojito desde el otro lado del río.

También fuimos a ver el número 10 de Downing St. (donde vive el Primer Ministro), pero está cerrado a cal y canto. Maldito sea el terrorismo, que no deja comprobar si las imágenes que salen en Little Brittain son reales o son de una recreación! >_<

En la noche, después de la tarde de chelas, terminamos en un supuesto restaurante mexicano en los alrededores de Picadilly Circus, en donde nos pusieron unas chimichangas que no eran tales, sino unos rollitos de primavera gigantes, rellenos de carne o pollo, según, y unas enchiladas con arroz. Ofrecen micheladas que tampoco son tales, sino una mezcla de cerveza con sabores de frutas tropicales ¿?. Pero el guacamole estaba muy bueno. Casi tan bueno como el mío. Y el servicio también está muy bien. El restaurante es tipo Hard Rock Café. Si no hay una mesa disponible te dan un “busca” y te mandan a la cantina de control para que amenices tu espera con unos alipuses. Luego tu “busca” empieza a vibrar y se le encienden unas lucecitas, lo que quiere decir que tu mesa está lista y puedes pasar a la planta de arriba.

Todo eso, catarro incluido (que hoy se ha despertado más activo todavía) me dejó agotada. Así que dormí de corridito y sin problemas.

Mañana más y mejor. =)

viernes, 4 de septiembre de 2009

LOS HOMBRES DE PACO

hombresdepaco Desde mi contacto con las letras españolas en la uni, allá por 1993-95, me convertí en fan del cine español. Ahora que llevo varios años viviendo en Vitoria soy fan incondicional de la mencionada serie. Me gusta principalmente por las tonterías que dicen los personajes. Algunas de las frases son para enmarcar y, desde luego, yo haría una colección con ellas.

Y fue precisamente eso lo que me llevo hoy a acudir a una mesa redonda con algunos productores ejecutivos de Globomedia, la empresa culpable de la existencia de “Los Pacos”. Eso y que, al estar libre de “famosos”, la velada se preveía por lo menos tranquila. El evento en cuestión fue organizado a cuenta del “Primer Festival de Radio y Televisión de Vitoria-Gasteiz” que ha traído algunos “famosos” a la ciudad a cuenta de la presentación de nuevas temporadas de algunas series.

El caso es que descubrí a Los Pacos ya bastante avanzada en temporadas y recientemente he podido empezar a verla desde el primer capítulo. Y ahí me encontré con un florido insulto al que no le encontraba ni pies ni cabeza: “Anormal de carrito”. ¿De dónde salió tan florida frase? Buscado por Internet me encontré con algunas teorías, pero con ninguna confirmación acerca de su origen.

Así que hoy rescaté del baúl de los recuerdos al reportero que llevo dentro e interrogué a Iván Escobar al respecto. Se lo saqué con tirabuzón, pero conseguí que me desvelara el misterio. Resulta que alguien, al ir en bicicleta por Madrid (ciudad no precisamente conocida por la amabilidad de lo automovilistas hacia los ciclistas), fue insultado con ese término durante algún incidente con un coche. No entiendo por qué tanto secretismo. Igual y porque “el dato” no le pertenecía.

Al final fue una tarde muy productiva para mis adormecidas dotes de periodista. A Iván le gustó mucho mi pregunta sobre los “chistes de segundo plano” que abundan en la serie y la manera en la que cuidan y explotan al detalle los “tiempos muertos” de los personajes. Es decir, mientras por ejemplo alguno suelta un exhabrupto, otro de ellos juega con algo y lo rompe, o tira el café, o pone caras raras, etc.

En España suelen tener muy bien trabajados esos tiempos muertos de los personajes, tanto en teatro como en televisión y a mí me genera un gran contraste con las producciones mexicanas, en las que todos son muy respetuosos y nadie habla hasta que el anterior ha terminado su parlamento.

Aparte de eso, los actores españoles suelen tener mucha habilidad para dar continuidad a los diálogos, evitando esas pausas mexicanas que generan la sensación de artificialidad en las escenas. Aquí todo parece espontáneo y natural.

Y todo esto nomás para comentar lo a gusto que se queda uno cuando encuentra una respuesta casi imposible de buscar. Y, además, confirmé que, a pesar de la masacre del último capítulo, en el que mataron a CUATRO personajes fijos, la serie continua. Hoy podré dormir tranquila. =)

Un besito a los que ven la serie. Dos a los que no, pa’ que se animen y pasen unos ratos muy amenos. De verdad que es una gran enciclopedia de diálogos enmarcables.

jueves, 3 de septiembre de 2009

VOY A LONDRES

Ya tengo el boleto de avión comprado. Comprobaremos si es verdad que se come tan mal como dicen (hasta ahora lo peor que me ha tocado ha sido Viena) y qué pinta tienen las pintas. También intentaré averiguar si la imagen de la casa del Primer Ministro que aparece en Little Britain es la verdadera o si la han refabricado para la serie (y digo intentaré porque al parecer la Thatcher mandó "privatizar" la calle por temas de terrorismo y desde entonces).Lo más cerca que he estado de Lontres es en Gibraltar

Como buena fan de las novelas de Barbra Cartland, no puedo perder la oportunidad de ver, aunque sea por fuera, su tan socorrido club White’s, que en sus inicios fuera una tienda de chocolate (una rara exquisitez, allá por 1693) gracias a lo cual adquirió su nombre (Mrs. White's Chocolate House) y famoso por su “Libro de apuestas”, en el que se registraban, a veces, apuestas de lo más absurdas como quién se iba a casar el año en curso y con quién, o aquella que en 1816 hizo un tal Lord Alvanley con un amigo, por £3000, acerca de cuál de dos gotas de lluvia tocaría primero el cristal de una ventana saliente. Igual y alguna feminista pone el grito en el cielo por mi osadía, pero me vale madres. Que al cabo no soy famosa. =P

Y para quién no sepa de lo que estoy hablando, que se lea esto, que tiene su puntito de interés. xD

Sólo tengo 2 días y medio para ver todo lo que pueda ver, así que habrá que hacer malabares para aprovechar bien el tiempo. Ya tengo un documento con la lista de lugares para ver, anotaciones, información, etc.

Un besito a los que nomás han estado en Gibraltar, como la de la foto. Dos, a los que han ido a Londres. Tres a los que no pueden viajar. =)

miércoles, 15 de julio de 2009

PALABRA DEL DÍA

Mi hermano suele recibir una publicación pensada para gringos, llamada “Spanish word of the day”,en la que, mediante un “emilio” dan cátedra sobre una palabra en castellano y, con bastante frecuencia, rescatan significados que, quienes tenemos como lengua materna el español, no solemos rescatar al oír dicha palabra.

Explico lo anterior porque esa práctica me ha llevado a pensar en palabras cuyo significado dista un montón, entre España y México, por ejemplo. Y hoy descubrí una palabra interesante en ese sentido: PONER.

Es, de entrada, una palabra inocua. No se suele usar para los dobles sentidos ni para los albures. Tampoco puede ser ofensiva. La definición que viene a mi mente en primer lugar es como sinónimo de “colocar”: “Pon esto encima de la mesa”. Te puedes poner un vestido, también. O te puedes poner hecho una furia o poner cara de tonto. Todo lo anterior funciona igual de uno y otro lado del charco. Pero hay acepciones de esta palabra que difieren diametralmente. En México, cuando “le pones” es que “usas drogas”. O, más concretamente, que fumas marihuana (en España esta expresión no se conoce).

En España, cuando quieres que alguien te conteste al teléfono dices “que se ponga fulano”. En un bar, dices al camarero “ponme una cerveza” (en México sería “¿Me puedes traer una cerveza?”).

Esto es simplemente un breviario cultural sobre una palabra que, de tan anodina, se ha vuelto interesante para mí después de esta reflexión.

Un besito a los que me acompañan en mis reflexiones ociosas. Dos a los que encuentran esto interesante. A los que no, pos que le “pongan” más entusiasmo. =P

domingo, 5 de julio de 2009

PACHO

20090316006 Hoy hace 33 años que dejé de fastidiar con la cantaleta de “¿Y cuándo nace mi hermanito? ¿Ya mero llega mi hermanito?”. A partir de ese momento, el fastidiado fuiste tú, que tuviste que soportar una hermana encimosa y demasiado cariñosa que no tenía ojos para otra cosa.

No sé de ninguna otra relación fraternal como la nuestra, tan invadida de cariño, de afinidad, de solidaridad y de ayuda mutua verdaderamente desinteresada. Y, desde la distancia, en un día tan especial y tan grandioso, después de 7 años y sin ser millonaria, es difícil lucirse con un regalo.

Así que simplemente te recuerdo y te reitero, que eres la persona más importante de mi vida, al lado de aquél con quien comparto mis días, que te sigo queriendo todo lo que es posible querer a un hermano, y que espero que pases el mejor de los cumpleaños.

Tu hermana que te adora, desde el futuro, =P

Ana.

P.D. Estas son las mañanitas que cantaba el rey David…

miércoles, 1 de julio de 2009

HISTORIAS DE LA PELU

Peluquero

No entiendo por qué, pero aunque aparentemente me hacen lo mismo que a muchas otras clientas, el caso es que yo siempre llego a primera hora y me voy casi al último.

Y mientras estoy ahí, esperando a que transcurra todo el proceso (tinte, mechas, tratamientos, peinado, etc.) veo un montón de historias. La última vez, una niña grande (como del tamaño de una adolescente, pero con cara y actitudes de niña) que estaba sentada a mi lado, lloraba desconsolada por el corte que le estaban haciendo. La verdad es que el que traía no estaba nada mal. Y el que le hicieron tampoco (no había demasiada diferencia entre uno y otro), pero ella lloraba de impotencia mientras su madre le repetía, una y otra vez, que estaba muy guapa. Y yo sigo sin entender esa actitud tan común en las madres de gobernar a sus hijos en la apariencia que ellos tienen, llámese ropa, corte de cabello, zapatos, etc. Es decir, mientras no salgan con una cresta en plan punk, o con querer usar Dolce & Gabana o Armani (que el gobierno les mantenga el buen gusto, no te digo???), yo creo que se vale respetar el gusto de los hijos, sobre todo porque son ellos quienes van por ahí con su propia apariencia.

Mientras me lavaban el cabello pude oír las viboreadas de unas alumnas (en concreto, las de la que me lavaba a mí) hacia otra alumna. “A” decía “Fulana se ha echado novio, lo sabías?”. “B” contestaba “Bah! Eso es mentira!!”.

A: “Pero si ha enseñado fotos y todo!!!”

B: “Yo también tengo fotos de tíos, eso no prueba nada”.

A: “No, pero sale ahí con el tío, en Portugal”.

B: “Yo también tengo fotos con amigos. Es lo mismo. Se lo está inventando…”

A: “Pues mira cómo camina, con esos aires de suficiencia!!! Si se cree lo máximo!!!”

Cierto es, que la criticada en cuestión camina como muy dueña de sí misma. Es guapa, delgada y parece bastante operativa, aunque creo que nunca me ha atendido ella, contrario a la que la criticaba, que me ha atendido dos veces y la verdad es que algo de reservas sí que le tengo. Es muy descuidada y le falta poner atención en los detalles. Una vez ya me tuve que repetir las mechas porque no me gustó cómo me las dejó. Y la última vez en concreto, por dar un ejemplo acerca de “los detalles”, le pedí que me limpiara el tinte de las orejas y al final me tuve que dar yo misma con la capa porque me dejó ahí la manchota. =(

Una de las monitoras llevaba el meñique izquierdo vendado. Me contó que se cortó en su casa, con un “cortafiambres”, que es un aparato como el que tienen en los supermercados para cortar jamones y embutidos en general. O sea, que un cortazo en condiciones. Y estaba sola, la pobre. Le tuvo que llamar a su mamá para que la recogiera y la llevara a urgencias. Se cortó también la uña y era lo que más le dolía. Y se volaba el vendaje con las tijeras al cortar cabello y no podrá aplicar ningún producto durante más de una semana, por aquello de la higiene de la herida.

Y esto es un resumen, porque ahí había un gentío…

Un besito a l@s que son peluquer@s. Dos a l@s que son clientes. Tres a quienes están aprendiendo, para que pongan más atención en los detalles. =P

jueves, 14 de mayo de 2009

SAGRADITUD

libros-amontonados Últimamente leo mucho. La literatura se ha convertido en mi único vicio. Y, al leer mucho, se lee “de todo”. O sea, por mis manos han pasado libros buenos y libros malos. Don Stephen King opina que, como escritor (que todavía no lo soy “formalmente”) se aprende más de los libros malos que de los buenos. Yo todavía no sé de cuáles se aprende más. De momento sólo sé que los libros malos dan esperanzas. Uno se dice “si alguien fue capaz de publicar este bodrio, lo que yo escriba tiene algunas esperanzas”. Los libros buenos, en contraparte, desaniman. Porque, evidentemente, uno es consciente de que no está a ese nivel.

Como ya me di un buen atracón de libros “de vicio”, es decir, de esos que uno lee por puritito entretenimiento pero que no aportan una calidad literaria extraordinaria en sí, ahora puedo dedicarme con más tranquilidad a libros de más envergadura. Y, aprovechando además la coyuntura de que les ha dado por publicar los libros de Don Gabriel García Márquez en versión económica y manejable (esa es una de las razones por las que prefiero las ediciones Debolsillo, aparte de por el precio, porque se leen más a gusto, sobre todo alguien como yo, que tiene manos pequeñas), empecé a cultivarme un poco con lectura “de altos vuelos”, con El Amor en los Tiempos del Cólera.

Como buena atea, considero que las cosas sagradas producen más conflictos que satisfacciones. Sin embargo, como ser humano, creo que me es imposible evitar el tener ciertas cosas sagradas en mi vida, o que al menos tienen una cualidad o valor similar a lo que los religiosos consideran como sagrados (porque hablando en términos llanos, es evidente que ninguna de mis pertenencias es sagrada). Mi osito de peluche, por ejemplo, es una de esas cosas. Tiene casi 24 años conmigo y duermo con él todas las noches. Siempre he pensado que si se produce un incendio y hay que salir corriendo, iría corriendo a buscarlo antes de huir…

En el caso de la literatura, libros como los de Don Gabo también son sagrados. En mis manos está un ejemplar de alguien que tiene un premio Nobel, y que escribe en papelitos aquí y allá, y que tiene una secretaria que le pone en orden en una máquina de escribir (no sé si ahora usará una computadora) todos esos papelitos que él va produciendo. Y, mientras voy leyendo, me pregunto cómo es posible que alguien pueda escupir semejantes historias, tan llenas de sustancia, escribiendo en papelitos…

Me hace falta un diccionario para leerlo, porque me encuentro con un montón de palabras que no conozco. Pero como no tengo un diccionario para ponerlo en el buró, junto a mi cama, que es donde leo casi todo lo que leo, pues me quedo con la duda. Con algunos libros suelo anotar en las últimas páginas la palabra que desconozco y la página en la que está, de manera que luego voy y las busco y las vuelvo a poner en su contexto. Pero los libros de Don Gabo son tan deliciosos que en la primera lectura no se me antoja ni siquiera anotar las palabras, por no profanar sus libros. Y anotarlas en otra libreta implica ya demasiada distracción de la historia. Así que seguramente se quedarán pendientes para una segunda vuelta, si es que se llega a dar (nunca he leído ningún libro más de una vez).

Y aunque disfruto mucho con la lectura hasta el momento, no puedo evitar sentirme un poco profrana, de estar leyendo algo que es sagrado. Pero soy bien macha y me aguanto. Al final, quienes publican libros lo hacen con la intención de que alguien más los lea, da igual quién. Supongo…

Un besito a los que leen. A los que no, un coscorrón! Ji ji ji… =)

lunes, 30 de marzo de 2009

CELEBREICHON

El resto de la semana pasó entre más compras, convivencia con mi madre y salidas ocasionales con mi mejor amigo, Frank, a quien encontré recuperado y reencontrado, tal y como lo recordaba yo de aquellos buenos tiempos en la universidad. Fue muy agradable tratar con él como en aquellos tiempos e incluso prefabricar algún proyecto para hacer cosas juntos.

Frank & Me trazos

El fin de semana lo pasé mayormente con mi hermano, a quien adoro y veo poco. El domingo, mi tío Enrique lo invitó al estadio. Jugaban las chivas contra el Atlas (“Aclas”, pa’ los compas) y mi hermano medio aceptó. Y como estaba yo ahí, medio me invitaron también, por no dejarme de lado. Así que yo dije que si iba Pacho (denominación usada por mí para referirme a mi hermano) también iba yo. Ergo, mi tío fue y medio compró los boletos, medio volvieron a la casa a recogernos y medio fuimos al partido, lo que indignó a mi tío, que nos reclamó que nos pasamos todo el partido platicando y no hicimos caso de lo que ocurría en la cancha, aunque sí recuerdo que le sacaron tarjeta roja a un portero, pero no sabría decir de qué equipo era... Sin embargo, yo opino que menos mal, porque los que pusieron atención salieron encabronados del estadio, mientras que mi hermano y yo salimos contentos de haber pasado un rato agradable y necesario de conversación seria y anhelada, después de tantos años de vivir lejos el uno del otro.

Durante el partido nos chutamos unas buenas chelas (tenían Indio, para que no se note la miseria y en mi honor, ya que es mi cerveza favorita) y unas palomitas con chile:

Palomitas con chile

Al final volvimos a casa de mi madre a cumplir con la cita obligada de campeonato de Disparates, un juego que ya no existe y que no somos los únicos que hemos buscado, según se desprende de algunos foros de juegos de mesa que pululan por la red. El juego en cuestión trata de que uno lee una palabra que viene en unas tarjetas que se incluyen en el juego y todos tienen que inventar una definición (son la gran mayoría palabras muy raras que nadie conoce y ese es el chiste del juego). Así que al final de cada ronda hay una gran dosis de risas y carcajadas al escuchar todos las diversas y creativas definiciones de los demás, y tener que votar por la que creemos es la correcta. En realidad, por eso jugamos todos a ese juego cada vez que nos juntamos: porque es el mejor pretexto para echar todas las carcajadas que no echamos el resto del tiempo, al estar todos esparcidos por la geografía mundial…

Al día siguiente tocaba la multicitada celebración. Se juntó un buen de gente. Entre todos, éramos como 16, incluida la festejada. Le dijimos a mi tía que no se preocupara por la comida, que ya nos apañaríamos entre todos para encargar algo o para ir a comprar algo. Ni puto caso. Al final nos agasajó a todos con unos tacos de pollo al pibil y de frijoles que estaban buenísimos. La celebración estuvo bien. Echamos unas risas, los enemistados estuvieron cordiales y simpáticos y no hubo ninguna situación incómoda, cosa rara en la familia en los últimos tiempos. Lo único que no terminó de encajar es que la festejada estaba en la cama y los celebrantes afuera. El cuarto de mi abuela es muy pequeño para albergarnos a todos y a poco de estar varios ahí aquello empezaba a convertirse en un baño turco. Mi abuela de repente llamaba a “las mujeres” o a fulano o a sutano. Aquello era como una película del Padrino, pero en versión pueblerina. La cosa es que no podíamos estar todos ahí, aparte de que la comunicación con ella tampoco es muy fluida que digamos. No ve, casi no oye y tampoco se le entiende muy bien cuando habla, con lo que hay que gritarle varias veces quién es la persona que está con ella en cada momento.

Celebreichon abueleichon

Así que la fiesta al final estuvo afuera, en la sala, que fue en donde las conversaciones simultaneas y diversas fluyeron como en los mejores tiempos. Incluso un invitado que no está acostumbrado a la manera de ser de la familia en algún momento hizo el comentario de que no se entendía lo que ahí se decía, porque hablábamos todos al mismo tiempo, a lo que yo contesté que ocurre que con una sola conversación nos aburrimos todos. =P

En fin. Fue grato convivir de nuevo con la familia y poner a trabajar mi agilidad mental como en los viejos tiempos. Lo más duro fue despedirme de mi abuela por última vez. Porque de verdad esta vez sí que me llegó ese mensaje. Mi abuela me dio su última bendición larga, esa que siempre le da a la gente que se va lejos y que yo, pese a ser atea recalcitrante, recibo con mucho cariño, porque es su manera de decirte que te quiere, que eres importante para ella y que espera que regreses con bien, cuando sea que eso vaya a ocurrir. Aunque la próxima vez ella ya no esté ahí para verlo…

7 años llevo despidiéndome de ella “for good”, y ésta fue la primera vez que se me hizo el nudo en la garganta. Aunque, para ser sincera, el proceso ha servido para que me haga a la idea de la manera más suave y cómoda, de un proceso que al final es natural e inherente a todos los seres vivos de este planeta. Bueno sería poder despedirnos tan largo y tendido de todas las personas a las que queremos y que son importantes para nosotros, y estar seguros y satisfechos de que el ciclo se ha cumplido y de que aquella persona que se va no deja nada pendiente ni sin hacer. Tardé 20 años en despedirme de mi padre, después de muerto. 7 años despidiéndome de mi abuela, estando ella viva, es un gran regalo de la vida que agradezco intentando sufrir lo menos posible por todo lo que ello conlleva. La vida es demasiado corta para invertirla en llantos por las pérdidas que vamos sufriendo.

He vuelto a Vitoria con la novedad de varios días seguidos de sol, aunque sigue haciendo frío. Apenas es marzo y aquí con suerte pasas algo de calor en julio y agosto. Y ya. El viaje de regreso también sin incidentes y con 3 asientos pa’ mí solita. Todo un lujo pa’ cruzar el charco y en un avión que siempre intentan llenar pa’ que salga rentable. La ventaja de no pasar muchos días en México es que a la vuelta te cuesta mucho menos hacerte de nuevo al horario ibérico.

Un besito a los que tienen abuela. Dos a los que la visitan con regularidad. Tres a los que ya pasaron el mal trago de despedirse de ella…

miércoles, 25 de marzo de 2009

CRÓNICAS TAPATÍAS

Casa Da'Mamasa 20090318 Una de las primeras cosas que se notan al estar en la ciudad es la contaminación. Las manos se ensucian constantemente y el cabello no dura limpio más de 1 día. Además, se advierte una mancha de un tono café con leche que circunda la periferia por arriba de los edificios, y el cielo es de un gris desteñido y no azul. Por otra parte, la luz en Guadalajara es mucho más abundante que en Vitoria. El hecho de que el sol esté completamente cenital sobre nuestras cabezas o no, se nota un webo. Aunque usted no lo crea… Aparte de esas diferencias extremas y sutiles de Guadalajara vs. Vitoria, mi estancia en suelo tapatío transcurrió de manera por demás feliz.

El primer día desperté antes de las 6 de la mañana, y eso que me había acostado más bien tarde, entre la llegada, un poco de desempacar regalitos, la puesta al día con mi madre, y todos los etcéteras implicados en el regreso al hogar materno después de casi 3 años desde la última visita.

Bajé desde mi cuarto hasta la cocina unas 4 veces antes de por fin oír que el despertador de mi madre sonaba. Fui presurosa a su encuentro, mientras ella se hacía la remolona. Puse los brazos en jarras y le espeté: “Bueno, pues!!! ¿A qué hora se levanta la gente en esta casa?”.

Cuando estuvo lista la llevé a su trabajo y luego me fui de compras. La ciudad ya no es la que yo recuerdo. Con relativa frecuencia tengo sueños en los que aparecen diversos lugares de cuando yo vivía ahí, pero muchos de ellos ya no son como los sueño. Hay otros edificios, otras casas y otros pasos a desnivel.

Tuve oportunidad de conocer un nuevo centro comercial que se entiende como muy fresa (pijo, pa’ los locales ibéricos) y que está en medio de una zona que parece el World Trade Center latinoamericano, con varios edificios altos, que seguramente no llegan a rascacielos pero que por intentarlo no quedan. Se llama “Andares” (si hasta parece nombre de centro comercial fresa chilango y todo!!!) y está invadido de tiendas españolas. Casi todo el repertorio de grupo Inditex, al que sigo teniendo vetado por el asunto aquél de las bragas, estaba presente en una amplia zona del recinto, más Sfera, Tous, Dione y otras marcas conocidas. Y tenían los precios españoles, claro, lo que en pesos significa un montón de dinero.

Y no sólo en el ámbito de la moda está presente España. También la podemos encontrar en el supermercado, con productos culinarios adaptados al gusto local como éste:

Tortilla con jalapeño

Me imagino que para más de algún ibérico la tortilla ésa será un poco sacrílega. La verdad es que no la probé, porque mi agenda culinaria estuvo más bien apretada, pero por sacar la foto no engorda una, así que ahí está.

Después de hacer mis primeras compras (algo de despensa de cosas que no quise cargar en el viaje, y algún vicio que se me pegó por ahí) volví a la casa, dejé la despensa y me enchufé al ordeñadó, para ver si mi puchunguito había sobrevivido a mi ausencia. Parecía que sí, aunque no sin esfuerzo. Después, durante el transcurso de la mañana, me cayó el veinte de que se me había olvidado darle propina a la mujer que me empaquetó las cosas en el súper. Oh! Mala mujer que llega por aire desde las Iberias, acostumbrada a reclamar hasta el último céntimo de los cambios y a que la propina ya no se lleva!!! Total, que sabiendo como sé, que las personas que trabajan ahí no cobran más que las propinas de la gente, volví al súper en cuestión y le di una propina más gorda de lo habitual, de puro remordimiento. No sé si es habitual que la gente “se olvide” de dar propina, pero la mujer ya ni se acordaba de mí, y eso que no habían pasado más de 2 horas… =/

Luego ya fui a recoger a mi madre a su trabajo para irnos a comer. Me estrené con el sushi. En Vitoria no hay, excepto una pequeña muestra en un restaurante chino de buffet que hay en el Bule y que no tiene nada de extraordinario, así que me supo bien probar un sushi preparado con esmero.

En la tarde me puse de acuerdo con mi prima, Alejandra, para ir a saludar a mi abuela. Al final, más o menos a eso iba: a celebrar su cumpleaños 102. Como el helicóptero estaba descompuesto tuvimos que ir a Zapopan en coche, lo que nos llevó más de lo que yo recordaba que costaba ir, dado que fui recibiendo instrucciones del tipo “métete por aquí, y ahora por acá, porque está todo escarbado”. Al final, la ruta de siempre era la mejor, por las avenidas, aunque hay que dar un rodeo de todos modos. El Hache Ayuntamiento de Zapopan ha tenido la brillante idea de peatonalizar toda la cabecera municipal y pretende obligar a TODOS sus vecinos a que dejen sus coches en el estacionamiento de la Basílica, pagando, por supuesto. Pero no es una peatonalización total, sino que simplemente harán las banquetas (aceras en España) más grandes, eliminando los lugares que antes de la obra había para estacionarse. Con lo cual, lo único que hacen es fastidiar a la gente impidiéndole que se acerquen a casa en coche, sin poner una solución realista y suficiente al asunto del estacionamiento. Porque la cabecera municipal abarca varios kilómetros que se alejan de la basílica. Ya quiero ver lo que opinan quienes viven a más de esa distancia… En fin. Si los propios ciudadanos no protestan, ¿yo qué voy a hacer? La gente sigue acostumbrada a tener esa actitud agachona y sumisa de siempre, mientras los políticos, gobernantes y poderosos se sirven de las arcas públicas cada vez con más descaro y gandallez y, cuando trabajan “en pro del pueblo” lo hacen como les sale de la seta.

Después de varias vueltas y viajes en reversa al encontrarnos con varias calles cerradas y sin señalizar, conseguimos llegar a casa de mi tía Catalina, que es en donde vive mi abuela. Mi tía se había ido a misa, así que sólo estuvimos un rato con mi abuela y con la mujer que la cuida en las tardes, porque mi abuela no estaba como muy despierta que digamos. Ya sólo la sientan un rato al día, para comer, y el resto del tiempo está en su cama, tapada porque siempre está fría. Le fallan ya un algunos órganos, pero ahí sigue, aunque la opinión general, incluida la mía, refiere que no aguantará otro año más. La mujer está en los huesos. Si le pones la mano sobre la cadera, incluso a través de las cobijas, puedes adivinar perfectamente su anatomía ósea, lo cual es bastante impresionante.

Cuando volvimos a casa de mi madre le cayó otro de mis primos, Poncho, que además tuvo la amabilidad y el buen tino de haber ido por mí al aeropuerto el día que llegué, sobre todo porque a mi madre se le hizo tarde. Así que gracias a él tuve una cara familiar esperándome al otro lado de la puerta del aeropuerto. =)

CONTINUARÁ…

miércoles, 11 de marzo de 2009

CRÓNICAS AÉREAS

Ventana aérea con lluvia La jornada viajera empezó con buen pie y con buenos augurios. Exóticamente, la mujer que me atendió en el mostrador de Spanair para darme mi primera tarjeta de embarque fue de lo más amable. Nunca antes lo había visto. Así que, a pesar de la abrumadora tristeza que genera el separarme de mi cónyuge por tantos días y tanta distancia en 7 años que llevamos de relación, el viaje empezó cuando menos agradable.

No voy a aburrir al estimado con los detalles de la tramitología para volar, pero sí diré que, a pesar de no haber sido precisamente expedita, sí fluyó sin incidentes. Y eso que el gobierno mexicano, en su constante búsqueda por hacer la vida de sus ciudadanos cada vez más difícil y fastidiosa, ha decidido que a partir de ya todas las personas que aterricen en DF, procedentes del extranjero, tendrán que pasar ahí la aduana, aunque tengan conexión con otros vuelos. Es decir, que ahora te obligan a recoger tu equipaje, pasarlo por revisión, y volver a facturarlo cuando proceda. Eso en teoría. Porque en la práctica resulta que la medida todavía no se está aplicando. Pero eso lo sabes cuando alcanzas el último eslabón de la cadena burocrática y después de haber esperado como idiota tu maleta en la banda esa que da vueltas y vueltas, sin que aparezca por ningún lado.

El avión que cruzó el charco no iba lleno y pude disfrutar de 2 asientos para mí solita. Luego, la cosa de viajar sola produce que uno conozca más personas que cuando se viaja acompañado. Y conocí personas agradables.

Cuando llegué al DF ya me sentía yo sudada y cochambrosa. Así que saqué de mi bolsa una “toallita refrescante” que tenía desde que Juan Pablo II era monaguillo y de procedencia francesa, y me la unté por lugares claves de mi anatomía, terminando por los alerones. Eso ocasionó que yo fuera por el aeropuerto chilango oliendo a taxista. Pero, para no ser menos, en el vuelo final con destino a Guadalajara, mi compañero de asiento me vació la cerveza sobre el pantalón, con lo que finalmente llegué a mi destino oliendo a taxista pedo, pero sana y salva.

En la siguiente entrega, la crónica tapatía…

domingo, 8 de marzo de 2009

LA HIJA PRÓDIGA

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Vuelvo a mis orígenes. Mañana estaré cruzando el charco por aire para reunirme con parte de mi familia. Al menos con la parte más querida. La ocasión especial es el cumpleaños 102 de mi abuela. Uséase, el pretexto. La verdadera razón es que, con la crisis, el vuelo me lo han bajado a casi la mitad de lo que me suele costar. Así que es una buena oportunidad para dejarme caer por allá y convivir un poco con los míos, sobre todo aprovechando que mi hermano también suele ir a Guadalajara por estas fechas.

De momento, mi agenda pinta ya llena. Mi prima me está preparando salidas nocturnas para el fin de semana y mi hermano está organizando una excursión a Tapalpa, previa a la celebración del macro cumpleaños abuelil.

Será la primera vez que cruce el charco yo sola y será la primera vez que me separe de mi marido durante más de 1 semana desde que estamos juntos. Después de 7 años todavía me duele un webo separarme de él, incluso cuando es sólo un fin de semana. Pero él tiene que trabajar y no se puede ausentar unos días en estas fechas.

Y yo aprovecharé para sacar fotos de los lugares de la ciudad con los que más sueño que, no tienen nada de especial, pero por alguna razón que desconozco, sueño mucho con ciertas calles y ciertas zonas. Así que aprovecharé mis recientemente adquiridos conocimientos fotográficos para obtener imágenes que me reafirmen que, aquello con lo que sueño, tiene algo de realidad. Y de paso para hacer un par de ejercicios pendientes de la escuela.

Ya tengo el mal cuerpo habitualmente característico previo a estos viajes. Esta vez ha empezado antes dadas las diferencias antes mencionadas respecto de otros viajes. Pero la maleta ya está lista y de momento creo que no se me olvida nada. Espero poder ir colgando cosas a lo largo de la semana.

Un besito.

jueves, 26 de febrero de 2009

VENTANA AL MUNDO

Mi primera foto expuesta está colgada en la Sala Luis de Ajuria, aquí en Vitoria, hasta el 3 de marzo:

Suza E

Se trata de una exposición colectiva, organizada por la escuela en la que estudio, y titulada Protocolos de Envejecimiento. No es que me vaya yo a volver famosa con esta foto, pero digamos que es un evento en mi vida y aquí lo cuelgo para información de quienes se interesan por mi cotidianeidad.

Un besito para quienes toman fotos. Dos para quienes tienen alguna colgada. Tres para los que vayan a ver la mía. ^^

sábado, 21 de febrero de 2009

UN POCO DE NIEVE

Pa’ los tropicales, en una salida de bares reciente tomé este video con la intención de ilustrarles un poco lo que es salir con el suelo cubierto de nieve, aunque más que nieve era sopa:

Y esa misma noche nos topamos con este simpático cartel:

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Pues eso. Un caldo cojonudo para calentar los huesitos en una noche nevada de sopa…

Un besito para los que viven con nieve. Dos para los que no. Tres para los que son felices con el clima que tienen, cualquiera que éste sea. =)

jueves, 19 de febrero de 2009

ME'NCARIÑO CON LOS LIBROS

edward-cullenr Llevo a los personajes y sus historias conmigo todo el día y, cuando por fin llega la noche, me da gusto volver a encontrarme con ellos. Y es chido leer con avidez, pero es contraproducente, porque una vez que terminas el libro, aunque es como alcanzar la cima de una montaña, también se produce una pérdida.

Porque a partir de ese momento esos personajes con los que había estado conviviendo durante los días previos al desenlace ahora están muertos. Caput. Ya no existen. Lo mejor es buscarse rápidamente un sustituto con más y nuevos personajes con los cuales encariñarse.

Hasta ahora no he conseguido escribir ninguna novela, así que desconozco si el encariñamiento con los personajes podría tomar la misma intensidad como escritora que como lectora. En cualquier caso, especulo que siempre es distinto, ya que como escritora los personajes te dan trabajo y esfuerzo. Tienes que justificarlos, redondearlos, matizarlos y llenarlos de vida. Hay que tapar un montón de agujeros y hacerlo interesante para que venga un lector que no seas tú y al menos se interese en tu historia.

Últimamente mi cerebro ha estado trabajando en una novela que dejé pendiente hace ya varios años. La he leído de nuevo y me ha gustado. Me gustaría saber cómo termina y sólo es el inicio. Así que algo de futuro tiene. Estoy trabajando en derribar las barreras que nos imponen los paradigmas de siempre, para poder tomar rumbos inesperados y conseguir hacer una historia diferente. Diferente al menos a todo lo que yo misma he leído, que es francamente poco.

Cuando yo era adolescente tenía ya prefabricada una historia fabulosa de romance, moralejas y extraterrestres. Pero cuando se la platiqué a quien entonces se hacía llamar mi novio me "informó" que ya había una historia así y que hasta habían hecho una película. Y la verdad es que no me he topado con ella en ningún lado. Ni con la historia ni con la película. Moraleja: En asuntos de creatividad haz caso ÚNICAMENTE a tu cerebro. Al menos hasta que consigas hacer el trabajo. Luego ya podrás decidir si aceptas o no consejos para mejorar tu trabajo o para tirarlo a la basura.

De entre todos mis encariñamientos, el más reciente y, probablemente, el más grande que he tenido, es un gran hit de masas: Los vampiros de Stephenie Meyer, cuyo primero de cuatro libros se llama Crepúsculo (Twilight). La suya es una historia redondita y llena de un montón de cosas que te hacen desear ser la protagonista. Y te deleita con ese mundo a lo largo de cuatro libros bien gordos. Me los chuté todos en menos de una semana. Y supongo que alguna vez me los volveré a leer.

Lo malo de leer libros así es que a la parte escritora de una le entra la desesperanza, porque hacer algo medianamente comparable es difícil. La única razón que le queda a una para seguir con el intento de fabricación de una historia es que, al final, los libros no son infinitos y una vez que la gente termine el que está leyendo, aunque sea genial, siempre irá en busca de otro…

Pero ojalá y algún día consiga yo recrear historias tan maravillosas como esa, y como otras tantas que andan por ahí, pululando escondidas entre las librerías y las bibliotecas. He aquí mi más reciente adquisición en vicios. Los libros.

Un besito a los que saben leer. Dos a los que leen mucho. Tres a los que no, pa’ que se animen. =)

lunes, 2 de febrero de 2009

BAÑOS DE DISEÑO

Cuando me vine a España, en 2002, que íbamos a hacer un viaje por todo Europa, tenía yo la intención de fotografiar los baños públicos del continente. Me habían dicho que muchos de ellos eran simplemente hoyos en el suelo y que había que usarlos “al vuelo”.

No tomé ninguna foto sencillamente porque todos los baños que visité eran “normales”. De los de hoyo solamente he visto uno, en el pantano que está cerca de Vitoria, y ya se me había pasado la euforia del tema.

Sin embargo, el otro día, me encontré con una pieza interesante, digna del más bruto diseño del tercer mundo:

Palankit de primer mundo

Obsérvese la “cadena” de diseño, encerrada en un círculo rosa y envuelta en un halo de pureza. =P

Si es que el Potochó es lo que tiene, que

a poco que aprendes a manejarlo ya quieres hacer chorrada y media.

Y que conste que cuando tomé esta foto no estaba peda. Andaba de parranda.

Un besito a los que tienen baño de diseño. Dos a los que ni baño tienen.

domingo, 1 de febrero de 2009

PARTE DE GUERRA

Una más de las diferencias entre el primer y el tercer mundo es que en aquél no hay damnificados. Durante el último temporal de viento que azotó a España en general, y a Euskadi y Cataluña en particular, hubo una cuenta importante de destrozos, algunos de los cuales produjeron incluso víctimas mortales.

Pero aquí no se habla de damnificados. Hay personas afectadas, la gran mayoría de las cuales tienen algún seguro contratado. En esta ocasión, la asociación de seguros que hay aquí determinó que pagará daños causados por vientos de más de 135 kms/hr. De manera que, los daños causados por vientos de menor envergadura, de momento, correrán a cuenta de los afectados.

El caso es que, como en todas las historias, hay episodios o capítulos que no se ven, o que no salen a la luz. Uno de ellos es el caso de la Escuela de Artes y Oficios, que es en donde estudio fotografía. Un buen día me topo con que el aula de Fotografía está “a medio uso”, ya que la sección en donde se imparten las clases teóricas había sufrido una “ligera modificación” a cuenta del viento:

Aquí, el techo que fue literalmente arrancado de su sitio:

Techus 20090128

Y aquí un uso adicional para las charolas del laboratorio. A falta de cubetas, buenas son charolas:

Charolus 20090128

Finalmente, los restos del techo, que todavía estaban sin recoger:

Escombrus 20090158

Estas fotos son producto de cargar la camarita casi a todos lados. Y también de que somos muchos y a veces el profe no me hace ni puñetero caso. Y, como me aburría, pos agarré y saqué las fotos. =P

Luego, cuando las vio, se preocupó. Que porque a ver si se va a quedar sin “curro”. Y yo le contesté que ¿Qué culpa tiene él, si no es su responsabilidad que el techo se arranque de cuajo por culpa del viento? Es un edificio muy viejo (tiene pinta de palacete de esos que se construían los aristócratas, cuando los había todavía con un chingo de dinero) y al que se le invierte poco. Sin ir más lejos, la ventana del baño de mujeres que está en ese mismo piso, lleva un millón de años rota. O sea, hace muchos años que yo empecé a estudiar ahí (antes me aventé un año de dibujo y pintura) y NUNCA la he visto puesta. Consecuencia: Que a una se le congela el bonito trasero cuando va a echar la meadita. Ahí es donde se nota que los hombres no tienen más que sacarse la manguerita. Si fueran ellos los que se congelaran las algas que empiezan con “n” seguro que hace mucho habrían repuesto el vidrio en cuestión.

Un besito a los que no tuvieron vientos huracanados. Dos a los que les va a tocar la nieve de la próxima semana. Y tres a los que determinan el presupuesto de la escuela. A ver si se les ablanda el corazoncito y nos la arreglan un poquito. =)

domingo, 25 de enero de 2009

CERVANTES Y LA ETIQUETOLOGÍA

Soy más bien propicia a andar leyendo las etiquetas de todo y especialmente de la comida. Esto no es de siempre, sino desde que empecé a tener discusiones con la báscula. Ahora me intereso por los ingredientes de la comida, calorías, grasas, etc. Y en mis exploraciones etiquetiles me encontré con la siguiente perla:


Primero: Te venden un PAVO y luego te informan que en realidad se trata de un POLLO.

Segundo: No conformes con la "inexactitud" anterior, te informan que el pollo en cuestión es "natural".

Por supuesto, no lo compré. Por eso la foto tiene tan mala calidad, porque la saqué con el teléfono. Algunas veces, la literatura en las etiquetas puede ser más emocionante que la novela más vendida del año.

A quienes acostumbran leer las cajas de cereales, que sepan que ahora tienen todo un universo infinito por descubrir en el refrigerador.

Un besito a los analfabet@s. Los pobres no tienen la menor idea de lo que se llevan a la boca...

miércoles, 21 de enero de 2009

LOS CUATES IBÉRICOS

Cuando me vine a España tenía muchas ganas de escuchar cómo los españoles nos imitan a los mexicanos. Me costó unos años y ahora no dejo de oírlo. Y de verlo:

Los tacos en cuestión no están mal. Pero no puedo evitar reírme al ver el cartel. Seguro que en México Vips no pondría un cartel como éste. Por comentarlooooooo...

domingo, 18 de enero de 2009

AND THE WINNER IS...





Desde luego, mis fotos no. Pero yo sí. En realidad tengo todo lo que quiero, y soy muy feliz. Y el viernes aprendí que, aunque mis fotos no me hicieron acreedora al “premio oficial”, me regalaron no sólo la satisfacción de haber trabajado por ellas, sino también el gran regalo del pensamiento positivo de mi madre. Ella dijo: “Qué bueno que ganaron los que ganaron. Verdaderamente lo necesitan”. Creo que esa frase suya me dejó más contenta que si me hubiera llevado el primer lugar.

Y cuelgo aquí las cuatro elegidas para el concurso. Espero que al menos les proporcionen unas vistas agradables. A mí me han dado mucho. =)

Un besito a los que toman fotos. Dos a los que tienen madre. Tres a los que no tienen a la mía. Los necesitan...

domingo, 4 de enero de 2009

CONCURSO DE FOTOGRAFÍA


Implica trabajo. Uno va a exposiciones de fotografía, y ve libros de prolíficos fotógrafos, y parece que las fotos son simplemente instantes de sus vidas y de las de quienes aparecen en sus capturas.
Y así, en plan general, sí. Tomar fotos a diestra y siniestra, sin otro fin que el placer de puchar el obturador, puede limitarse a un instante, aunque luego haya que descargarlas en la computadora, en esta era digital. Pero participar en un concurso ya es harina de otro costal. Se va uno expresamente a sacar fotos de un tema concreto. Y sacas un montón de fotos, sabiendo que de todas ellas muy pocas serán las felices y afortunadas elegidas.

Y elegirlas también tiene su cosa. Al menos yo, para este último concurso hice al menos tres cribas. Primero borré las que de plano estaban muy mal y con el segundo grupo fui cambiando las que me gustaban a otra carpeta.

Y ya ahí, fui eligiendo la que más me gustaba en cada ocasión, hasta completar cuatro, que son las que piden. Les hice unos pocos retoquillos (la maravilla del raw proporciona esa maravillosa posibilidad) y las subí a un emilio que habrá de llegar a su destino. Queda todavía todo el día de mañana para hacer el envío, pero prefiero tenerlo para esperar la confirmación de la recepción del envío y, de no recibirla, poder reenviar mi trabajo.

¿La zanahoria? Sí, el premio es golosón. Pero, por encima de eso, los concursos sirven para empezar a ser un verdadero fotógrafo. Y no me refiero a que mis fotos para el concurso sean más artísticas que otras que he tomado antes, o que por el solo hecho de participar uno sea mejor fotógrafo, sino que los concursos lo mueven a uno a empezar a trabajar más en serio en el tema. Hasta ahora me había limitado a ir a clase y hacer algunos de los ejercicios que ahí planteaban.

Hoy he dado un paso más y estoy participando en mi primer concurso fotográfico externo (recordarán que ya había participado en uno de la escuela).

Ya les informaré de los resultados. Un besito a los que toman fotos. Dos a los que se dejan retratar. Tres a quienes las admiran. =)