jueves, 13 de diciembre de 2007

LOS PALABROS Y LA RAE

En México fue todo un acontecimiento cuando anunciaron que la RAE había aceptado la "chingada" dentro del vocabulario oficial de la lengua española. Y no sólo por el hecho de haberse convertido en "palabra oficial", sino porque, por una vez, fue pronunciada con toda impunidad, respeto y justificación en gran parte de los medios electrónicos del país, cosa que no sucede habitualmente. En México, la gente es "muy propia" para hablar ante el gran público electrónico.

Sin embargo, en España la cosa es muy distinta. Aquí, para empezar, está el gran peso de la censura que este país vivió durante el franquismo y que ha generado una gran rebeldía general que todavía se respira en el aire. Por lo tanto, abundan, sobre todo en la televisión, los "entes" que se explayan a pierna suelta con cuanta majadería tienen a su alcance, casi siempre en aras de "la libertad de expresión". El caso es que con este boom de famosos que hay y con aquello de que ahora cualquiera que salga en la tele es "periodista", en España se cometen infinidad de abusos del idioma, como son el uso indiscriminado de los tiempos compuestos (Ejemplo: "el miércoles pasado ha estallado una bomba"), o eso que se conoce como "laísmo" (Ejemplo: "Yo no la mentí", "él la pegó" -refiriéndose a una mujer y no a una calcomanía en un cuaderno-).

Pero no sólo en las tertulias y noticieros se encuentra uno con esas cosas. También los doblajes y series de televisión de origen angloparlante están llenos de "peculiaridades". Para empezar, resulta que la palabra "sponsor" sí existe en el diccionario de la RAE, aunque tiene su equivalencia en castellano (manda webos que no sólo aceptar el palabro, sino además aceptarlo escrito igual que en inglés y no ponerle una "e", cuando encima aquí a todo se la ponen: "esrrek", refiriéndose a Shrek, y "esrrí Lanka", reifiriéndose a Sri Lanka, por poner un par de ejemplos) que es patrocinador. Curiosamente, hoy que he buscado la referencia me encuentro una anotación que indica que el palabro está propuesto para ser suprimido. Si lo he entendido bien, doy mi enhorabuena a la Academia. Y si no, pues que alguien me lo explique, por favor.

Otra peculiaridad de la RAE es la palabra "iceberg", aunque de ésta no reniego ya que no me sé ni me he podido inventar ningún sinónimo en español. Me suena mal, pero creo que sí que es necesaria al no tener una equivalencia.

Volviendo a los vicios esparcidos entre el público televidente, con frecuencia me encuentro con horrores de traducción en las series, mismos que son detectables con un poco que sepas de inglés. Recientemente, en un capítulo de "Medium" soltaron la perlota de "es que a tu madre le gusta procrastinar". O_O

Sí, la he buscado. Y resulta que existe. O que está aceptada, vamos. No les basta con posponer o aplazar. Tenemos que importar extranjerismos bárbaros y decir que son oficiales. Para que los "periodistas" y periodistos de la tele no sean tachados de improfesionales. Ya puestos a inventarnos palabros, pues a mí me gusta la actividad, oye. Y me voy a hacer escritora famosa y de culto para, como el señor Pérez-Reverte, quien dicho sea de paso, goza de todo mi respeto y admiración, ganarme un tronito en la Real Academia y proponer mi primera creación: Despetalar. Me la inventé cuando era niña y es hora que no la han incluído en el diTSionario. Que yo también quiero hacer aportacioneeeeeeeeeeess!!! Y, además, las mías son originales!!! Yo no me las copio de los gringouuuuuuuuussssssssss!!!

Un besito a los que inventan palabras. A los que no, si las investigan, les corresponden 2. Y si no, pues les correspondería leer otras cosas de menor envergadura, digo yo...

martes, 23 de octubre de 2007

DE ENCUENTROS Y PUCHUNGUITOS

Cuando te avientas a conocer gente por Internet puede pasar una de tres cosas:

A) Que aquello sea un completo fracaso
B) Que no vaya tan mal, pero que al final se pierda con el paso del tiempo
C) Que sea maravilloso y salga por lo menos una buena amistad

En mi caso, aunque el filtro ha dejado fuera gran cantidad de personas que pasaron sin ruido por el historial de mi experiencia internauta, la verdad es que al final el saldo es positivo. El último capítulo se desarrolló en Madrid, el fin de semana pasado. En algún lugar de la red hemos coincidido un grupo de loquillas, guapetonas y simpáticas, que nos dejamos llevar por la espontaneidad y acudimos al llamado de alguna que tuvo que ir a Madrid, aprovechando que ahí vive el objeto de nuestra reunión internauta: Un ente que se hace llamar “Yoko” y al que le hemos construido un reducido, aunque avivado club de fans en un foro, que camina por la vida a la par que su blog.

En principio, la reunión madrileña se antojaba netamente femenina, menos el objeto de nuestro “fanismo” (por no llamarlo fanatismo, palabra que últimamente tiene una connotación más bien negativa). Pero yo, como buena mandilona, cuando me sugirieron que fuera, confesé que “no es onda dejar solo al puchunguito para ir a reunirme con un “grupo de desconocidas”, a lo que Yoko, con toda la asertividad (si me permiten el uso del palabro. En la RAE me dicen que “no lo han inventado”) del mundo contestó “pues tráete al puchunguito”.

Así que le comenté los planes a mi susodicho y en lugar de poner pegas, en seguida dijo “si quieres ir…”. Le aclaré que no iría sin él y que ya alguien había sugerido que lo llevara. Entonces simplemente me confirmó que buscara hotel. No conozco muchos matrimonios, pero no tengo registrado ningún otro marido que en seguida acceda a una movida de esta índole. Y su buen tino fue más allá, ya que lo pasamos realmente bien.

La primera a la que conocí fue a MER, que vive en la misma ciudad que yo y nos animamos a tomarnos un café antes del encuentro en Madrid. Fue una tarde muy agradable llena de desahogos y de empatía, que nos dejó con ganas de más. Y fue ella la culpable de todo el movimiento hacia la capital, dado que tenía que estar ahí ese fin de semana por motivos de trabajo. Al resto del grupo lo conocimos tó junto, en un restaurante estilo americano (gringo, que diría yo, ya que “América” es un continente y no un país): Ahí estaban Lydia, una simpática y desinhibida mujer marbellí con un par de ovarios bien plantados para hacerle frente a lo que haga falta con todo el humor y el amor del mundo; Nocturna, con unos ojazos azules y una sonrisa capaz de desarmar al más insensible, me hizo reír como en mis buenos tiempos durante todo el fin de semana con todas esas anécdotas que cuenta de su trabajo. En verdad da gusto encontrarse a alguien tan afín con su profesión; Gallega, que nos había cambiado el look y se presentó con un bonito cabello dorado y unos ojazos verdes. Chica reservada con un gran corazón y una cálida sonrisa.

Todas ellas convivieron más por estar hospedadas juntas en un piso que MER consiguió para la ocasión y al que yo no asistí por ir acompañada del puchunguito. La noche de cena americana continuó con un paseo hasta una cercana discoteca en donde estuvimos gran parte de la noche y en donde Yoko hizo gala de sus virtudes deductivas armando el rompecabezas de poner nombre a las caras que veía. No lo hizo del todo mal. Eso sí, se le notaba muy nervioso, dentro de la emoción que se veía tenía de por fin conocer a quienes ponemos el toque de acompañamiento a su blog.

Una discoteca no es el mejor sitio para ir a conocer a un internauta: hay mucho ruido y al final terminas con la garganta hecha pomada y la mitad de lo que se dijo en tu cerebro, mientras que la otra mitad se queda diluida entre el humo y el punchis-punchis. Pero esa noche era lo que había. Al final, la mitad de información que se quedó en nuestras cabezas fue buena y suficiente. No así el tiempo invertido en la experiencia, que tenía que haber sido mayor e incluir algún lugar más tranquilo.

En cualquier caso, contra todo pronóstico, parece que la estrellita del fin de semana al final fue el puchunguito, que arrasó con sus encantos y con su gran manejo de la tecnología.

Sin embargo, estrellitas o no, fans o colegas, lo más importante de todo esto es que lo pasamos estupendamente y que 5 mujeres conseguimos incrementar nuestra lista de buenas amigas a través de la red, sin precisamente proponérnoslo. Y todo gracias a Don Yoko, que nos ha mantenido cautivas en su blog durante varios meses. Así que, desde aquí, mi más sincero agradecimiento por tan grandote regalo y mis deseos de que su blog siga creando más y más clubes de fans, para que más personas consigan sacarle ese enorme provecho a la magna red que yo he conseguido obtener.

La moraleja de este cuento quedará inmortalizada en una camiseta que esparcirá por el mundo el sabio consejo de “ponga un puchunguito en su vida”. Y, con suerte, más gente se animará a tener encuentros de esta índole, y habrá más humanos felices en el planeta. Por lo pronto, Yoko y sus fans hemos conseguido quedarnos con un gran refugio en la red en el que ahora no sólo coincidimos en tiempo y en espacio, sino también en afinidad real y en proyectos de futuro. Con lo pequeño que es el mundo últimamente, no está de más tener más y mejores amigos.

jueves, 4 de octubre de 2007

TIEMPO DE RECONCILIACIONES

Conforme se avanza en la vida, se van arrastrando "puntos negros" en ciertos temas. En mi caso, mis puntos negros han sido principalmente dos: Las matemáticas y la entrevista. En el primer caso, todo iba bien hasta que pasé de un colegio con un nivel educativo muy bueno a una escuela pública que me chafó una de mis dos materias favoritas hasta ese momento para el resto de mi vida. Yo entré en aquella escuela sabiendo dividir perfectamente y por culpa de algún compañero metiche y quejica, que le dijo a la maestra que yo "no ponía la resta en la división", ella, muy inteligentemente, me obligó a ponerla. Con lo que retrocedí un paso. Y lo que vino después ya no supe hacerlo. Raíz cuadrada, las ecuaciones en la secundaria. Las matemáticas chafadas para el resto de mi vida.

Me he reconciliado un poco con ellas gracias al Brain Training (para quienes estén totalmente desconectados del mundo de los videojuegos, les diré que es un juego que Nintendo sacó para su consola portátil, la Nintendo DS, misma que me compré con el premio en metálico que gané el año pasado con uno de mis relatos). Sigo sin poder dividir grandes números y el otro día comproble que tampoco sé multiplicar con decimales. Pero al menos les he perdido un poco el miedo a los números y ahora me aviento a intentar hacer las operaciones a mano. Un avance, creo.

Mi otra reconciliación ha sido con la entrevista. El tema con ella es todavía más escabroso que el de las matemáticas, aunque, curiosamente, también involucra a un profesor. Estando yo en la carrera de Letras, en la Mugre G, elegí una materia optativa que en su momento me pareció interesante, útil y entretenida: Entrevista Literaria. Iba a decir "al final", pero en realidad fue "al principio", resultó ser nefasta en mi situación. O al menos fue la gota que colmó el vaso. En una carrera que en sus inicios estaba llena de profesores interesantes y sumamente profesionales, con un nivel intelectual bastante alto, hacia el final no había más que loosers advenedizos que no sólo no se molestaban en preparar sus clases, sino que tenían incluso la desfachatez, algunos, de ponerse el libro abierto sobre el escritorio y ponerse a leer textualmente lo que ahí decía, como si fuera un alumno mediocre haciendo una exposición, en lugar de dar una cátedra. Para leer, lo hago cómodamente en casa, junto a una buena taza de café, gracias.

El caso es que, estando yo ya bastante desencantada de la carrera, tanto por el nivel de los “pobresores” como por haber dejado atrás temas que me apasionaban, como la literatura clásica, la historia universal y las teorías literarias, a cambio de tratar mucho más con literatura prehispánica y latinoamericana, que no es que no soporte, pero tampoco es que me apasione del todo, con honrosas excepciones, me topo de frente y a lo bestia con este individuo nefasto llamado Emanuel Carballo (padre). Efectivamente. Ya que tiene un gran ego no le voy a negar el crédito en esta historia, a este noble señor. Estaría yo en su segunda clase, si mal no recuerdo, que encima había que tomar los sábados porque el tipo “no tenía tiempo de impartir su cátedra entre semana”, nos había hecho comprar su libro con un compendio de “entrevistas literarias” y comencé yo a hacerle preguntas, como buena preguntona descarada que soy. Se supone que para eso son las clases, no? Al menos eso creía yo. Le hice preguntas del tipo “¿Qué hacer cuando el entrevistado no quiere hablar de un tema? ¿Cómo hacer para que el entrevistado se sienta más en confianza y conseguir que hable de lo que uno quiere? ¿Cómo interpretar los silencios del entrevistado? ¿Cómo llevarlo hasta donde quieres que vaya?, etc.” Probablemente no son preguntas enfocadas estrictamente a la “entrevista LITERARIA”, pero creo que son problemas con los que te puedes topar con cualquier clase de entrevista que hagas. Y digo “creo” porque no lo comprobé; ese día, el pobresor aquel, el “gran” don Emamuel Caballo (tenía que ponerle algún apodo después de aquello) contestó a mis preguntas con una gran ética y, sobre todo, alto nivel diplomático. Delante de todo el grupo, me espetó: “Compañera, me está usted haciendo preguntas muy estúpidas y nos está haciendo perder el tiempo a todos. Le suplico que haga más inteligentes o se abstenga de preguntar del todo”. Pocas palabras se me han quedado grabadas de manera tan textual. Por un momento pensé en levantarme y salirme en aquel instante. Pero no quise rebajarme al nivel de patanería de don Emamuel y decidí callarme, esperar a que terminara la clase y no darle el gusto de saber que su patanería había colmado el vaso, mi vaso. Aquella fue la última vez que mis pies pisaron esa escuela para acudir a una clase. Dejé la carrera después de 3 dedicados años. Conforme pasaba el tiempo y hablaba con mis compañeros me di cuenta todavía más de la pérdida de tiempo que suponían los dos años que me faltaban para titularme.

Pues bien. Después de toda esta larga historia he de confesar alegremente que empiezo a reconciliarme con la entrevista a través de un libro que estoy leyendo: “Yo también sé jugarme la boca. Sabina: en carne viva”, de Joaquín Sabina y Javier Menéndez Flores. Claro que no es un gran ejemplo de entrevista, dado que el libro está hecho un poco al revés. Es decir, en este caso es el entrevistado, ora Joaquín Sabina, el que pide ser entrevistado a Javier Menéndez Flores en concreto. El libro al final es un gran pelotazo que podría describirse con una frase que han acuñado los gringos “sucking eachothers dicks”, aunque siempre se hace evidente que la estrellita marinera es Don Sabina.

Sin embargo, a pesar de tanto pelotazo, el libro no pierde calidad. Menéndez Flores siempre tiene la delicadeza de, a fuerza de notas a pie de página, poner al lector en contexto o explicar ciertas cosas que el lector no tiene por qué saber y que completan lo que va contando Sabina, con ese sentido del humor tan cáustico y oportuno que tiene. Y también se nota en cada pregunta y en cada intervención que Don Menéndez Flores se trabajó mucho la entrevista o que es un gran conocedor en el tema Sabina. Y es ahí a donde quería llegar. Don Menéndez Flores no me aclara cómo conducir a Don Sabina hasta dónde él quiere, porque más bien parece que es el propio Don Sabina el que va por donde le da la gana. Pero sí que muestra cómo se hace una gran entrevista en condiciones y, sobre todo, como se deconstruye para reconstruirla en un texto coherente, ameno y, sobre todo, bien estructurado.

Agradezco que aparentemente en el mundo hay más Javieres y menos Emamueles. Y agradezco a Don Menéndez Flores que, sin proponérselo, me ha reconciliado un poco con la entrevista. Es como mi Brain Training de la entrevista. =)

Desde aquí, un saludo a Don Sabina, que durante tanto tiempo me ha hecho pasar buenos ratos con su música y sus libros, y a Don Menéndez, que contribuye a esa noble causa.




viernes, 31 de agosto de 2007

EL REPOSO Y LOS HÉROES


En las películas con frecuencia se relatan casos o de enfermedades muy graves que se llevan con gran estoicismo y sentido del humor envidiables, o casos de lesiones que dificultan la movilidad del individuo que son superadas con largas sesiones de trabajo físico y soportando mucho dolor. Todos unos héroes. Lo que no es rentable para una narrativa visual es lo que padecemos la mayoría de las personas: lesiones para las que te recetan "reposo", que te "aparcan" durante largos periodos y que requieren principalmente de "paciencia".

Y no son rentables básicamente porque en reposo no hay "acción". Una persona en reposo se la pasa vegetando. El esfuerzo no se nota en lo absoluto, ya que el mayor esfuerzo se basa en la mencionada "paciencia" y en intentar mantener una dosis cuando menos aceptable de buen humor. Pero, sentada en un sillón, viendo la vida pasar, lo más emocionante que te puede ocurrir es que se te vaya la luz y, por ende, te veas obligada a suspender las pocas labores a las que puedes dedicarte que van, desde la costura, hasta participar en algún foro virtual o escribir un blog. Pero Doggie Houser sólo hubo uno y no tuvo un éxito precisamente abrumador.

Hace unos años me vi obligada a permanecer poco más de un mes sentada, a causa de unos espolones en los talones, y luego otros varios meses de caminata indispensable con dolor. Para una "pronta recuperación" lo que te recetan son antiinflamatorios, reposo y, en última instancia, fisioterapia. Después de muchos meses de movilidad limitada y reducida, consigues hacer una vida "relativamente normal", en la que hay que hacerse a la idea de que no volverás a tener aquellos paseos por el monte, ni podrás ir caminando al centro nunca más, pese a que la ciudad se presta para ello.

Una vez que consigues hacerte a la idea y aprendes a vivir con tu nueva "condición", comienzas a sentir un dolor en la espalda. Después de casi un año tomando relajantes musculares, analgésicos y cuarenta inyecciones de dolorosa vitamina B, por fin un suplente decide que es pertinente que te vea un traumatólogo, al vivir en constante dolor y con muchas dificultades para "estar". Pero claro, que te manten al traumatólogo es, por llamarle de manera elegante, "sólo el principio". Porque nadie te lo informa, pero después de que pasa más de una semana sin que te llamen para darte la cita, preguntas por todos lados y, con tirabuzón, consigues que te informen de que tardan "entre 1 y 2 meses" en llamarte.

Y para pasar esos meses (después de los muchos que llevas a cuestas con una movilidad reducida y dolorosa) te dicen que te tomes tus dosis de antiinflamatorios, relajantes musculares y analgésicos y que "hagas reposo".

Es decir, que en la vida real no puede haber héroes, porque ningún héroe se fragua "reposando". No hay manera de que te "esfuerces" por superar un dolor, hacer fisioterapia y rehabilitación para estar mejor. Tu mejor arma es el reposo y nadie se conmueve con quien permanece sentado, a menos que sea en una silla de ruedas porque no siente las piernas o no las tiene.

Mi caso no es trágico. Mi vida no está en peligro. Lo único que hago es pasar los días medio atontada y con fama de "aprehensiva", porque está visto que tener una salud limitada está prohibido en una sociedad llena de gente sin dolor. Y, en el ínter, puedes observar detenidamente cómo tus curvas se van haciendo más pronunciadas y tus carnes aumentan su potencia. Cosa, irónicamente, contraindicada para el mal que padeces y prácticamente para la totalidad de los males que padece la gente.

Y lo único que te queda, al final, es escribir un coñazo de entrada en un blog que dejaste abandonado ante un veladamente heróico intento de tener "un verano normal", fingiendo ante tus amigos que estás de puta madre y obviando las miradas de "ésta es una hipocondriaca" cuando algunos están presentes cuando el dolor comienza a hacerse más intenso.

Alguna vez estuve "sana", pero tenía depresión y, por lo tanto, ninguna gana de hacer nada. Lo que hacía, lo hacía "por obligación". Hace mucho que conseguí deshacerme de esa depresión y, ahora que tengo ganas de hacer un montón de cosas, tengo que limitar esas ganas a lo que pueda hacer sentada en un sillón. Y me considero afortunada de tener a mi disposición un "portátil" que me permite compartir mi poca heroicidad con quien decida leerme, entre otras cosas.

Desde mi sillón de los achaques, un beso a los que no sienten dolor. A los que lo sienten, ojalá y les llueva un portátil. ;o)

Suza.

miércoles, 25 de julio de 2007

LOS BENEFICIOS DE LA SGAE


Son las siglas de "Sociedad General de Autores y Editores" y ejercen en España, aunque tienen sus "equivalentes" en muchos otros países. Dicen tener más de 66 mil socios y defender la obra intelectual de los mismos. Hasta ahí, vamos bien. La cosa empieza a tener cojones cuando:

A) Cobran un "canon" en TODOS los CD's, DVD's y materiales de esa índole adquiridos de manera "legal" en España. Es decir, que si tú vas al Corte Inglés, Fnac o cualquier otro comercio debidamente acreditado y establecido y compras uno de esos materiales, pagas un "canon" que va a dar a la SGAE.

B) Cobran un "canon" en TODOS los CD's y DVD's vírgenes que se adquieran en el mismo tipo de comercios mencionados en el inciso A.

C) Cobran canon a los bares, restaurantes, discotecas y demás tugurios que tengan una televisión o estéreo con música para disfrute de sus clientes.

D) Cobran canon a las emisoras de radio por la música que emiten (cuando sin la radio, los que se dedican a la música caerían en picado, porque muy pocos se enterarían de lo que han producido).

Y, entre muchos otros cánones que seguramente me dejo sin mencionar, ahora pretenden cobrar canon también por la banda ancha para Internet, por las computadoras que se vendan, según la capacidad de memoria que contengan, etc.

Todo esto bajo la premisa de que "todos somos delincuentes en potencia". Es decir, que todas esas herramientas se usarán, PROBABLEMENTE para delinquir (o sea, para hacer copias ilegales y distribuirlas a mansalva por doquier y/o forrarnos a costillas del trabajo que otros, tan loablemente, hacen).

Desde aquí expongo que:

Por principios morales míos, no compro ningún material en el ámbito conocido como "top manta". Pero por principios todavía más fuertes, no compro NINGÚN MATERIAL tampoco en el ámbito legal de este país, porque ME NIENGO ROTUNDAMENTE a que la SGAE viva de las costillas del consumidor general, sin rendir cuentas a nadie y sin que nadie los fiscalice de manera alguna.

Porque, a todo esto, a mí no me consta que por ejemplo Sting, o U2, o Julieta Venegas o Maná sean socios de la SGAE y, ¿por qué cobran canon sobre todos los CD's y DVD's con material intelectual que se venden en España, si no todos son socios? Le pasan un dinero a todos ellos? A Elton Jhon? A Dolores O'Riordan? A Los Tigres del Norte? ¿Por qué castigan al consumidor legal con un canon sobre una obra que se está adquiriendo como marca la ley?

Por qué castigan al usuario habitual de fuentes de almacenamiento de información, cuando la mayoría los adquirimos con fines de uso privado, es decir, para almacenar datos que nosotros mismos generamos y, cuando en todo caso, la copia privada en España es legal?

Ya que todos somos "delincuentes en potencia", propongo que los sistemas de justicia y penitenciarios españoles cobren un "canon" a todos los nuevos bebés que se generen en este país, y a los nuevos ciudadanos que lleguen de otros países, porque como "todos somos delincuentes en potencia" no tenemos por qué sufragar los españoles (o quienes pagamos impuestos en este país) los gastos que generen todos esos delincuentes en temas de juicios y almacén penitenciario, digo yo. Y otro canon para la policía, que también participa en el combate a los delitos...

Lo peor es que aquí el problema no es tanto la SGAE como el sistema legal español, que permite la existencia de dichos cánones y esos cobros indiscriminados a quienes vivimos dentro de la legalidad. Pues ya lo he dicho. Gracias a la SGAE, no compro materiales con propiedad intelectual en este país. Aprovecho cuando vamos a México y los compro allá.

Que ya les vale. Yo también quiero un chiringuito de esos, no te digo???

viernes, 20 de julio de 2007

¿ES POSIBLE EDUCAR A UN PAÍS?

Dejo esta pregunta en el aire porque yo misma no sé la respuesta. En México, la gente está acostumbrada a ver a los gobernantes como seres superiores, como si fueran de la realeza y merecieran que se les rinda pleitesía en cualquier ocasión, lugar o circunstancia.

Y es por eso que, aunque salga mucha información tanto en noticieros radiofónicos y televisivos, como en los periódicos, acerca de las “fechorías” de algunos de los señores que pueblan las sillas de los distintos ámbitos de gobierno en ese país, la gente no se inmuta. Por un lado, porque están acostumbrados a que nunca se hace nada. Por muy gordo que sea un escándalo, por muy trágica que sea una catástrofe, de todos es conocido que, aunque se cree una “fiscalía especial” para que investigue el hecho, nunca se llega a ningún resultado concluyente que lleve a la cárcel a ningún responsable ni que haga pagar a nadie por sus “errores”, su “negligencia” ni sus “crímenes”.

Por otro lado, porque eso de las manifestaciones está más que quemado y agotado. En México se defiende “la libertad de expresión” y las manifestaciones y los mítines no están “reglamentados”, como en España. De manera que ahí se manifiesta todo aquél que quiere, donde quiere, cuando quiere y, casi, como quiere. En consecuencia, la capital vive “secuestrada” por las manifestaciones y mítines de diversa índole que a diario se producen ahí, y que colapsan y entorpecen la vida diaria de los ciudadanos que intentan llevar “una vida normal” en medio de todo aquél caos de impunidad y excesos.

Entonces, eso de las manifestaciones ya no tiene ningún impacto, porque se producen todos los días, porque son como el sol…

¿Es posible educar a toda esa gente para que aprendan a tomar acciones efectivas que lleven a México a un “hacer” más limpio, eficiente y efectivo? No lo sé. Por eso lo pregunto aquí. De la misma manera que pregunto si es posible educar a los españoles, al menos a los que viven en el norte, concretamente en Vitoria, a que sean menos majaderos y más civilizados…

Porque hace pocos días, yendo yo en mi bicicleta por un bicicarril situado junto a un amplio tramo de acera apta para peatones, me topé con una mujer de alrededor de 40 años caminando tan campante por en medio del bicicarril. Y cuando me acerqué a ella osé informarle “señora, que va usted por el bicicarril”, a lo que ella, sin pensarlo un segundo, contestó de manera expedita “voy por donde me da la gana”.

En esta ciudad se presume mucho de instalaciones, de áreas verdes, de ser no nuclear, de zonas peatonales y de infinidad de recursos que redundan en el bien de la ciudadanía. Y está muy bien. La verdad es que venir de un país tercermundista en donde los impuestos no se ven por ningún lado y llegar a una ciudad llena de “dinero público invertido” abre mucho los ojos…

Desafortunadamente, todos esos recursos se quedan tristes frente a las personas que hacen mal uso de ellos, invadiendo los bicicarriles cuando se va a pie, estacionándose en los lugares destinados a los minusválidos y contestando “yo aparco donde me da la gana. ¿Qué pasa? ¿Te molesta?” a la afirmación de “tío, que ese es un lugar para minusválidos”, cuando se siguen tirando montones de basura en la vía pública, a pesar de que hay papeleras en casi todos los rincones de la ciudad, cuando se siguen vaciando los ceniceros repletos de colillas tanto por las ventanas de las casas como por las ventanillas de los coches y cuando la gente deja el coche en segunda fila, aunque tengan un lugar disponible a 5 metros, para meterse al bar a tomar un café.

Y, reanudo mi pregunta: ¿Es posible civilizar a toda esa gente?

Me parece a mí que un cambio de papeles, digamos durante un mes, en ambos sentidos, nos vendría muy bien a todos. Lástima que eso siga siendo una utopía.


jueves, 28 de junio de 2007

MANÍAS

Pudiera ser cosa de todas las familias, pero yo sólo lo he visto en la mía. Al menos manías tan destacadas como tener una taza específica para equis cosa, o una cuchara que es "MI cuchara". Mi abuelo tenía su cuchara sopera. Había un gran caos a la hora de la comida si la cuchara que estaba "en su lugar" no era ESA cuchara. Su lugar era "SU” lugar y tenía su silla concreta. Al igual que mi abuela. Que nadie osara sentarse ahí ni en esa silla...

También en la sala tenía "SU" lugar, junto a la ventana, donde leía el periódico todos los días. Si llegaba una visita y mostraba la intención de sentarse en el lugar de mi abuelo, de inmediato se le convidaba a sentarse en otro lugar que no fuera ese, porque "ahí se sienta mi marido".

Así que yo, cuando me vi en la, ahora sí, certera intención de dejar el hogar materno, una de mis primeras tareas fue la de buscarme sustitutos para ciertas cosas. Empecé por "la taza de los huevos tibios", que afortunadamente encontré en Florencia. Una muy parecida a la que usaba en casa de mi madre. La compré de inmediato. Hasta la fecha, la uso sólo para comer huevos tibios o crudos. Me faltaba la cucharita. Esta última la encontré en un chinódromo, que es como llama mi marido a los bazares chinos.

Lo más curioso del caso es que mi madre usaba la misma taza y la misma cuchara para la misma cosa. Pero de eso me enteré hasta que volví al hogar materno, como año y medio después de vivir fuera de México.

Todo esto viene a cuento porque el otro día me cargué mi taza “del café”. La despostillé del borde. Pero es mi taza del café, demonios!!! Guardé los pedacitos y los pegué con “Kola-Loka” o “Súper Glú (o Loctite. Aquí tiene muchos nombres el pegamento ese)”, según de qué lado del charco me leas. Ahora el borde es un poco rasposo. Pero sigue siendo mi taza del café. También tengo otra, que es mixta. O sea, la uso para el “Cola-kao” o “Choco-milk” y para los tés.

De México me traje también unos vasos grandotes, que allá usaba para el “Choco-milk”. Esto cambió aquí a raíz de que me puse a dieta y tuve que empezar a controlar cantidades. Esos vasos, sin embargo, son útiles también para preparar micheladas.

Cuando fui a Galicia a limpiar petróleo, a cuenta de lo del Prestige, el alcalde de Noia nos regaló a todos los voluntarios un plato artesanal de ahí. Y ese es “el plato del pan”. Quedó para eso, por aquello de no usarlo con cubiertos y no rallarlo. Y es un buen plato del pan.

Hace tiempo que le digo a mi madre que soy un poco Monk. El personaje me recuerda mucho a mí, sobre todo en la presentación, cuando aparece pisando en un caminito de piedras sólo por donde no hay rallas. Yo recuerdo que hacía algo así de niña, pero no estoy segura de si era en casa de mi abuela o en dónde. Pero siempre que pasaba por el caminito ese evitaba pisar las rallas. Aunque mi madre tuviera prisa, caminaba por ahí dando brinquitos. Pero me rehusaba a pisar las rallas. ¿?

Pues eso. Ahora el mundo ya sabe que vivo a merced de la vajilla. Cuando se despostilló mi taza del café, mi marido sugirió: “habrá que buscar otra”. Yo contesté: “Pero si es mi taza del café!!!”. Por eso la pegué y por eso la sigo usando. Habrá que viajar más y buscarme un repuesto, supongo (no recuerdo dónde la compré, pero ninguna de las 3 tazas es de Vitoria, aunque sólo la de Florencia es de fuera de España).

Mi buena suerte radica en que mi marido me acepta con todo y mis manías y me las respeta. Falta ver, si se nos ocurre multiplicarnos, que nuestros vástagos hereden alguna manía. Habrá que estar preparados.

Un besazo a los que tienen vajilla uniforme.

miércoles, 13 de junio de 2007

CONTINENTES, CONTENIDOS E INCONTINENTES

Pase que en Televisión Española digan que México está en Centroamérica. Pase que en Radio Vitoria se refieran a Laura Esquivel como "escritora sudamericana"...

Pero que en un capítulo de Bones hablen de ir a Colombia como "ir a otro continente" me parece ya excesivo. A todos los que viven fuera de México les tengo una primicia de primera plana: MÉXICO se escribe con EQUIS (X) y está en NORTEAMÉRICA, aunque les pese a los gringos. Y hablando del "país más poderoso del mundo"...

Me molesta sobremanera que se refieran a sí mismos como "América". "América somos todos, señores, desde los que malviven en Groenlandia, hasta los que cohabitan con los pingüinos en la Patagonia. YO soy AMERICANA, con todas las de la ley. Imaginemos por un momento que, por poner un ejemplo, a los franceses les dé por referirse a sí mismos como "Europa". Y entonces cada vez que su primer ministro habla de Francia dice sin tapujos "Europa" o "nosotros, la gente Europea". Y que en alguna serie francesa digan que para ir a Islandia hay que "ir a otro continente". Y que construyan un muro en la frontera con España. Y que certifiquen a España por su lucha contra la inmigración, cuando Francia importó moros al pormayor en otros tiempos... ¿Suena de locos?

Pues es lo que hace EU. Aunque le joda, México está en Norteamérica, y si en México se producen drogas es porque los gringos las consumen. Y para aclararnos de quiénes están en dónde: Norteamérica comprende desde Groenlandia hasta México. México, a su vez, colinda al sur con Guatemala y Belice. Es en estos dos países donde comienza Centroamérica y termina en Panamá y su codiciado canal. Si lo quieren identificar en el mapa, Centroamérica es únicamente el "choricito" que une la masa gorda de arriba con la masa gorda de abajo. Esa masa gorda de abajo es Sudamérica. Las dos masas gordas y el choricito forman "América".

Respecto a la serie de Bones, no me queda claro si fue un fallo de los gringos o un fallo de los dobladores ibéricos. En cualquier caso me parece imperdonable.

Saludos y disculpas por esta clase de geografía obligatoria. Mi besito en esta ocasión es para....

Tachán!!!

Sí. Tachán se ha ganado mi besito de esta edición. =P

lunes, 28 de mayo de 2007

ASUNTOS VARIOS

OMBUDSMAN VS. OMBUDSMAN
Recientemente en el DF se aprobó una ley que despenaliza el aborto en esa ciudad, promovida por el PRD. El PAN, como buen partido ultracatólico, se opone. El Ombudsman del DF la apoya. El nacional se opone ¿? El Colegio de Abogados Católicos ¿? se mueve para intentar dar marcha atrás a esta ley, apoyados por la Iglesia Católica. Dicen que es una ley anticonstitucional.

Me declaro ignorante tanto de la Constitución Mexicana como de los caminos correctos, adecuados y expeditos para poner en marcha leyes. O sea, que no soy abogado, pues. Pero, desde mi ejercicio de ciudadana, expongo:

1. ¿Con qué cara viene la Iglesia Católica a siquiera atreverse a opinar sobre el tema, cuando sobre sus espaldas pende un montón de montones de muertes, torturas pendejas y sangre, entre las Cruzadas y la Santa Inquisición?
2. ¿Cómo puede haber 2 personas que, ejerciendo el mismo trabajo, sólo que en distintos niveles, tengan posturas completamente opuestas? ¿Qué valen más: Los derechos de una madre no preparada que ve cómo su vida se va por el caño o los de un nonato que vendrá, no sólo a hacerle la vida de cuadritos a una madre que no lo quiere, sino a sufrir las consecuencias de la intromisión de unos cuantos hipócritas que se creen con derecho a meter las narices en mi vida y en la de todas las mujeres?
3. No soy pro-abortista. Considero que el aborto es una cosa fea y carente por completo de elegancia y ética. Sin embargo, por encima de mis creencias y mis deseos, defiendo el derecho que deberíamos tener las mujeres sobre nuestro cuerpo y nuestra vida. Defiendo el derecho de las mujeres de escasos recursos a tener los mismos medios que las que tienen dinero a decidir sobre su futuro y su vida cuando todavía están a tiempo. Porque, en México, la única diferencia es esa: Las que tienen dinero se van a Houston a que les hagan "un arreglito" y las jodidas se quedan en México, más jodidas, sin que a todos esos que a grito pelado dicen defender "vidas inocentes" les importe un carajo el destino de esas madres e hijos desafortunados, sin que muevan un dedo para mitigar las consecuencias de un momento de calentura mal avenido que, dicho sea de paso, la Iglesia Católica se encarga de promover al gritar a los cuatro vientos que el uso del condón y la píldora es un pecado gravísimo. Porque, seamos realistas, es muy fácil abstenerse de pecar usando un condón, pero no de pecar fornicando con el primer bistec que se nos pone por delante, en plena revolución hormonal durante nuestra adolescencia o el inicio de nuestra vida adulta.
4. Me da igual si resulta que el aborto es "anti-constitucional". No perdamos de vista que esa tan "sagrada" Constitución es una HERRAMIENTA, creada por y para el hombre, y que debería ser susceptible de sufrir modificaciones para adecuarse a las distintas eras y tiempos por los que, de normal, atraviesa una nación. Por lo tanto, si la susodicha Constitución impide que en México se imponga un derecho necesario para las mujeres, es necesaria una reforma.
5. Estoy segura de que, si los portadores del sacrosanto poder de reproducción fueran los hombres, no habría ninguna polémica en torno a este tema y la Iglesia Católica no estaría objetando un asunto que no le compete en un país que se supone es laico, porque de todos es sabido que la mentada castidad es más un mito que otra cosa.
6. La despenalización del aborto no provocará un aluvión masivo de abortos en México, como hacen creer algunos. Simplemente disminuirá y, con suerte, eliminará del todo los peligros que miles de mujeres afrontan al ejercerlo en clínicas clandestinas en donde se practican abortos sin garantía ninguna ni de pericia y conocimiento médicos ni sanitarias o de higiene.
7. ¿A alguno se le ha ocurrido preguntar qué pensamos las mexicanas al respecto? No. Seguimos siendo un cero a la izquierda. El "nomás la puntita" prima porque ellos no se quedan con la barrigota, los gastos, el desprestigio y el vilipendio de quienes ceden ante su insistencia y su (la de quienes insisten en que "nomás la puntita") calentura desobligada e irresponsable.

VISITAS SOCIALES DEL PRESIDENTE
El señor Calderón realizará una gira por Europa que incluye reuniones varias con diversas personalidades. Entre ellas, destaca una visita al Papa Benedicto Dieciséis, con la venia de nuestros diputados y senadores, a costillas de todos los mexicanos y mexicanas económicamente activos y no defraudadores del erario público. Y me pregunto yo: ¿Por qué el señor Presidente no deja esa visita de cortesía para sus vacaciones o para una ocasión en la que tenga que ir a Italia a otro asunto que sea verdaderamente laico, como indica nuestra tan sagrada Constitución respecto del gobierno de nuestro país? ¿En qué nos beneficia a los mexicanos que don Calderón visite a don Benedictino? Que alguien me lo explique, por favor.

MAESTROS Y... ¿EDUCADORES?
Están que trinan por una modificación a la ley del ISSSTE. No sé en qué consiste la susodicha modificación y, visto lo visto, no es que me interese del todo. Esos que se llaman a sí mismos "maestros" van por todo el país haciendo destrozos, defecando en lugares públicos, impidiendo el libre tránsito y gritando vituperios a diestra y siniestra. Y son ellos quienes tienen en sus manos, durante más de 5 horas al día, la instrucción de las futuras generaciones de mexicanos y mexicanas.

Durante estos días han demostrado que:
1. Antes que maestros y profesores, son gente del pueblo llano que no tiene nada extraordinario qué ofrecer a sus pupilos en las aulas y que, peor que eso, seguramente van a dejarles más perjuicios que beneficios.
2. El sistema magisterial mexicano, más que en decadencia, está putrefacto. No sirve. Está viciado y no hace más que consumir recursos que no redundan en lo absoluto en ningún beneficio para el pueblo.
3. Ni ley del ISSSTE, ni sindicatos ni leches. México necesita borrar por completo el sistema educativo nacional y renovar la educación del país con sindicatos independientes y competencia real entre quienes acceden a las plazas de trabajo en las escuelas primarias públicas, así como mejores condiciones salariales, de salud y de trabajo, así como un verdadero filtro de acceso a estos puestos de trabajo, de manera que se garantice que son los mejores elementos quienes se encargan de instruir a nuestros mexicanitos.
4. Yo misma fui testigo de la putrefacción del sistema, al pedírseme, poco antes de venir a Europa, que realizara un reportaje sobre el estado de las escuelas públicas en Jalisco. Me rehusé a hacerlo, principalmente porque disponía de poco más de 1 mes para hacerlo y, ante mis hallazgos iniciales, determiné que era muy poco tiempo para sacar al aire algo verdaderamente completo, imparcial, contundente y, sobre todo, bien hecho. Sin embargo, me limitaré a mencionar parte de esos hallazgos, que hasta la fecha rondan con horror en mi cabeza:
* Es frecuente que, los (as) profesores (as), ante una desgana de enseñar o la falta de un tema concreto qué exponer, dicten con su ronco pecho la instrucción de "Números del 1 al toque", es decir, repetir los números en orden ascendente hasta que la campana de recreo o de salida haga su triunfal aparición.
* Es frecuente que, los (as) profesores (as) "le pidan" a alguno de sus alumnos que salga de la escuela y vaya a "los tacos" a comprarle su desayuno al profe y que éste lo ingiera dentro del aula, delante de más de 30 alumnos, muchos de los cuales no han tenido "la suerte" de desayunar. Sin embargo, es conocido de todos los alumnos que "está terminantemente prohibido comer dentro del aula".
* Es frecuente que los profesores no sólo enseñen datos erróneos, sino que rehúsen e incluso castiguen cualquier corrección al respecto por parte de un alumno. Mi propio hermano sufrió estos hechos y tuvo que verse obligado a contestar erróneamente un examen, a fin de aprobarlo, simplemente porque su maestra no aceptó como argumento la enciclopedia que mi hermano llevó para corregir aquello que estaba enseñando como dato veraz y amenazó con reprobarlo.

Querido México: A ver si todo este desmadrito plantea, de una vez por todas, el principio del cambio, el principio del progreso, el principio de un nuevo México. Estoy exhausta de ver cómo se expande tu retraso hasta el infinito y con la venia de mucha de tu gente. Un beso, querido México.

domingo, 13 de mayo de 2007

ASUNTOS FAMILIARES


Los padres de familia, en general, quieren que sus hijos, si han de terminar de pareja con alguien, ese alguien sea "bueno". Luego los parámetros de "bueno" pueden variar mucho de una familia a otra. El caso es que rara vez los progenitores nos instruyen respecto de la familia del "candidato". Algunos dicen que "te casas con él, no con la familia", lo cual es un error. Por supuesto que uno se casa con la familia!!!

Además, observando a la familia del candidato se pueden conocer muchas cosas del ídem que pueden ser trascendentales a la hora de la vida en común; el tipo de educación que ha recibido, lo que acostumbra comer, la manera de pensar, etc. Cuando nos casamos pasamos a formar parte de esa otra familia y más nos vale que nos guste. Por supuesto que no se puede generalizar. Habrá casos de un gran elemento nacido en una familia disfuncional y viceversa, pero yo creo que son los menos.

En mi entorno social hay un caso de ruptura entre la madre de él y su esposa. Hace poco más de dos años de eso y la madre de él no conoce a su nieta, de dos años. Ni siquiera le han enviado fotografías. Viven en la misma ciudad y en eventos sociales masivos, como funerales y reuniones, se suelen producir situaciones muy incómodas para todos y no sólo para los involucrados.

No sabemos bien las causas de semejante conflicto, pero yo soy de la opinión de que, menos en casos de violencia contra de nuestros hijos, alcoholismo, pederastia o cosas así de fuertes, si de plano tenemos una situación irreconciliable con nuestra suegra, lo menos que podemos hacer, por amor a nuestro marido y a nuestros hijos, es permitir al menos que él visite a su madre y le lleve un rato a sus nietos de vez en cuando. Se trata de la familia del hombre que supuestamente más queremos, nos guste o no. Los elegimos a todos ellos cuando aceptamos casarnos y los llevaremos colgados del cuello mientras dure el matrimonio. Y, lo más importante, son los abuelos de nuestros hijos. ¿No merecen un poco más de respeto y consideración al menos por ese hecho, aunque no se lo ganen ante nuestros ojos?

viernes, 20 de abril de 2007

LOS SONIDOS DE LAS VACACIONES


Los que han estado en Galicia dicen que es muy bonito, pero nunca sabes “qué tan bonito” es hasta que no cruzas la frontera entre Castilla León y la comunidad de los mariscos. La diferencia es notoria, ya que el paisaje pasa de ser plano y sin vida a llenarse de montañas y árboles centenarios.

Después de unos kilómetros de bosques montañiles te encuentras con el primer desencanto, que son los restos de los incendios exhaustivos del año pasado. Hectáreas y hectáreas de cenizas y árboles calcinados, alimentando un paisaje árido y con algunos retoños de plantuchos que renacen como el ave fénix.

Una vez cerrada la boca (el mal trago nunca se digiere), llegamos a nuestro destino: Vigo. Se trata de una ciudad de tamaño medio, con puerto y con infinidad de cuestas que la convierten en una “ciudad diagonal”. Poco después de entrar a la ciudad, nos topamos con unos “caballitos”, una glorieta de referencia obligada para orientarse o encontrarse con alguien para ir a algún sitio. Fue ahí donde quedamos de vernos con nuestros más recientes amigos, aquellos que endulzaron nuestros días de vacaciones gratuitas en Punta Cana, y con quienes fortalecimos más todavía nuestros lazos de amistad y afinidad durante estos cuatro días de “recogimiento” que, me parece, nadie utiliza ya para tal efecto.

Vigo también ofrece infinidad de antritos con diversas temáticas para tomarse una cerveza o un vinito todos los días y no aburrirse con la decoración. Según me cuenta mi amiga-anfitriona, en Vigo proliferan con gran profusión las bandas de rock alternativo y los lugares de exhibición de las mismas, de manera que empieza a generarse un mercado musical bastante interesante y prometedor. No pudimos asistir a ninguna función (como nosotros, los viguenses, vigueños, vigosos, que no vigorosos, o cualquiera que sea su gentilicio, estaban también de vacaciones, con lo cual la ciudad estaba de lo más tranquila y vacía. Una delicia), pero a cambio vimos un cachito de la procesión (¿del silencio?) con los “Ku Klux Klan” (cualquiera me mata, pero es que el traje es igualito, pues…) de rigor y las señoras de negro con peineta, entre santito y santito.

Entre los roles turísticos recorrimos Santiago, la capital de Galicia y hogar de la bien conocida vieira del peregrino, abundante en puestos de souvenirs para turistas repletos de bastones-vieira y demás equipamiento religioso. También fuimos a La Toja (yo no sabía que el susodicho manantial era gallego. Siempre se aprenden cosas con los viajes) y nos encontramos con un museo-compreustednuestrosproductos pequeñito, pero interesante.

El balneario está en una isla a la que se accede a través de un puente y tienen ahí toda la instalación para pasar unos días en tratamiento-aguangamiento del ser, con los balnearios, masajes y todo el kit, además de una capilla con paredes de concha.

Entre paseo y paseo, visita y visita, comidas sabrosas y abundantes. Burp! No pudieron faltar en el menú los mejillones, las navajas y las ostras; el queso de tetilla con membrillo, el famoso albariño (menos pa’ mí, por razones ampliamente explicadas en capítulo anterior de esta ilustre coluCna), unas croquetas de pollo de la abuela de mi amiga que estaban de no mames, y una fabada asturiana que, aunque no viene a cuento con Galicia, pues es de sus vecinos de al lado y estaba de p… madre.

Y hablando de Asturias. Al volver paramos en Gijón. Ciudad más bien sosa, tirando a fea. Con playa, eso sí. Pocos bares, pocos restaurantes. La primera noche cenamos en el restaurante del hotel. Nos sentamos cerca de otra pareja menos joven que nosotros y, como gente educada que somos, desarrollamos la conversación en un volumen bastante bajo, para no molestar a los vecinos. Así que aquello estaba como biblioteca, porque sólo éramos ellos y nosotros. De pronto, escucho un mglup (sonido de cuando tragas líquido, en plan efecto de sonido y con megafonía) y me dije “el señor de la otra mesa se habrá atragantado” (como cuando das un gran trago de agua y te duele cuando pasa por la garganta).

Pues nada. Al rato otra vez, el sonido con megafonía. Comenzamos a comentar el tema, así, en bajito. Le traen el café al ñor, y va de nuez! Pero qué joder, si la taza es pequeñita!!! ¿De dónde saca este hombre tanto líquido para hacer semejante ruido al tragar? Y no es que fuera molesto. Pero es que costaba mantener la serenidad y no soltar una carcajada, de veras! Yo, es que si intento hacer todo ese ruido, me cae que me pasa lo del dolor de garganta! Bueno, eso teniendo en cuenta que soy tan inútil que ni siquiera sé eructar.

En fin. El señor iluminó mi cerebro con la anécdota de esta semana y por ello le doy las gracias. Garganta Hulk aparte, la pareja era bastante educada, me parece.

Hace una semana que terminaron las vacaciones y escribo hasta hoy por culpa de los deberes atrasados que se acumulan por culpa de las mismas: toneladas de ropa sucia, la casa hecha un asquito, desfacer las maletas, etc.

Pero aquí estamos de nuez. Que viva Españaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

Je je. A ver si alguien viene y me lincha. Acabo de violentar una de las reglas sagradas euskaldunes. Pero es que al volver se acaban los sonidos. Los sonidos de las vacaciones.

Un besito linchado,

Suza.

martes, 3 de abril de 2007

CUANDO EL CUERPO TE HACE MANITA DE PUERCO

Nunca tuve problemas de peso hasta que me vine a Europa. Y cuando no has tenido problemas de peso, no entiendes a quienes los tienen. Para no hacer el cuento largo, entre dejadas de fumar, dietas abandonadas y 2 años de postramiento en un sofá por culpa de mis pies, llegué a pesar 64 kgs. Esto es, 12 kilos más que mis 52 de toda mi vida adulta.

Lo primero que ataca el sobrepeso es a la vanidad. El primer golpe viene cuando ya no te queda la ropa que tienes. Vas a comprar nueva y cosas que a ojillo antes te quedaban pintadas, ahora no te entran. Así que el segundo golpe te viene cuando ya no sabes qué talla eres (antes tampoco lo sabías del todo, pero nunca te habías visto en la necesidad de saberlo, porque escogías a ojillo y todo te quedaba bien).

Con la primera dieta pasé mucho estrés, mucho mal genio y mucha frustración. Psicológicamente, las dietas tradicionales son como veneno: cuando llegas a tu límite empiezas a comer cosas “prohibidas” y lo de “pecar” tiene muchas repercusiones: “Te estás haciendo daño a ti misma”, “no te quieres”, “a nadie le gustas y no le vas a gustar a nadie si te sigues comiendo esta dona que, además, ni siquiera está tan buena”, etc. Sin fin de pensamientos horribles pasan por tu cabeza.

Como lo de bajar de peso se convierte en misión imposible, lo siguiente es “aprender a quererte”. Empiezas por compararte con las chicas que ves por la calle y que te llevan mucha ventaja en el sobrepeso. Al final, terminas agradeciendo a todas aquellas que se pasean con su profusión de carnes como si nada, porque a ti te hacen quedar muy bien. Y terminas por aceptar que, aunque no estás tan bien como quisieras, tampoco estás “tan mal”.

Pero cuando crees que la guerra ha terminado, tu cuerpo agarra y dice “De terminado nada, torda!!! Que estoy hecho una piltrafilla y tú no me haces ni puto caso!!!”. Es entonces cuando has empezado un largo round de esgrima, un tira y afloja, hasta que ves que te has quedado sin correas.

Yo, francamente, agradezco la manita de puerco que me hizo mi cuerpo (valga la cacofonía y el trabalenguas). Porque probablemente, al aprender a “quererme”, me hubiera dejado llevar aun más por la dejadez, y hubiera entrado en el club de aquellas que “levantan la moral” a quienes “no están tan mal”.

Los episodios de la guerra fueron:
1. Los pies. Espolones, fascitis plantar, plantillas, infiltraciones, cirugía, más infiltraciones, otras plantillas… Conclusión del último médico: “Perder peso le vendría muy bien a tus pies”. Conclusión de la que se quiere: “Pos es que no peye, oiga…”
2. La espalda. Dolor lumbar, pastillas, días sentada, más pastillas y círculo vicioso de “como no me puedo mover, no puedo cocinar, así que como precocinado”. Ergo, no te mueves, comes mal, subes de peso. Conclusión de la que se quiere: “Será que bajando de peso se me quita el dolor?”.
3. El sistema digestivo. Reflujos, agruras, dolor como de úlcera (que al final resultó ser “una herida” en el esófago –esofagitis-, producida por los reflujos constantes), y un montón de pruebas horribles. Conclusión del médico: hernia de hiato. No comas mucho y evita lo prohibido (lo de siempre: grasas, café, alcohol, tabaco… Y además: chocolate y menta ¿?) Bajando un par de kilitos se desaparecerá el problema, ya verás. Conclusión de la que se quiere: “Y sólo con un par de kilos se me va a quitar toda esta mie… ércoles por la tarde, oiga? Ni usté se lo creé, fíjese. Pero bueh! Ya veremus”. Ná. No hay manera de entrar en razón (y por ende, “en cintura” menos).
4. El páncreas. Tomas alcohol, te duele. No tomas, no te duele. Mere. Abstemia desde el 12 de enero, por culpa de un fuera de lugar de las amilasas.

Pues eso. Que ahora voy que chuto. En todas mis dietas, nunca había prescindido del alcohol. En esta ocasión, se conjuntó que retomé el programa más exitoso y llevadero que he hecho, en enero, y, sin el alcohol, he bajado de peso con una constancia asombrosa y sin hacer mucho ejercicio (porque los males 1 y 2, más otros que no vienen a cuento, no siempre lo permiten).

El caso es que, con un 10% menos de peso alcanzado, me siento increíblemente mejor. Respiro mejor, camino mejor (ya no me chicotean las piernas! Es un milagro!... Ejem. No, ni madres! Ni milagros ni leches!!! Que aquí ha habido un esfuerzo y una disciplina bastantes férreos!!!), y me ha dejado de doler casi todo.

De todo esto que seguro que a pocos interesa, se puede concluir que, en la mayoría de los casos, si el cuerpo no nos hace manita de puerco, nos dejamos llevar. Nos vamos por lo fácil, que es “aprender a querernos” y convertirnos en “una gordita feliz”, en lugar de intentar recobrar la salud, esa que no nos damos cuenta que hemos perdido, porque la pérdida se esconde debajo de nuestra piel.

Se supone que con este 10% he ganado mucha salud: menos riesgo de infartos, de trombos, menos colesterol (sólo una vez me ha salido fuera de rango, hace mucho), menos triglicéridos y más Omega 3. Pero no sólo he ganado en la salud que se manifiesta en los análisis, sino en la que se manifiesta en el ánimo. Ahora no me siento culpable por lo que como, porque lo hago de manera responsable. Mi cuerpo (y el programa dietético que sigo) me ha enseñado a disfrutar enormidad de cada manzana o de cada mandarina que me llevo a la boca, y a olvidarme de las croquetas que se me podrían estar antojando en ese momento. Y no es que tenga prohibidas las croquetas. Puedo comerlas si se me antojan. Pero es que como he aprendido lo que “vale” la comida, pues ahora las croquetas, la morcilla, el alcohol y todo aquello que los médicos “prohíben” a la mínima, se me antojan menos.

Finalmente, me siento agradecida de tantos males. Todos ellos, en equipo, me han evitado llegar a la obesidad y me han obligado a retomar el camino correcto. Voy a la mitad y lo que veo es que ya me queda muy poco por delante. Hoy escribo esto, no para que algunos se aburran, sino para que otros mediten un poco acerca de los males que tienen y se pregunten de qué precipicio los están alejando…

Un besito sano,
Suza.

P.D. Felices vacas!!! =)

martes, 27 de marzo de 2007

VISITA A LOS MADRILES


Esto de vivir en Vitoria la vuelve a una pueblerina. En mi última visita a Madrid me di cuenta de que ya perdí la costumbre a muchas cosas: Al ruidajo de una gran ciudad, a los indigentes (aquí "sin techo"), a los pedigüeños y a que las farmacias tengan un horario más amplio. En mi primer día de paseo por la Gran Vía fue lo primero que noté: el ruido. No sé si es que mis oídos se han vuelto delicados, pero era verdaderamente molesto. Lo bueno es que se pasa pronto si te distraes viendo todos los enormes edificios que abundan en esta ciudad. A mí me siguen impresionando las grandes estatuas que adornan los tejados de algunos.

Como buena gran ciudad, también tiene sus espectáculos públicos gratuitos: una señora en la calle Preciados que, hincada en el suelo como si rezara a la Meca suplica a gritos que le den algo para comer, mientras alguno se apiada y le echa unas monedas mientras le dice que en la "comunidad" la pueden colocar, que vaya y pregunte. Me imagino que el señor no pasa por ahí muy seguido, porque a la señora la vi en sus "lamentos" todos los días. Yo, acostumbrada al modus vivendi tapatío, no doy ni una moneda a nadie.

Otra cosa chida de los grandes edificios son las vistas que hay desde ellos. Para prueba, la foto que engalana la coluCna de esta semana. La tomé mientras esperaba mi comida en la terraza del Corte Inglés de Callao. Al fondo se aprecian los tejados del Teatro Real y del Palacio Real más al fondo, a la derecha. Ese día hacía mucho viento y se oían unos ruidos muy feos allí arriba. Se anunciaba el temporal, mismo que me perdí en Vitoria, con la nevada más gorda de todo el año. Cuando volvimos sólo quedaba el cochinero que suele quedar tras la nieve.

En uno de mis periplos por la gran ciudad decidí vistar el Museo Thyssen. Me recorrí toda la colección habitual y, como de costumbre, me fijé en aquello que no es noticia; el cuadro que más me gustó no figura en ningún lado: ni en las guías, ni en los grandes catálogos (y mira que son dos librotes bien gordos!!!) ni en ningún souvenir. Esto me recordó aquella ocasión en que fui de ilustre representante de don Chema-muriá al University Club, en Guadalajara, a la inauguración de una exposición de una pintora, de temática rural. No sé si se les quedaría un cuadro de una exposición anterior o qué, el caso es que me recorrí toda la sala, que consistía básicamente en cuadritos de casitas rurales con inditos, con lluvia, sin lluvia, con plantitas. En fin. Con mucho colorido. Y al final de todo estaba un cuadro que no pegaba nada con la temática en cuestión: en un marco blanco (bastante feo, he de aclarar) estaba un cuadro azul que mostraba una bota vieja cortada de perfil por la mitad y pegada en el lienzo, con unos trozos de periódico, todo teñido de azul obscuro. No sé si es que tengo una gran fijación por los zapatos, el caso es que aquel cuadro me encantó y me quedé mirándolo a gusto, largo y tendido.

Nunca pensé que mi abstracción causaría ningún impacto, pero cuando salí de ella había un montón de gente a mi alrededor, admirando el mismo cuadro extraño, y haciendo caso omiso del resto de la colección. ¿?

En el Thyssen no me pasó lo mismo, afortunadamente. Sólo yo me enteré de que aquel "Desnudo No. 1" no figura en el consumismo de los visitantes de museos. Bueno yo y la señorita que atiende la caja de la tienda de souvenirs del museo. En cambio, el "Verde sobre Morado" sí que está!!! Y lo pensé cuando lo vi. Ya me temía que algo así iba a pasar. En cuanto empiezas a ver cosas de esas que dices "pos como que yo hago un cuadrito y vengo y lo cuelgo", malo. Para quienes no han entrado en el museo, les puedo decir que es un gran lienzo pintado de morado, con un gran cuadrado verde encima, un poco más pequeño que el cuadro general. Aparte de las agujetas de pintar un lienzo tan grande, y de la mezcla para obtener los susodichos colores, pos como que no le encuentro el arte, tú. ¡¡¡Seré analfabeta!!!

La semana se salvó con una visita al teatro: Los Productores me dejaron alucinada. No es que yo haya ido mucho al teatro, pero es lo mejor que he visto en mi vida. Un despliegue de medios alucinante y una clara firma de su autor, Mel Brooks, a lo largo de toda la obra. Don Santiago Segura, mejor conocido como "Torrente", no es que cante muy bien, la verdad. Pero sabe actuar y la obra, a pesar de ser larga, se pasa como agua. De esa noche rescatamos la foto que engalana la parte derecha de éste, su antro (sí, ya chole con la foto de la bufanda. Que ya la cambio, pues).

Aparte del frío que pasé, tanto dentro como fuera del hotel, no hay otra cosa qué destacar. Bueno, que al llegar a la habitación el primer día, corriendo para ir al baño (llevaba más de una hora queriendo ir y por evitar infecciones me esperé hasta llegar a la habitación del hotel), lo primero que veo al entrar son un par de maletas y un portafolios en la mesita. "Jony, dis sit is teiken", le dije a mi querido cónyuge. Agarré mis chivas tal cual entré con ellas y volví al pasillo. Él agarró el teléfono y llamó a recepción. Salió tras de mí y cerramos la puerta. A esperar que subieran a aclarar el desaguisado (menuda palabreja para describir algo que nada tiene que ver con comida), mientras los ojitos se me ponían cada vez más amarillos. Finalmente nos pusieron en otra habitación, en otra planta, de la que me pasé renegando hasta que nos cambiaron a la misma planta que la primera vez, porque no había manera de calentar esa habitación. Mal hotel. No repito y desrecomiendo. Tryp Menfis, pa'l que necesite saber. Al cabo la zona está llena de hoteles. Por probar malos no pararemos!!! Je je.

Un besiño y felices próximas vacaciones! Nosotros nos vamos a Galicia, a visitar a los amigos que quedaron de "LA SUERTE DE LA FEA".

martes, 13 de marzo de 2007

FELIZ CUMPLEAÑOS, ABUELA


Muchas instituciones celebran 100 años de muchas cosas, pero pocas personas lo hacen. Yo recuerdo a mi abuela diciendo, desde que yo era niña "ya me quiero ir". Pero ná. Aquí sigue, con el mismo humor, la misma memoria y la misma salú.

El cuerpo ya no funciona igual, eso sí. Fallan los ojos, fallan los oídos, el olfato... Pero ninguna enfermedad, ningún dolor. Encerrada, desde hace varios años, en un cuerpo que se va deteriorando como los libros en una biblioteca antigua.

Y sin embargo, conserva el ánimo para festejar éste, su cumpleaños número un siglo. Detrás de sí deja una gran historia de anécdotas inéditas, 5 hijos que son, en una definición estricta, gente de bien, y un bonche de nietos, de los cuales la gran mayoría no han tenido la fortuna de disfrutar de una abuela única, no de cuento, pero sí de novela.

Gracias a ella conservé mi niñez, a pesar de haberse visto mancillada al perder a mi padre a los 5 años. Adquirí el gusto por la cocina, por la costura, por homenajear todos los días a un esposo de cuento, y pasé los mejores momentos de una etapa que odiaba porque no me permitía ser dueña de mis decisiones ni de mi destino.
Todavía recuerdo aquellas agradables tardes en el cuarto de la plancha, en donde la escuchaba contar historias de la biblia, sentada en una silla, mientras ella planchaba de pie. Aquellas mañanas en que me dejaba jugar con sus botones y sus artículos de costura, mientras ella se hacía sus propios brasieres en la máquina de coser y le remendaba los calzones a mi abuelo. Aquellos cumpleaños en que nos dejaba limpiar con los dedos los sobrantes de la masa de su delicioso pastel de chocolate. Aquellas navidades en que me dejaba ayudarle con los buñuelos, y luego me regalaba unas pantuflas tejidas por ella misma, para mantener mis pies calientitos.

Me enseñó a no comer entre comidas. Me enseñó a combatir las adversidades con inteligencia. Me enseñó a hacer arroz, a bordar, a tejer, a tocar el piano (no aprendí, pero ella se empeñaba en que yo tocara), a jugar a las cartas, a las damas chinas, a ver las telenovelas en plan irónico y satírico, a ser feliz con lo que se tiene.

¿Defectos? Claro que los tenía. Como todos. Pero ¿quién los recuerda cuando está cumpliendo 100 años, lejos, del otro lado del planeta, a demasiados euros de distancia que sólo hacen más evidentes los grandes tesoros que me regaló a lo largo de su vida de abuela?

Lo único que puedo regalarle es este homenaje y mi más grande deseo de que el siguiente paso en su existencia esté lleno de plenitud y felicidad. Y que llegue en el momento justo. Ni antes ni después. Como ella. Un gran beso de cumpleaños, doña Aurelia. Bébase un tequilita a mi salú.

martes, 6 de marzo de 2007

DE SUEÑOS Y MOTORES

Siempre he sido "la rara" de todos mis círculos sociales y familiares. Con 16 años, sin licencia de manejo todavía, si a mi madre se le paraba el coche yo le abría el cofre ("capó" para los españoletes), movía un par de cables y conseguía que arrancara de nuevo.

Cuando compré mi primer coche, le pedí a mi hermano que me acompañara al "tianguis" (mercadillo aquí) de coches a echar un vistazo. Me enamoré de un Caribe 86 (aquello fue en el 96) rojo (me parece que en España siempre ha sido "Golf". Allá -en México- lo fue hasta que evolucionó a modelo superior en 1987 -Mi Caribe era "último modelo"-) que parecía estar en bastante buenas condiciones (se veía bien por fuera y por dentro: buen estado del tablero (salpicadero ¿? -Nunca he entendido este nombre para dicho artefacto en España. ¿De qué tipo de salpicaduras protege?-), la tapicería, la carrocería. Encajaba con mi presupuesto. Mi hermano también aprobó la elección. Mi siguiente paso fue poner de acuerdo al vendedor y a mi mecánico (como yo era la que le hacía todos los servicios al coche de mi madre, me entendía de perlas con el mecánico y ya era hasta mi amigo) para que este último revisara mi posible adquisición. Me dijo que estaba bien el coche.

¿Por qué me gustó? Para empezar, no era un VW sedán. Me gustan los bochos, pero son incómodos. Tienen el tablero muy alto (yo soy más bien chaparra. Mido poco más de metro y medio), no tienen ventilación (con lo que en medio de una tormenta te la pasas limpiando los cristales. Aunque de poco te sirve porque con los mini-limpiaparabrisas que tienen tampoco puedes ver nada con el agua que cae) y el motor, al estar más bien dentro del vehículo, no te deja platicar si vas acompañada, ni oír a gusto la radio, del ruido que hace.

En fin. Que tenía mi Caribe . El caso es que ese primer coche es uno de mis más grandes tesoros que conservo en el baúl de los recuerdos (lo vendí antes de venirme a Europa). Alguna vez le arreglé el interruptor de las luces de crucero con un palillo de dientes (chapuza provisional, pero conseguí que no se chafara la noche por falta de faros encendidos) y casi siempre sabía lo que le pasaba cuando le salía un ruido nuevo. Viajé mucho en él y disfrutaba muchísimo tener un coche a mi entera disposición, siempre que yo lo necesitaba o quería ir a algún sitio, sin tener que hacer méritos ni pedirlo prestado a nadie.

Alguno de los tantos incidentes "poco frecuentes" en la sociedad que tuve con mi coche fue encontrarme chavos de mi edad, parados a un lado de la carretera con el coche descompuesto y solucionarles yo misma el problema. Lo único que nunca pude hacer yo sola fue cambiar una llanta y eso más por falta de fuerza que de conocimiento (sé perfectamente cómo se cambian las llantas. La cosa es que para cuando hay que subir la llanta buena al tambor ya no me quedan fuerzas ni para respirar)

En fin. Que uno de mis sueños no realizados es ser corredora de fórmula 1. Me gustan los coches. Siempre me han gustado. Y me gusta manejarlos, probarlos todos y sentir el rugido del motor en mis tripas.

Todo esto viene a cuento gracias al blog de un nuevo cliente de este bar, conocido como YOKOLANDIA, y su capítulo PUES SI QUE ESTAMOS BUENOSSSSSS. Y es gracias a este nuevo colega que me he visto más inspirada que nunca a actualizar este blog con más frecuencia. Así que ya nos seguiremos viendo por aquí, o en la calle, cuando saque mi carné de conducir, que la licencia de manejo aquí no me sirve más que para quitar la nieve del parabrisas.

Un beso automovilístico,

Suza.

jueves, 1 de marzo de 2007

LOS AVATARES DE LA ACTUACIÓN

Cuando yo era niña algunos queríamos ser "artistas" o "cantantes", según lo que veíamos en la tele. Pero la cosa ha evolucionado. Ahora los niños quieren ser "famosos". Por lo visto, da igual haciendo qué. Estamos muy acostumbrados a encumbrar a los "muy conocidos" y a verlos como seres normales. Pero, si lo pensamos bien, no lo son. Es más, podrían rallar en lo freaks, y no estoy hablando de las drogas que se chutan ni de los líos en los que se meten, sino en su trabajo. Porque a ver quién de nosotros se atreve a fingir cosas delante de un montón de gente que no viene al caso con lo que se está fingiendo. Lo de actuar tiene su cosa.

En las telenovelas mexicanas, por ejemplo, hay padres que lloran (sí, así, como los niños, con lagrimones de cocodrilo y todo el kit) pidiéndole perdón a sus hijas por haber coartado su libertad, haciéndolas acomplejadas y miserables (que no, que no me lo estoy inventando. Que lo vi el otro día en un extracto del gran final de "La Fea más Bella" que pusieron en "El Canal de las Estrellas"), o suegras que gritan cuales fieras a sus nueras siemplemente porque las odian por creerse lo suficientemente buenas para sus encantadores vástagos. ¿No les da vergüenza hacer semejantes osos ante tanta gente y, peor todavía, que todo eso quede grabado para la posteridad? Parece que el dinero es una de las primeras cosas que cura: La vergüenza.

Están, por otro lado, las grandes estrellas de Jolibú, esas que ganan óscares y que son conocidas por todos los integrantes del mundo occidental con acceso a un televisor. Esas no hacen tanto el oso porque consiguen participar en producciones, digamos, más realistas. Digo yo que el que nos chupemos tanta peli gringa así sin más no es de a grátis (ya les pagan sus millonazos). Y la mayoría creemos que es de lo más fácil. No sabemos que detrás de todo eso hay interminables clases de respiración, de movimientos corporales, de expresiones faciales, de danza, de canto, de interpretación, técnicas, ensayos, etc. Por no hablar de que hay que machetearse los guiones. Vamos, que vestuario, maquillaje, peinado, buena fotografía y una cara bonita no lo son todo.

Luego están los que actúan pero que no son propiamente actores. Me refiero a los que aparecen en los medios electrónicos como conductores, reporteros y piltrafillas auxiliares del mantenimiento de la audiencia. Los que trabajan en radio lo tienen muy cómodo, porque aunque hay que actuar hasta para pronosticar el clima (sí. Que yo he trabajando en radio y hay que exagerar un chingo la entonación para que aquello no se oiga de "al tiro" plano, soso y sin vida), como nadie te ve (o casi nadie. Generalmente tienes, por lo menos, al técnico de sonido del otro lado del cristal, muerto de aburrimiento en su diaria labor de apretar botoncitos en el momento preciso) puedes gesticular a tu antojo y sacarte un moco, si te apetece, mientras el muermo de tu compañero de programa suelta su chorazo.

En televisión, sin embargo, mientras ese muermo de tu compañero suelta su mega-speach tú tienes que poner cara de poker, o de "lo que dice este mamón es muy cierto; pongan atención, que nos está revelando el hilo negro de la historia del karate" y si te toca hablar tienes que mover las cejas, abrir los ojos y mover un poco las manos. Pero ojo: que todo eso tiene que tener un "equilibrio". Porque si te pasas con la gesticulación el "estimable" se nos distrae y no hacen ni puto caso de lo que estás diciendo.

Si te toca conducir noticiero, la cosa tiene su enjundia. Porque siempre hay algún pesao que se pone a hacer gracias detrás de la cámara mientras tú narras, con aquella cara de tragedia griega seria, que en Indonesia han entregado el equipo centenar y medio de personas en el cuarto tsunami en lo que va del año.

En mi caso concreto, algunas dotes de actriz siempre he tenido. Durante la carrera de comunicación alguna cosa tuve que actuar (cuando estás estudiando no cuentas con recursos, de manera que tú tienes que escribir el guión, sostener la linterna para iluminar la escena, mover la cámara, hacer el ruidito del búho que va pasando y, cuando no te queda de otra, también actuar) y en algún ensayo una compañera me preguntó que qué me pasaba. Nada-, le contesté muy seria: ¿Qué no se supone que había que llorar en esta escena?

Pero creo que de todas, mis actuaciones más evidentes fueron en la secundaria. Con 14 años mis amigos y yo éramos muy platicones (no sé de qué tanto hablábamos, pero el caso es que siempre había alguno diciendo algo). Todo iba bien hasta que alguno decía alguna graciosada y todos soltábamos la carcajada en plena clase. Y el maestro volteaba a vernos, claro. Y yo, con todas esas dotes histriónicas, automáticamente ponía mi cara de póker y como si estuviera en un examen. No me temblaban ni los labios, mientras el resto de mis amigos se partían de risa. Resultado: Los sacaban a todos, menos a mí, que no me habían comprobado el pecado, y me quedaba yo sola, con todas las butacas de a mi alrededor vacías. Mú aburrido, sí.

Pues todo esto explica por qué los niños de ahora quieren ser simplemente "famosos". Lo de la actuación requiere mucho trabajo y muchas dotes. En cambio, como famoso te vale con saber insultar a mansalva y gritar mientras los demás intentan exponer sus lamentables puntos de vista sobre cosas que no le interesan ni a sus propias madres.

Yo me quedo con mi adorada radio. No te tienen que maquillar, ni peinar. Puedes ir vestido como te dé la real gana y tirarle de vez en cuando un moquito al técnico de sonido a través del cristal. Luego habrá que granjearse al de la limpieza, pero eso ya es actuación de otra peli.

Un besazo fingido,

Suza.

jueves, 22 de febrero de 2007

EL PROBLEMA DE LA FALTA DE PATROCINIO

Esto de que no le paguen a una produce un gran retraso en la producción. Como no estoy monetariamente comprometida se me pasan las semanas sin encontrar un tema para plasmar en este antro.

Últimamente he tenido mucho contacto con el tema de la escritura. Desde el web de Stephen King, que dice que para escribir hay que sentarse y hacerlo, vomitar todo lo que tus dedos sean capaces de plasmar en la pantalla y no preocuparse por errores, estructura y demás hasta el final (traducido a mis propias palabras). Me parece una receta interesante y acertada, dado que normalmente se escabuyen las ideas por culpa de la falta de velocidad al escribir.

Luego está la peli de Truman Capote, que vi el otro día. Me dejó honda huella. Sigo preguntándome cómo alguien capaz de escribir una historia como Desayuno con Diamantes puede luego involucrarse en un proyecto tan sórdido como A Sangre Fría. Parece que las consecuencias de esto último fueron obvias y previsibles: el artista sumido en el mundo de las drogas, el alcohol y la depresión. Al menos Truman Capote tenía una buena razón para eso (y no como la gran mayoría de los artistOs -me refiero a los que andan en esos rollos. Evidentemente no todos los artistOs son drogos, alcohólicos y demás-, que terminan igual de puro tontos).

Está, por otro lado, el caso de Cervantes, que me parece un personaje de lo más ecléctico e interesante. El hombre, en plena edad media, escribe la más grande obra de su lengua de todos los tiempos, y una de las más grandes obras de la literatura universal; estuvo en la cárcel; escribió más novelas que la gran mayoría desconoce por completo. Y todo eso en un mundo sin tele, sin compu, sin papel de baño, sin aviones, sin ETA, sin talibanes, sin tolerancia, sin buen rollito, sin MP3, sin videojuegos, sin internés... Uff!!! Qué dependientes nos hemos vuelto los escritores modernos!!! El caso es que el Quijote, con todo y lo difícil que es de leer, me dejó una honda huella también. No termino de digerir el tristísimo y acertadísimo final, que no cuento aquí para no chafarles el invento a quienes no han tenido la osadía de leerlo.

Por último está Don Fernando del Paso. Me tiene atrapada con sus Noticias del Imperio. Él es un poco más moderno que Cervantes y gracias a eso tuve la gran oportunidad de ir a alguna de sus charlas en la facultad de Letras, en Guadalajara, México. Tardó 10 años en escribir esta novela y yo lo que me pregunto es el placer que se siente conseguir semejante logro, el día a día de una labor tan meticulosa y titánica. Yo no termino de meterme del todo dentro de la dinámica del escritor, distraída como vivo por las labores cotidianas del hogar que, aunque superficiales, nimias e intrascendentales para el resto del mundo, me mantienen entretenida, ocupada, feliz y realizada a mi manera, por no decir que alejada de todo estrés laboral.

Estoy aprendiendo a vivir con los males que me van saliendo, que es una manera de superarlos. He conseguido superar la autocompasión (me ha costado años, pero creo que lo he conseguido a tiempo) y ser feliz con todo y mis múltiples dolores.

Y estoy coleccionando "Planes B" que poco a poco se van desarrollando. Así voy distribuyendo mis huevos en varias canastas, mientras la vida me lleva un poco por caminos inusitados. Así que ya les iré contando más cosas, según vaya pasando el año. Por lo pronto hay probabilidades de un próximo viaje a Madrid y otro a Galicia, a disfrutar de mis nuevos amiguetes.

Un saludiño literario,

Suza.