miércoles, 15 de noviembre de 2006

SEGUNDO INTENTO


Hace un par de años, de los relatos de un viaje de 3 meses por Europa, nació una columna conocida como "El Bar de la Esquina". En ella se narraban pensamientos varios, según el acontecer mundial y local de la vida de su autora. O sea, yo. El Bar de la Esquina quedó en "receso" por culpa de un mal que atacó a mis pies y que no me permitía ser persona. Este detalle es curioso ya que, en general, los grandes creadores de la historia de la humanidad tuvieron vidas, si no miserables, sí con altos grados de dificultad. Sin embargo, en mi caso ese parámetro ha funcionado al revés. O, por lo menos, al hablar en mi columna principalmente de lo que me acontece, no me parece que sea muy interesante que digamos leer el día a día de un mal que virtualmente no existe y en el que sólo yo estoy enterrada. No se trata de ningún cáncer que me va a matar y al que enfrento con heroicidad y humor envidiables. Tampoco tenía que sufrir insuperables dolores como en su momento los tuvo Frida Kahlo. Con estarme sentadita bastaba para estar aceptablemente bien. En fin, que no me parecía muy atractivo narrar aquellos interminables días de cárcel virtual. Y tampoco tenía ánimos para describir unos días llenos de "nada".


Ahora que he superado el problema, o al menos he aprendido a vivir con él, vuelvo a ver el mundo con los colores de antes y este nuevo servicio de Google me parece un buen pretexto para retomar lo que en su momento fuera el proyecto más exitoso y menos rentable que he tenido. En realidad es el segundo intento. El primero fue en Windows Live Spaces, pero resulta que tienen un sistema horrible de censura que me obligaba a mutilar mis textos, por lo que hace meses que se quedó en "Stand By".


Mi vida está llena de abandonos a causa del pago. Creo que siempre he trabajado mejor sin sueldo. El compromiso genera estrés y es difícil de compatibilizar con el arte creativo.Por otra parte, si alguna vez consigo publicar un libro, los ingresos que generen sus ventas serán bienvenidos. La paga sobre algo que ya está hecho con total libertad sí que es más compatible con esta viajera de la vida que consigue hacer realidad algunos sueños.


Cualquier idea que genere ingresos monetarios será bienvenida. Y bienvenidos sean todos los que deseén continuar con las travesías y travesuras de El Bar de la Esquina. Las ediciones publicadas bajo la sección "Esfera Pública" son diferentes por ser destinadas a un concurso que hubo en un periódico mexicano hace un par de años. Ahora que conservo mi libertad de expresión y mi ausencia total de remuneración retomo el formato inicial y procuro hablar de cosas más alegres.
En este sitio encontrarán todas las ediciones anteriores del Bar y, a partir de hoy, las que vayan saliendo.


Desde España, un abrazo de esta mexicana navegante de las letras.


Suza.

EL VIRUS MÁS GORDO

Se reproduce sin control. Su único depredador es millones de veces más pequeño que él. No tiene eso que en la naturaleza se conoce como “selección natural”. Es decir, cuando la especie cuida a los mejores elementos y abandona a los débiles o enfermos. Ejerce violencia en contra de los suyos sin ninguna razón. Sí, estoy hablando del hombre.

Se supone que somos superiores porque “razonamos”, porque tenemos un lenguaje, porque supuestamente podemos comunicarnos. Pero yo, por más que le busco, por arriba, por abajo, por adentro, no encuentro esa superioridad por ningún lado, excepto en la capacidad de destruir y perjudicar, sobre todo a lo que más queremos.

Bajo el precepto de “la calle es de todos”, lo que pensamos es “Bueno, como es mía, hago con ella lo que me da mi real gana”. Ergo, primero existo luego ensucio. Tiramos basura por doquier, incluso si hay un bote de basura cerca. Pintamos de garabatos todas las paredes a nuestro alcance en algo que algunos llaman “arte”, otros “manifestaciones socioculturales” y yo “agresión hacia mi persona”. Porque se están metiendo conmigo. La calle también es mía y no la puedo ver bonita porque hay un montón de seres igualitos a mí que se empeñan en destruir lo que también es mío. Lo peor de todo es que, si se enteran de que me están agrediendo, no sólo no dejarán de ensuciar ni de garabatear, sino que lo harán con más gusto, acordándose de que me molesta. “Eso, para que aprenda la lección”, dirán ufanos.

Ya la voy aprendiendo. No somos superiores. Somos un virus de este pobre planeta. Y no parece haber vacuna contra nosotros. Pestes, guerras santas, cruzadas, racismo, hambre, terrorismo, guerras por negocio, Bush, Hitler, Sharón, sida. Nada parece poder destruirnos. Somos invencibles y necios. En África, no conformes con no tener qué comer, se destruyen unos a otros en guerras étnicas. Pero si son todos negritos, iguales ante los ojos de ese Dios que tantos se han reinventado una y otra vez, y ante los míos también. Y, aparte del color, también son iguales a mí, que me tocó ser blanca. Ni yo ni nadie tenemos constancia de que antes de venir tengamos la posibilidad de elegir color, raza, nacionalidad, ideología, religión, etc.

Que si llevar velo, que si vestir “como occidentales”, que si venerar o no símbolos nacionales, porque somos de tal o cual raza o país. Dios, en ninguna de sus “versiones” ha opinado nada, y seguimos todos perteneciendo a la etnia humana y viviendo en el mismo maltrecho planeta que, por cierto, es cada vez más pequeñito.

Respeto la libertad de culto y defiendo la diversidad cultural. Algunos pueblos tienen costumbres que otros calificamos de bárbaras, como la ablación de clítoris, pero creo que, por encima de eso, tienen la libertad de ser un pueblo con su identidad cultural, como la tenemos los mexicanos.

Al final, lo que me gustaría no va a poder ser. Bush incumple el tratado de Kyoto por razones económicas, como siempre. Se sigue metiendo en todos lados, por su naturaleza gringa. Tienen esa costumbre muy arraigada. Sharón invita a todos los judíos, pero sobre todo a los que tienen “cierto nivel económico” a que regresen a su tierra, mientras le niega la legalidad en Israel a cualquiera que no pertenezca a la raza judía. Y los radicales de todas las corrientes siguen creyendo que ellos son los únicos con derecho a habitar el planeta.

Seguirá habiendo ablación, de clítoris y de otras cosas, matriarcados y violencia doméstica. Bush seguirá agandallándose el petróleo, Sharón terminará su abominable muro y los mexicanos seguirán grillándose al compañero de trabajo porque hace las cosas mejor y más rápido y, por lo tanto, los pone en evidencia, mientras se olvidan de poner orden en un gobierno que sale cada día más caro y más ineficiente.

Y todos seguiremos tirando basura.
Mar. 24/ago/2004 19:10

EL ETERNO MITO DEL ORGASMO FEMENINO

Es un rollo. Si no consigues llegar a él tienes un gran problema: eres frígida, no vales nada como mujer. Si lo tienes, no eres mujer normal, sino otra cosa de cuatro letras, incluida la “p”. Y si eres lo que algunos conocen como “multiorgásmica” ni te cuento.

Por más que los chistes se empeñen en decir que la multiorgasmia es la octava maravilla, la verdad es que puede ser una gran cruz, sobre todo en un mundo de machos procedentes del matriarcado, como México. Empezando porque cuando te imparten “educación sexual” te explican lo que es el pene, la vagina, el coito, la eyaculación. Te explican cómo se produce un embarazo, te definen las “ETS”, etc. Pero nunca, al menos cuando a mí me tocó estudiar, mencionan el orgasmo. Y claro, el día que tienes uno, sin tener ni la menor idea de que existen, por lo menos te sacas un gran susto. Eso, cuando lo tienes.

Porque, no conformes con no hablarte de su existencia, a lo largo de toda tu vida como mujer te machacan y te programan con frases célebres como “no le llames. Que te busque él. Si no, serás una ‘buscona’”. “No hagas cosas buenas que parezcan malas”. “Las mujeres decentes se meten en casa temprano” (como si el sol impidiera que los penes se levanten y las vaginas se lubriquen). “Si le das lo que quiere, te dejará” (vaya. ¿Y si yo también quiero? ¡Qué escándalo! ¿Cómo puedes siquiera pensar esas cosas, mucho menos decirlas?).

Entonces, cuando llega la hora de la verdad, o no sientes nada, por aquello de no cambiar de “estatus social” o, si sientes, no lo puedes disfrutar a tus anchas porque te sientes culpable de gozar con algo que “está mal”.

Encima (o debajo, como ustedes prefieran, que para eso somos disque libres) si alguno de los precarios cónyuges que puedas llegar a tener se entera de que eres multiorgásmica emprende una cruzada en contra de la insatisfacción y se pone, como meta en la vida, romper el récord olímpico del éxtasis y el acto sexual se reduce a invitar a los del “Récord Guinnes” para que certifiquen su hazaña de haberle proporcionado a una diosa 659 explosiones de placer. Después, te envidian. Al final, te dejan, porque “es demasiado cansado competir con una gran mujer como tú”.

En el ínter, te has convertido en la mujer con la que todos se lo pasan fenomenal, pero a la que no quieren para compañera de vida. Siguen prefiriendo casarse con las que tienen “sello de garantía”, porque “serán buenas madres para sus hijos”, aunque se aburran mortalmente con ellas.

Al final, siempre quedan esas “diosas” para divertirse, aunque poner cuernos no esté bien. Al final, todos se emborrachan y eso tampoco está bien. Y en el trabajo el jefe hace transas con el dinero de los contribuyentes, y mi compadre es influyente y no paga impuestos. ¿Qué más da una cosa que otra?

¿La solución? Ni feminismo, ni calificativos, ni reglas de género. Simplemente, libertad para crecer, para experimentar, para conocer personas, lugares y formas de hacer las cosas, todo a su tiempo, cada uno a su paso y a su medida. Y sobre todo, olvidarnos de la “competencia”. El amor y el sexo no son carreritas. Nadie es mejor ni peor. Se trata de encontrar un compañero o compañera complementario. Y luego, enseñar esa igualdad de condición a nuestros hijos con un armonioso ejemplo libre de calificativos utilizados, sobre todo, por una sociedad disfuncional.
Mar. 17/ago/2004 20:23

CERTIFICACIONES HIPÓCRITAS: LA MANERA “LEGAL” DE VERNOS LA CARA

Es el colmo. El descaro de los gringos en temas internacionales no tiene límite. Por un lado, están a punto de elegir al nuevo presidente del planeta, elecciones en las que sólo una minoría de la población mundial puede participar. Y ni quién diga mú. Ni siquiera los chinos, que son mayoría.

Llegaron a América (continente) procedentes del norte de Europa y casi exterminaron a los nativos que se encontraron a su paso, en esas desafortunadas tierras del norte. Trajeron negros de otras partes del globo, como si fueran ganado, para que “trabajaran” para ellos con sus derechos rebajados, disminuidos, exterminados, hasta que una guerra los hizo, supuestamente, entrar en razón y acabar con la esclavitud.

Sin embargo, en ese que llaman el país de las oportunidades, de la igualdad y de la libertad, se sigue tratando como inferior a todo aquel que no es "como ellos" y se sigue pisoteando al resto del planeta, según sus intereses, como si el resto de la humanidad fuéramos simples cucarachas que merecen ser aplastadas bajo el zapato del God bless America.

Entre sus más recientes atrocidades está haber destruido al pueblo de Irak. Cierto, tenían un dictador en el poder, un tirano sin escrúpulos. Pero mientras ese señor no se metiera con el resto de las soberanías, el problema seguía siendo de los irakíes y la responsabilidad de poner solución a esa situación también. Sin embargo, llega don Bush con su toga de deidad omnipotente que todo lo sabe y decide que los pobres irakíes merecen ser salvados de tan maligno opresor, supuestamente terrorista y los deja a merced de la anarquía, de los conflictos étnicos, de la venganza y del desamparo.

Lo más triste de todo no es que don Bush haya hecho todo eso por combatir el terrorismo. Lo más triste es que lo hizo por cuestión de negocios. El negocio de la guerra, de la reconstrucción, del petróleo.

Su cinismo no se limita a los negocios que son benéficos para Estados Unidos, sino que va más allá y abarca los negocios que le son, supuestamente, perniciosos. Hace muchos años que Estados Unidos certifica y descertifica a los países, según considere que dichos países actúan o no, de manera eficiente, en combatir el narcotráfico. En esa lista negra ha estado México siempre, hasta hace 3 años, en que nuestro país pasó al lado de los “certificados”.

Sin embargo, a pesar de que don Fox ha avanzado en ese tema, combatiendo algo de la corrupción que había, en comparación con gobiernos anteriores, según organismos como la DEA, el FBI, el Servicio de Aduanas y Seguridad Fronteriza y la Patrulla Fronteriza, México ha fracasado en términos reales para erradicar la producción de drogas, desmantelar los cárteles y cerrar la frontera norte para evitar la entrada de dichos productos a nuestros pobres vecinos del norte.

En contraparte y como buen aliño de esta ensalada de despropósitos bushianos, recientemente la fracción republicana en el Congreso de esos pobres vecinos nuestros del norte dejó expirar una ley que Clinton consiguió con muchos esfuerzos, que impedía la circulación legal de fusiles AK-47, mejor conocidos como “cuernos de chivo”, con el pretexto de “ineficacia” por parte de dicha ley.

Es cierto que existe corrupción en México en términos del narcotráfico, pero también es cierto que, la mayoría de las veces, a los implicados no les queda de otra, cuando los guardianes del orden mexicanos en muchos casos reciben sueldos miserables, portan chalecos antibalas que no protegen ni de una pedrada y casi siempre están en desventaja frente a los narcotraficantes a la hora de los madrazos.

En resumen: Estados Unidos, por un lado, se autoproclama juez del mundo y decide quiénes son dignos de existir y quienes no, según producen o dejan de producir cosas que ellos consumen ávidamente, sin que nadie los obligue ni les pague por hacerlo y por otro lado no sólo no ponen nada de su parte para evitar dicha situación, excepto certificar ante el mundo quiénes son los buenos y quiénes los malos, sino que además nos complican la labor liberando armas que los narcos de por sí ya consiguen con gran facilidad. Y nosotros como si nada. Seguimos a expensas de sus propias reglas, manteniéndonos en inferioridad de condiciones y consumiendo su basura.
Mar. 21/sep/2004 20:11

ALARMAS ECOLÓGICAS: ¿EL FIN DE LO NO ESTADOUNIDENSE?

No sé por aquellos lares, pero aquí en Europa se insiste cada dos por tres en las catástrofes “naturales” que se avecinan en todo el planeta. El niño, la niña, el aumento de huracanes, tormentas tropicales y grandes sequías son los síntomas más evidentes. Los menos perceptibles son el deshielo de la Antártida y la elevación del nivel de los mares.

El calentamiento global del planeta se produce principalmente por las emisiones de contaminantes que producen efecto invernadero. En 1997 se aprobó el Protocolo de Kyoto, un acuerdo que establece que los países desarrollados, como Estados Unidos y los integrantes de la Unión Europea, deben reducir sus emisiones de dichos gases.

Este año, el Caribe ha pagado las consecuencias de que el país más poderoso del planeta, mejor conocido como Estados Unidos, ejerza de su autoproclamado derecho de hacer lo que le sale de las pelotas, según sus propios intereses, y hace caso omiso de un montón de cosas que generan falta de armonía y consecuencias catastróficas, como oponerse a la ratificación del Protocolo de Kyoto.

Y aunque Estados Unidos ha sufrido algunas de las consecuencias de los últimos huracanes, como siempre, el que ha bailado con la más fea es el más pobre, el que, por decirlo de manera elegante, tiene las peores condiciones en América (continente): Haití, quien suplica para que los países lo ayuden a superar esta crisis que no tiene ni pies ni cabeza y que amenaza con salirse de órbita ante la presencia de un nuevo huracán.

Suiza anuncia que dispone de 200 mil euros del Programa Alimentario Mundial. Francia envía 2 aviones con materiales, medicamentos y una misión de evaluación de las necesidades. España manda un avión de las Fuerzas Aéreas con 12 toneladas de alimentos, material de reconstrucción y ropa de abrigo. Y Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, manda sólo 60 mil dólares de ayuda. Por supuesto, no es obligación de los “americanos” (me muero de ganas de cambiarle el nombre al continente, sólo para que no me incluyan cuando hablan, henchidos de orgullo, de “América” como su país) ayudar a Haití. Supongo que tampoco es su obligación apoyar un tratado que afecta su economía de manera tan gravosa, aunque su forma de vida, comida rápida y transgénicos incluidos, acabe con el resto de la población mundial. Supongo que eso sería lo ideal para Estados Unidos: De esa manera no tendrían que preocuparse por el terrorismo y tendrían todo el petróleo que queda para ellos solitos.

A lo mejor perdonan a Rusia, ahora que Putin ha anunciado una campaña anti-terrorista similar a la de su histórico antagonista.

Nosotros, mexicanos, tenemos todo para ser una gran potencia: Tenemos petróleo, un montón de campo en donde sembrar y criar ganado; un clima envidiado por muchos, todo tipo de frutas y verduras, todas las playas posibles y un montón de gente que puede trabajar. ¿Qué esperamos para ponernos las pilas, dejar de comer la basura gringa, adelgazar un poquito, y convertirnos en una potencia que genere un poco de equilibrio en este amenazado planeta, para beneplácito de nuestros hermanos de Latinoamérica, y de nuestros compas europeos?
Jue. 23/sep/2004 12:05

LOS HUEVOS DE SCHROEDER

En general en Europa se ha alcanzado un nivel de bienestar ejemplar en el mundo. La tasa de desempleo es relativamente baja, hay bastante seguridad y, hasta hace poco, los únicos problemas de los europeos eran el terrorismo, en lugares muy específicos, y los gringos, con sus guerras y sus lloriqueos constantes a la Organización Mundial del Comercio para poner sus experimentos en el mercado (me refiero al maíz transgénico y reces con clembuterol, por ejemplo), como si se tratara de alimentar ratones en lugar de seres humanos.

Sin embargo, la comunidad europea empieza a alcanzar su límite de bienestar. Mientras que durante algún tiempo consiguieron sostener un cierto equilibrio, al tener tasas de natalidad relativamente bajas, en la actualidad esa baja natalidad está pasando su factura. Entre otras cosas, porque los sistemas de pensiones están basados en que los trabajadores pagan las pensiones de los que ya están jubilados. El sistema funciona bien, siempre y cuando haya suficientes trabajadores.

Pero no los hay. Hace 20 años Europa ya era un continente viejo. Por las calles apenas si se veían niños. En cambio, es un excelente lugar para ser viejo. Hay parques con bancas, instalaciones para practicar deportes como la petanca y los bolos y un montón de obra pública y construcciones para entretenerlos toda la mañana (las construcciones en Europa son como de mundo Lego: excavadoras que ponen lo que sacan en un camioncito, que luego va y deposita su carga en un contenedor. Grandes grúas que mueven cosas. En fin. Un montón de maquinaria que es muy divertida de ver en acción), por no hablar de centros cívicos a donde pueden acudir a leer el periódico, practicar juegos de mesa y tomar cursos amenos y a su alcance.

El problema es que hace tiempo que el número de trabajadores se ha visto superado por el número de jubilados. Al estar Europa sumergida durante muchos años en un círculo de baja natalidad (los hijos salen muy caros y la gente es muy consciente de eso) las cuentas ya no salen.

Don Schroeder, canciller alemán, ha agarrado el toro por los cuernos y, pese a los votos que le va a costar, y los huevos que ya le han aventado, está haciendo lo que es correcto, lo que tiene que hacer como gobernante con conciencia: atajar el problema cuando todavía están a tiempo de hacer algo. Los demás países de Europa tendrán que poner sus barbas a remojar, ahora que Alemania ha dado el primer paso. En España ya se habla del problema de las pensiones, pero no han pasado de ese nivel: el oral.

México y Latinoamérica en general podrían aprender mucho de Europa si tan sólo observaran un poquito. Se tiene todo para ser potencia: recursos naturales, petróleo, grandes extensiones de tierra cultivable, grandes paraísos turísticos y mucha gente que puede trabajar. ¿Qué esperamos para hacer las cosas bien y para hacer de Latinoamérica otro punto de equilibrio para el mundo?
Mié. 25/ago/2004 0:21

ESPEJITOUS II

Según me explicaron en la escuela, don Lázaro Cárdenas del Río, quien fuera presidente de México hace muchos años, grabó su nombre en la historia de México con letras de chapopote al expropiar el petróleo para los ciudadanos de este bizarro país.

Entiendo que una industria petrolera pública tendría que redituar en beneficios para los mexicanos. Pero para TODOS ellos, no para unos cuantos. Sin embargo, recientemente se anunció la entrega de cerca de 8 mil millones de pesos al sindicato de PEMEX, destinados a obras de diversa índole que, supuestamente, están entre las prestaciones a que los trabajadores de la paraestatal tienen derecho, como vivienda, instalaciones deportivas, servicios médicos, etc.

Entre los rubros asignados al gasto de tan espléndida cantidad de dinero, están 320 millones de pesos para los gastos de la negociación del contrato colectivo. Con los ojos de plato, elaboro las siguientes preguntas: ¿Es necesario hacer las negociaciones en algún Sheraton sucursal Hawai? ¿Los negociadores sindicales y altos mandos, tienen que ir todos vestidos de Armani? ¿En las negociaciones es estrictamente necesario servir caviar relleno de faisán, como diría don Polo ídem? ¿A los negociadores tienen que ponerles alfombra roja y llevarlos en limusina? Y ya, para preguntar algo serio: ¿qué no se supone que los sindicatos se mantienen de las cuotas que dan los trabajadores que VOLUNTARIAMENTE se afiliaron a ellos y que deberían sacar de esas mismas cuotas lo necesario para negociar el bienestar de esos mismos trabajadores que tan confiadamente les dan de comer?

Y luego, los negociadores por parte de la empresa, pues tendrían sus gastos cubiertos porque se supone que es parte de su trabajo. ¿Cómo es que necesitan 320 millones de pesos para negociar un contrato que, por lo demás, parece ya bastante ventajoso?

Ya hubo un Pemexgate. La empresa tiene déficit. Sigo sin entender. Son pocos los países de este planeta, cada vez más pequeño, que tienen petróleo. De esos que tienen petróleo, por el momento podemos hacer a un lado a Irak, por razones evidentes. Ese petróleo, además de para hace la gasolina que le ponemos a nuestros cochecitos, y sobre la cual el gobierno ya cobra un montón en impuestos, sirve para venderlo a otros países para que fabriquen un montón de cosas, además de para que lo usen como combustible, también para sus cochecitos.

En teoría, tendría que entrar un dineral a esa empresa PÚBLICA, dineral del cual, parte se tendría que invertir en mantenimiento y mejoras de la empresa, y otra parte tendría que servir para que los mexicanitos tuviéramos carreteras, servicio médico gratuito, trámites fiscales sencillos y ágiles, edificios públicos dignos para nosotros, y no sólo para sus funcionarios de alto nivel, drenaje, electricidad, calles, agua potable, ríos y lagos limpios, parques y un montón de cosas más.

Se supone que don Lázaro privatizó el petróleo mexicano para que tuviéramos todo eso. Nosotros pagamos impuestos para tener todo eso. ¿Por qué no lo tenemos?
Mar. 24/ago/2004 18:43

ESPEJITOUS

El nuestro es un México bizarro, como el Supermán ese que salía en los Superamigos, deforme por la criptonita roja, con dos brazos y dos piernas de más, y todo cuadradito; la última vez que fui a Tonalá, hace poco más de año y medio, las calles en donde está asentada toda la zona de venta de artesanía, desde los muebles hasta la cerámica, estaban hechas un asquito: llenas de baches, de tierra y el empedrado con varios faltantes.

Como estoy lejos, tampoco es que me vaya a salir en un noticiero que en Tonalá hay obras de pavimentación, pero suelo navegar un poco por las páginas de los diarios mexicanos y en ningún momento he visto ninguna noticia al respecto. No es que Tonalá sea el municipio más pobre de la ZMG (se sabe que la más fea del baile en ese sentido es Tlaquepaque), pero que yo sepa no rebosa en bienestar urbano. Es decir, hay un montón de cosas por hacer en pro de los queridos tonaltecas. Y ahora el H. Ayuntamiento considera oportuno y prudente comprarle a un señor ex regidor del PAN un terreno que tiene una piedra a la que intentan colgarle un valor sentimental para justificar su compra.

Una compra que, ni es barata, ni es útil. El señor alcalde se hace bolas al fundamentar la transacción con un proyecto, y especula que se podría construir un parque, o viviendas o casas turísticas. No sé ustedes, pero yo he oído a un montón de europeos que manifiestan un abierto deseo de ir a Tonalá a turistear. Pero no lo hacen porque el ayuntamiento no ha puesto casas a las que puedan llegar y que tengan una bonita vista del entorno. Este señor, don Palemón, es una lumbrera. Debería rehabilitarse la reelección mexicana en su honor.

Otra bizarrez a la que le doy vueltas y más vueltas es el destino de las multas recaudadas por la Secretaría de Finanzas de Jalisco. No sé de quién fue la brillante idea de repartirlas entre los trabajadores de la dependencia, pero fue hace un montón de años. Recientemente, se corrigió un poco la situación y ahora, en lugar de repartirlas entre los directores, el secretario y los jefes, pretenden repartirlas entre los empleados. Queda muy bonito. Pero hay un detalle que olvidan: El gobierno no es una empresa privada que funciona “raro” porque el pueblo puede elegir a sus dirigentes. El gobierno es un sistema de administración de los recursos de un pueblo. Por lo tanto, los dineros que se recolectan por ese concepto, tendrían que ir a parar en obras o acciones que beneficien al mismo pueblo. Pero a TODO él, no sólo a unos cuántos que tienen la suerte de trabajar en UNA de sus dependencias. Porque, entrando en justicias, los empleados del señor gobernador y del resto de las secretarías pueden preguntar, con toda la razón, que por qué a ellos no les toca parte de ese pastel.

La nota del reparto de multas salió en los periódicos hace ya varias semanas y no he visto ninguna reacción en torno a ese tema, ni del resto de empleados estatales ni de ningún ciudadano que respingue porque sus recursos se están destinando a premiar a quien no se ha ganado nada más que su sueldo.

No niego que los sueldos de los burócratas pueden ser muy escasos. Pero su trabajo también suele dejar mucho qué desear la mayoría de las veces, por lo menos de cara al ciudadano de a pie.

¿Por qué no nos ponemos los pantalones de una vez por todas y empezamos a poner las cosas en su sitio? Tener menos empleados en el gobierno, pero más competentes y con salarios dignos. Y que los funcionarios de primer nivel dejen de hacerse los toros castrados y midan sus salarios en comparación con funcionarios de su mismo nivel de países que funcionan bien, no en comparación con trabajadores de la iniciativa privada de su supuesto mismo nivel. Repito: El gobierno no es un negocio. Y los ciudadanos ya tendríamos que estarle pidiendo cuentas a nuestros empleados, que para eso les pagamos un dineral.
Mar. 24/ago/2004 18:17

EL MATRIARCADO

Rosario Castellanos lo denunció en libros como “Retrato de Familia”, hace ya muchos años. Desafortunadamente, cuando el pueblo, además de falto de educación es falto del hábito de la lectura, denuncias como esa quedan en el ámbito de lo sutilmente intelectual.

Pero a todo esto, ¿qué es el matriarcado? Se habla de que México es un país machista. Se habla y se comprueba. Yo misma he presenciado diversas muestras de este peculiar estilo de vida, por ejemplo, en el campo. El señor se levanta muy temprano, a las 4:30 ó 5 de la mañana, más o menos, para ir a trabajar a la siembra. Lo que no se dice, es que generalmente la mujer se levantó antes, ya sea para prepararle al señor algo rápido de desayunar, o para iniciar con sus labores domésticas, que nunca terminan.

El señor se pone ropa y botas limpias, que la mujer tuvo el cuidado de preparar la noche anterior, y se va a trabajar. La mujer se queda limpiando, alimentando a los animales, si tienen, haciendo el desayuno, lavando ropa, lavando los trastes del desayuno, etc. A media mañana, alguna de las hijas, que suele ayudar en las labores domésticas, es requerida por la madre: tendrá que ir hasta donde trabaja el padre, para llevarle el almuerzo. Los hijos varones, si los hay, devoran el desayuno que les sirvió la madre o la hermana y se salen a hacer quién sabe qué. Se suelen reunir con los amigos, o se ponen a jugar. Eso cuando no los ha requerido el padre para trabajar en el campo.

Como a las 5 de la tarde vuelve el padre. Se le ordena a alguna de las hijas que le sirva de comer. Y se les suele ordenar también que les sirvan de comer a sus hermanos. ¿Quién da esas órdenes? La madre, por supuesto.

El padre come y luego va y se echa una siestecita. La madre se queda recogiendo lo de la comida. Su único entretenimiento consiste en ver un poco la televisión, si la tienen, e intercambiar datos verbales con las vecinas. Pero al rato el marido se levanta y hay que prepararle el baño. Él se asea y se sale a tomarse unas chelitas con los amigos. La mujer no suele salir con él. Ni se le ocurre. Está mal visto que las mujeres entren en la cantina. Está mal visto que tomen cerveza. Está mal visto que fumen.

Incluso está mal visto que vayan los domingos al terreno que tienen destinado al futbol, para ver cómo juegan el marido o los hijos. Está mal visto que las hijas hagan lo mismo. En cambio, los hijos varones, van y vienen como les da la gana. Se salen con los amigos y pueden no volver hasta el día siguiente, sin que nadie les pida cuentas de nada.

Es muy triste que el alcoholismo entre las mujeres haya aumentado 50 por ciento los últimos 20 años. Es muy triste que no tengan vida. Es más triste todavía que, además de todas estas diferencias en la rutina diaria, haya un montón de estos señores jefes de familia (no hablo de señores del campo. Este relato es sólo una muestra de la rutina dispareja. Hablo, en general, de todos los señores jefes de familia, del campo y de la ciudad, ricos y pobres) que vivan a expensas de su mujer, se emborrachen y no conformes con eso, regresen enojados “para que no les digan nada” y encima consideren que sus mujeres son un “punch-bag” en el cual vaciar sus frustraciones.

Pero, como decía mi abuela: “La culpa no es del indio, sino del que lo hace compadre”. O “mientras haya bagres, comeremos de vigilia”. Las mujeres tenemos la culpa de esta situación; no sólo la provocamos, sino que la fomentamos. Tampoco se trata de exaltar los movimientos feministas e iniciar una guerra en contra de los hombres.

Lo ideal sería educar a nuestros hijos en igualdad y, por qué no, empezar a educar también a nuestros maridos. El alcohol no soluciona nada. El feminismo tampoco. El padrecito menos. La verdadera solución está en nosotras mismas. Somos las primeras que tenemos que educarnos para cambiar el matriarcado actual por una verdadera sociedad del individuo, de la igualdad y del respeto.
Mar. 24/ago/2004 17:41

¿FORUM O POLÍTICA?

Qué manía tenemos de desvirtuar las cosas! Desde mi escaso conocimiento acerca de las economías de nuestro país, y de los funcionamientos reales, en general destaca que Monterrey, como capital de Nuevo León, es una de las ciudades más progresistas de México. Esto podría tener varias explicaciones. La que yo le veo es que tiene en común con la mayoría de los países del primer mundo su clima poco amable.

Pero no me quiero desviar. El gobernador neoleonés, don González Parás, se puso las pilas, se movió y consiguió la sede del siguiente Fórum Universal de las Culturas. Pero no es cualquier forum, sino que será el segundo. El primero está todavía en funciones en Barcelona.

No sé si el asunto estará o no politizado. En las notas que he leído al respecto no me da esa impresión, aunque por la poca experiencia que tengo como periodista sé que, en aras de formatos y tiempos, la mayoría de las veces se omite un montón de información en las notas.

Pero, politizado o no, es una gran oportunidad para que Monterrey mejore sus instalaciones, avance en su camino al estatus cosmopolita y, también, para que México se promocione en todo el mundo. De repente, con la fea costumbre que tenemos de favorecer a nuestro compadre, se cae en el vicio de que cualquier movimiento que genere negocios es “chueco”.

No estoy intentando “defender” a don González, ni a su gobierno, ni a su logro con el forum, básicamente porque hasta ahora nadie lo ha atacado directamente tampoco. Pero creo que deberíamos ampliar un poco más nuestra visión y, aunque no debemos dejar de cuidar que las cosas se hagan bien y que no haya “extraños manejos” en este asunto, podemos dar a Monterrey la oportunidad de demostrar que en México es posible hacer las cosas bien.

Ahora sólo falta que Guadalajara siga el mismo ejemplo y que no desvirtúe el logro de la posible construcción de un Guggenheim tapatío. El proyecto de la barranca de Huentitán suena muy bonito. Antes de tomar decisiones, sugiero a quienes tienen ese poder que se den una vueltita por España, no para darle la mano a don Zapatero ni para tener cenas de gala, sino para hacer un recorrido por los pantanos, zonas naturales y parques protegidos y tomen ideas de verdaderos proyectos ecológicos y de turismo rural, de manera que tengan una idea más clara de lo que se puede lograr y de cómo se puede ofrecer una infraestructura digna del turista más exigente, del ciudadano más fino y, sobre todo, del ecosistema más saludable.

El único requisito es que lo hagan ANTES de dar ningún permiso ni de poner ninguna primera piedra. Así ganaremos todos. Y el compadre, aunque no haga el negocio de su vida, tendrá un lugar agradable para sus hijos.
Mar. 17/ago/2004 20:43

ESTAR LEJOS

A lo largo de mi vida, muchas veces me imaginé lo que sería estar lejos. Añoraba lugares que conocía a través de los libros, y estilos de vida y de pensamiento completamente diferentes se iban tejiendo en mi mente. Después, decidí ir tras el sueño de las otras culturas y conforme se iba acercando el día, empecé a imaginar lo que iba a extrañar cuando estuviera lejos.

Lo primero en que pensé fue en mi recámara, ese gran cuarto con ventanas que me vio crecer y que contenía todas mis cosas, mi historia, mis recuerdos, mis sueños. Una vez que conseguí despedirme de todo (no te cabe la vida en una maleta) me fui al tema de la comida.

Mi favorita son los chiles rellenos, pero me vi dispuesta a hacer el sacrificio de no comerlos durante una larga, larguísima temporada, a cambio de saborear otros lugares, otras personas, otros climas. Lo que nunca me imaginé es que lo que más iba a extrañar no son esas cosas especiales que decía que eran mis favoritas, sino aquellas pequeñas y aparentemente insignificantes de todos los días, como el sol y los tacos.

Porque, después de un largo invierno lleno de interminables días grises de nubes espesas y lluvia intermitente, el sol se convierte en una añoranza que se cura sólo con valiosos rallos dorados que surgen en algún lejano día afortunado.

Y aunque estés en un país lleno de manjares gastronómicos, como lo es España, en donde puedes disfrutar de exquisiteces como un buen jamón serrano, chorizo, morcilla, paella, gazpachos, salmorejo y una gran variedad de platillos regionales, al final tus papilas gustativas se van poniendo cada vez más tristes por la falta de aquellos tacos mañaneros que te comes tan de prisa en un “huequito” de tiempo que haces, o de aquellas quesadillas nocturnas que te preparas como recurso fácil y rápido después de un complicado día de trabajo y lucha por ser alguien mejor.

Por último, llegas a extrañar el bullicio de las calles mexicanas, llenas de tianguis, de colores, de diversas maneras de hablar. Esas calles por las que circulas siempre con la incertidumbre de si regresarás a casa en el mismo estado en el que saliste, o si de pronto despertarás de tu letargo e intentarás cambiar un poco al país para heredar a tus hijos un lugar mejor. Con sol, tacos, quesadillas y, por supuesto, chiles rellenos, pero mejor.
Mar. 17/ago/2004 20:42

¿ADIÓS AL PELÓN?

Me refiero a ese pelón de cabellera que no es pobre y que tiene un exquisito sabor a tamarindo. La empresa estadounidense Hershey’s acaba de anunciar que comprará a la empresa jalisciense que fabrica ésta y otras golosinas, conocida en el mundo de los negocios como “Grupo Lorena”.

No se saben los detalles del acuerdo ni las razones de sus dueños para vender una empresa tan próspera. De entrada, asumimos que la principal razón de la venta se deba a que les hayan llegado al precio. Luego puede haber otras razones de carácter personal que desconozcamos.

Ante lo que ya está hecho, lo que me gustaría saber es si le van a partir su madre a ese delicioso pelón o si, por el contrario, intentarán expandir el mercado y exportarlo. Ojalá y opten por lo segundo.

Mientras tanto, se puede decir que esta transacción tenderá a lavar un poco la imagen de los dulces mexicanos ante el reciente “incidente” de la supuesta contaminación por plomo en las golosinas fabricadas en nuestro país.

Aunque los chismes no son el único ni el principal problema de la industria de la golosina. Grupo Lorena ya tiene fábricas en Brasil y Ecuador y probablemente otras empresas sigan ese camino si los azucareros no corrigen el rumbo. El precio de la materia prima es, probablemente, el más caro del continente y esto se debe en gran parte a que los azucareros especulan con su producto y lo “guardan” para producir su encarecimiento. ¿Qué les da derecho a hacer eso? Pues que el gobierno los protege impidiendo la importación de azúcar “barata”. Aunado a esto, ingresan en el país golosinas con aranceles cero, lo que genera inequidad en la competencia de nuestras dulceras.

Le doy a los azucareros el beneficio de la duda y asumo que lo de especular, más que por gandallas, lo hacen por necesidad. Sin embargo, los conmino a pensar en la situación y buscar una forma de trabajo que genere equidad y mejores condiciones de negociación para todos. Porque si las empresas dulceras se van a otros países, no sólo una gran cantidad de mexicanos perderán su empleo, sino que ustedes, azucareros, no tendrán a quién venderle ese producto que con tanto recelo “administran” en cantidad.

Tenemos una gran fuente de riqueza en el campo de los dulces. No matemos a la gallina de los huevos de oro. Cuidémosla y estudiemos la posibilidad de ampliar su distribución a mercados como el europeo, en donde no conocen otra cosa que las gomitas y los caramelos. Vamos, un terreno prácticamente virgen para los chilitos, pellizcos, ates y dulces de tamarindo y arrayán.
Mar. 17/ago/2004 20:06

AGUAS TRANSPARENTES

Enhorabuena por la Comisión Nacional del Agua, que se está poniendo las pilas y mandó “diagnosticar” al SIAPA, por llamarlo de alguna manera.

Desde hace varios años es de todos conocido que al SIAPA se le fuga un montón de agua (23 por cierto, según el estudio realizado por 3 empresas privadas y financiado por Banobras) y que tiene un montón de problemas. En pocas palabras, el SIAPA funciona mal y su director nunca dio la impresión de moverse un poco por cambiar esa situación.

Ahora, gracias a una de las pocas acciones afortunadas del gobierno federal, tenemos datos oficiales del organismo en cuestión: “En cuanto al diagnóstico Institucional Legal, las empresas que hicieron el estudio mencionan en sus conclusiones que el SIAPA tiene superposición de las funciones de operación y regulación; muy débil regulación en materia sanitaria, ambiental y técnica, y un alto grado de injerencia política en diversas decisiones críticas de la prestación del servicio.

En cuanto al diagnóstico Comercial y Financiero, se señala que existe una importante proporción de usuarios industriales y comerciales de cuota fija, de 5.3 y 17.2 por ciento, respectivamente, y que el 10 por ciento de los medidores instalados en la ciudad no funcionan. Además en el diagnóstico se advierte que el SIAPA cuenta con un sistema informático obsoleto y sin herramientas de apoyo a la toma de decisiones.”

Esto no es ninguna novedad. Lo que sí es novedad es verlo por escrito, al detalle, y firmado por organismos con autoridad. El siguiente paso es que esos estudios no caigan en saco roto y sirvan para pulir el SIAPA y dejarlo como Dios manda. Que haya agua para todos, que no se acaben nuestros lagos y ríos y, también, que devolvamos sólo agua limpia.

También que se acaben los favoritismos hacia las empresas y paguen lo que les corresponde, como pagamos todos los ciudadanos de a pie. De pasada, no estaría mal ir planteando la posibilidad de dar verdadera agua potable. Es decir, que podamos beber el agua que sale de nuestras llaves y nos olvidemos de pagar extra por tomar agua sin bichos y sin contaminantes.

Por último, no estaría mal que esas empresas que hicieron los estudios al SIAPA estudiaran también a nuestros gobiernos. Seguro que saldrían un montón de datos interesantes que ya sabemos y que no podemos afirmar. De perdida, conoceríamos el porcentaje real de ineficiencia en la administración de NUESTROS recursos. Tenemos un montón de empleados y no podemos decidir nada. Bonito negocio.
Mar. 10/ago/2004 18:26

CUIDAR EL CAMPO

Se van las chocolateras. Se van nuestros ciudadanos al norte, a ser humillados y discriminados, a cambio de unos dólares que no consiguen en sus queridas tierras. Se va el maíz (México dejó de ser el primer productor mundial hace algunos años). Se van los ex presidentes. Se van los ex banqueros, que ahora son ricos extranjeros.

Los únicos que se quedan son los narcos y los de clase media, que no ven otra opción mejor. Desde tiempos de Don Porfirio hemos podido escuchar de nuestros gobernantes discursos que satisfacen las ilusiones del pueblo, de los de abajo, de los que trabajan y no disfrutan. Otra cosa es que luego haya venido el PRI y con los fabulosos libros de texto gratuitos nos haya dicho que Don Porfirio Díaz era un perfecto malandro, un abuzón, y que ellos son muy buenos, blancas ovejitas. Pos ni don Porfirio era tan malo, ni el PRI tan bueno. Ni don Fox. Ni tú, ni yo. Ni don Miguel Hidalgo.

Al final, Hidalgo, Escutia y el mismo don Porfirio quedaron sólo en meras herramientas de manipulación. Los mencionan en tiempos de elecciones, nos regalan una torta, nos prometen maquinara y subsidios y no se vuelven a acordar de nosotros hasta que necesitan nuestro voto. Otra vez. Y así…

Lo de los aranceles a las importaciones está muy bien: El gobierno llena más sus arcas, y así los que disque “administran NUESTROS recursos” tienen más qué llevarse al final de su reinado, y los que trabajamos y mantenemos el sistema disfrutamos cada vez menos a cambio de mayores esfuerzos. O sea, trabajamos más y ganamos menos.

No niego que siempre hay que tener cierto proteccionismo a favor de lo nuestro. Pero no sólo de aranceles vive lo mexicano. ¿Por qué, a pesar de tanta “Solidaridad” y tanto programa de campo nuestros campesinos están cada vez peor? ¿Por qué no se ve una sola máquina en los cultivos? ¿Por qué perdimos el primer lugar mundial en la producción de maíz cuando somos los reyes del elote y la tortilla? ¿Por qué veo unos excelentes documentales que hablan de México hechos por vascos y transmitidos en el País Vasco y ninguno en México? ¿Por qué otros pueblos son mejores y más eficientes promocionando y ayudando a México que nuestro propio gobierno?

Estoy segura de que los miles de mexicanos que se van de mojados no lo hacen por gusto, o como dice el gallego: “nomás por joder”. Seguramente al menos la mitad de esos que se han ido volverían si pudieran vivir dignamente del campo, con sus familias, en sus tierras, con nuestro sol.

Tenemos mucho campo para cultivar. Sólo falta ponernos un poco en los zapatos de quienes trabajan la tierra y darles la dignidad que cualquiera de nosotros querríamos para vivir en paz y ser un engrane importante en la cadena del abuso mexicano.
Mar. 10/ago/2004 17:43

CONSUMIDORES ABSORBENTES

Una tal “Alianza contra la piratería” afirma que dos de cada tres pares de tenis vendidos en México son ilegales. Me pregunto si en esa rotunda cifra también contaron aquellos tenis que se venden después de haber sido sustraídos amablemente por algún personaje de distinguida presencia desde algunos de nuestros delicados piesesitos. Porque ya me gustaría saber si alguno de los que me leen no conoce a alguien a quien, a punta de navaja, lo hayan obligado a volver a su casa en calcetines, a causa de la envidia o de malas costumbres de apoderarse de lo ajeno.

El caso es que nos encontramos con titulares que dicen que los mexicanos somos muy pero que muy malos porque traficamos con tenis, perjudicando así a unas bondadosas y nobles empresas que lo único que hacen es tratar de protegernos nuestras delicadas patitas con un producto que hicieron los chinos en jornadas cortas de trabajo y con unos sueldos magníficos, por no hablar de unas instalaciones dignas de cualquier funcionario de primer nivel de nuestro querido México. Eso explica su precio.

Pero no es todo. Resulta que hay más víctimas. Sí. Hacienda es una de ellas, ya que, dicen, a causa de nuestra cochina malandrez dejan de recibir 9 mil 600 millones de pesos, mismos que son muy necesarios para pagar los aproximadamente 41 mil 6oo euros que un diario vasco de reconocido prestigio afirma que se gasta nuestro querido Don Fox sólo en ropa. El doble que nuestra querida presidenta, que ha sido criticada por usar “vestidos exclusivos”. Buena imagen exterior proyectamos.

Lo de los aranceles a productos importados de China se entiende. Es un patético intento por poner las barbas a remojar, ante el ex letargo de aquel multitudinario país, que amenaza por apoderarse económicamente de este maltrecho planetita y parece que no va a haber ni Bush ni Sharón ni Yo Robot que los detenga.

Lo que no me parece justo es que, al final, el único que paga siempre los precios de todo es el consumidor. Ora nosotros. Tú, yo, tu novia, mi mamá, la tuya y hasta nuestras abuelas. Por eso, yo propongo que en lugar de invertir en trajes (porque es de todos conocido que, aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Por mucho que el señor Carlos Rivera Aceves y su ilustrísima esposa se hayan empeñado en demostrar lo contrario, allá en las posterioridades del 22 de abril –Sí. Tengo memoria de elefante. ¿Y qué?‑) que no solucionan ni un mal uso del inglés, invirtamos, por ejemplo, en energía solar. Ahora que parece que el petróleo está en las últimas, y ya que México es una potencia mundial en energía solar, aunque nadie parece haberlo notado, excepto los que padecen de hemorroides por no tener un lugar con sombrita para dejar su coche (o en su defecto, la bicicleta) todos los días, sería una buena manera de ver nuestros impuestos: Celdas solares por doquier. Y así, cuando Don Bush se quede en la vil calle porque ya no hay petróleo, nosotros, los mexicanos, podremos seguir viendo la televisión con nuestro abundante sol. Y, de paso, voltear un poco la tortilla.

Que ya va siendo hora de que seamos personas de bien. ¿O no, mis queridas transnacionales?
Mar. 10/ago/2004 17:09

SIN MIEL Y SIN JÍCARA

Hasta cierto punto entiendo la postura del sindicato en el conflicto del IMSS. Es un poco “anti-natura” dejar que les quiten “derechos” que tanto trabajo les costó adquirir. Lamentablemente, en este caso concreto, ya no se trata tanto de derechos, sino de realidades.

La primera realidad es que el IMSS es esclavo de un sistema de pensiones que no puede sostener ni un país del primer mundo. La segunda realidad es que los primeros afectados son los “derechohabientes”. La tercera realidad y la más importante es que, de no solucionarse este conflicto, ni derechohabientes, ni jubilados ni gobierno ni sindicatos. Todos a la calle.

Lo más triste es que todo gira en torno a los votos. Porque esta situación no estaría en este extremo de no haber existido antes alguien que viera en este irresponsable sistema de jubilaciones una gran cantidad de votos que le permitiera sacarse la lotería con algún buen hueso gubernamental. Pero echar culpas de nada sirve. Lo que hay que hacer es proponer y encontrar una solución. Pero ya.

Y eso también tendría que ser preocupación del sindicato, no sólo agarrar y decir “Pos no negocio, no negocio y no negocio!!!” y luego sacar la lengua. Sí, en efecto, es lamentable que se pierdan esas condiciones tan ventajosas de algunos jóvenes jubilados. Pero más lamentable será que ese montón de jubilados al final se queden sin nada y que todo el montón de derechohabientes que tan mal trata el IMSS también se queden sin ese deficiente servicio médico que los atiende sólo cuando están en su lecho de muerte. Y, por supuesto, también está el sindicato, que se quedará sin cuotas sindicales al carecer de trabajadores que devenguen un salario disque justo.

Como digo, entiendo su postura. Pero, lamentablemente, dicha postura no resuelve nada. Y ¿qué no se supone que la función del sindicato es resolver problemas laborales masivos? ¿Por qué no, en lugar de hacer berrinches y disque presionar al gobierno con su cerrazón de no negociar, no agarran el toro por los cuernos, estudian la situación y proponen alternativas viables que más o menos mantengan el sistema que les da de comer tan dignamente? Porque como se tarden demasiado en su berrinche, como dice el título de esta opinión, al final se quedarán sin miel y sin jícara. Seamos prácticos. Aceptemos nuestra realidad y trabajemos por mejorarla. Si el gobierno es un inepto, pues demostremos que nosotros podemos hacer mejor las cosas. Y cambiemos un poquito los vicios de este maltrecho y colorido país. Ya es hora.
Mar. 10/ago/2004 16:40

NO SÓLO CREERNOS, TAMBIÉN SABERNOS

Llevo un montón de años oyendo que hay que dejar atrás el malinchismo y apreciar más lo nuestro. Pero, por alguna razón, parece que no lo conseguimos. No sé si es que no queremos, o no nos lo creemos. O si simplemente nos hace falta comparar (aunque las comparaciones sean odiosas) para darnos cuenta de la gran riqueza que tenemos. Otra posible razón para no percatarnos de lo que México impacta en el resto del mundo es que estemos tan inmersos en nuestras desgracias y en nuestros malos resultados de gobierno que no nos queda tiempo, energía ni cabeza para dedicarnos a apreciarnos a nosotros mismos.

No niego que la de “autoapreciarnos” puede ser una tarea que requiere grandes cantidades de energía y de atención, pero vale la pena intentarlo y, además, tenemos madera. No he estado en absolutamente todo el planeta, pero he recorrido casi todo Europa y llevo un par de años en España. Y me he dado cuenta de que México existe en el mundo muchísimo más de lo que nosotros mismos creemos. Además de encontrarme con una imagen de la Virgen de Guadalupe en Colonia, Alemania, me he topado con una importante cantidad de manifestaciones de nuestro país en diversos ámbitos, principalmente en el gastronómico.

En ese sentido, hace unos días me dio un gusto inmenso encontrarme con una noticia que hablaba de México en un periódico vasco, y encima era buena!!! Se trata del intento por parte de algunos mexicanos para que la UNESCO declare la gastronomía mexicana como patrimonio intangible y oral de la humanidad. O sea, que podríamos tener en nuestras cocinas un Taj Mahal culinario.

Entre tanta noticia trágica que invade nuestro país, a lo mejor esta iniciativa podría parecer una frivolidad. Pero no lo es. En realidad hay pocos países en el mundo que puedan saberse tan ricos en gastronomía y, sobre todo, que a través de la misma puedan ser capaces de mantener una dieta equilibrada, además de poder deleitar el paladar.

La cotidianeidad puede hacer que dejemos de apreciar nuestros mayores tesoros y aunque México tiene platillos dignos del paladar más educado, como los chiles en nogada o su gran variedad de moles, también cosas tan sencillas como los tacos o las quesadillas forman parte de ese nuestro gran tesoro.

En esta ocasión es nuestra comida la que estamos intentando homenajear, pero nos quedan infinidad de cosas más que podemos apreciar de nuestro México adolorido y que no hay en el resto del mundo, como los tianguis, los colores, la artesanía, nuestro pan dulce y hasta la manera de hablar.

Finalmente, se puede aprovechar esta ocasión noticiosa, que trasciende más allá de las fronteras mexicanas, para ver el “incidente” con Estados Unidos y nuestros dulces, supuestamente contaminados con plomo, como una oportunidad y buscar otros territorios de expansión, menos paranoicos y más cultos que nuestros vecinos del norte, sobre todo ahora que tenemos en Guadalajara la “Confitexpo”, otra dulce fuente de oportunidades para querernos más.
Mar. 03/ago/2004 22:34

INSEGURIDAD MEXICANA

Se avecina otra marcha. O la primera no fue suficiente, o dio algunos resultados e inspira nuevas movilizaciones. O ambas cosas. Por lo pronto, parece que movió algunos hilitos, como los del jefe del gobierno capitalino, que publicó unos cómics detractores de la marcha utilizando nuestros maltrechos impuestos. No soy capitalina, pero utilizo la palabra “nuestros” porque de muchos es sabido que una gran parte del presupuesto nacional de ingresos está destinado a la manutención de nuestra magna capital.

Tampoco es que tenga nada en contra de los capitalinos, ni de los chilangos, ni de los defeños, o como quiera que decidan ellos que se quieren llamar. Ni siquiera cuando, como en el chiste, 10 millones de ellos se levantan todos los días rezando “para que no les pase nada”, mientras los otros 10 millones se levantan con energías renovadas para ver “a quién perjudican”, por decirlo de manera que no hiera sensibilidades.

El caso es que, mientras don López Obrador promueve su paranoia de complot con monitos sin firma, don Schütte, del Consejo Ciudadano de la Secretaría de Seguridad Pública, agarra y lanza su gran idea al aire a raíz del asesinato de una doctora. Antes que nada, apoyo cualquier movimiento ciudadano en pro de una mejor calidad de vida y creo que ese y todos los asesinatos cometidos en este país y en el resto del mundo merecen toda la indignación, la atención y el repudio que podamos darles. Eso, por no hablar de que, para empezar, tendrían que evitarse.

Pero lo que realmente llama mi atención de este segundo llamamiento a marchar en contra de los malandros, tanto gubernamentales como civiles, es que está siendo promovido por alguien que se supone nos representa ante el gobierno y tiene un mejor contacto con él que el que cualquiera de nosotros podría tener. Por lo tanto, el hecho de que este señor que, en teoría, nos representa convoque a una nueva marcha, es decir, el hecho de que don Schütte llegue a la conclusión de que necesita de todas nuestras voces para hacerse oír me parece realmente preocupante.

Ahora es una segunda marcha. Después puede venir una tercera y una cuarta. ¿Alguien nos oye? Y, si nos oyen, ¿alguien hace algo por darnos un poco de lo que no sólo queremos, sino necesitamos? Después de las marchas ¿qué?

Lo más triste de todo es que somos mexicanos manifestándonos en contra de otros mexicanos. Porque tan mexicano es don Fox, como don López Obrador, como las muertas de Juárez, como quienes las matan y como todos aquellos que nos arrebatan ora la bolsa, ora los tenis, ora la bicicleta y, por último, la voz.

Sólo espero que, después de perder la voz, en lugar de agarrar las armas y la pólvora, sigamos con el lenguaje de señas o con el braile o con la música o con los chistes. Ojalá y algún día podamos dejar de manifestarnos contra nosotros mismos.
Mar. 03/ago/2004 19:12

¿SINDICATOS O CONDICATOS?

Los que hemos tenido la oportunidad de trabajar en algún organismo público hemos tenido una probadita más de cerca de lo que los sindicatos representan en la cotidianeidad laboral. Se supone que dichos organismos están para defender a los trabajadores y para buscarles mejoras en sus condiciones laborales. Es decir, en teoría, tendrían que esforzarse por conseguir que los trabajadores trabajen menos, en mejores lugares, y que cobren más. ¿Simple, no?

Pues no. Porque en la realidad mexicana resulta que los sindicatos son un coto de poder que “posee” cualquier cantidad de plazas de trabajo (sí. Los sindicalizados no son los trabajadores, sino las plazas. En más de alguna ocasión me tocó escuchar “Fulanito renunció. Su plaza está libre. Pero es una plaza sindicalizada”) y que torturan a las empresas y/o instituciones o a los trabajadores, según sea el caso.

No podemos negar que, de manera muy eficiente, sí que defienden a ALGUNOS trabajadores. Esos que por alguna razón tienen ganada la preferencia de sus dirigentes y que permanecen en alguna plaza de trabajo más o menos bien remunerada, pese a no cumplir cabalmente con sus obligaciones laborales. Ustedes dirán que el contratador cuenta con mecanismos para despedir trabajadores improductivos. Sólo que, en el caso de los “trabajadores sindicalizados” se lo piensan mucho antes de despedir a alguien, o de intentar iniciar el proceso de despido, levantando actas y demás, porque los sindicatos suelen ser muy fieros a la hora de defender “los derechos” de sus trabajadores, sobre todo si se trata de un trabajador “favorito”.

Hace pocos días publicaron en la prensa el reparto de unos volantes que explicaban, de manera clara y concisa, las consecuencias que podrían tener los trabajadores sindicalizados del IMSS que no acudieran a la marcha organizada por su sindicato con su último recibo de nómina y una copia del mismo: hasta 30 días de pérdida de sus derechos sindicales (lo cual, es muy libre el sindicato de aplicar) y hasta 8 días de suspensión de sus labores. Ahí es donde la puerca torció el rabo y en donde se nota que los sindicalizados no son los trabajadores, sino sus plazas o puestos de trabajo.

La labor de los sindicatos en México está desvirtuada. Y su visión también. No niego que en el caso del IMSS el problema es grave y la solución complicada. Pero da la impresión de que los sindicatos se limitan a criticar al gobierno y a “hacerla de tos”, sin proponer soluciones ni alternativas. Probablemente no está en su obligación, pero deberían tomarlo en cuenta, por el bien de sus jubilados, de sus fututos jubilados y, por qué no, de sus plazas laborales. Porque al final, con marchas o sin ellas, el dinero es finito y con sindicatos o sin ellos, si no se resuelve el problema de la empresa, los jubilados se quedarán sin pensión, los sindicatos sin sus plazas sindicalizadas y nosotros, los usuarios del IMSS, sin servicios médicos ni eficientes ni ineficientes ni de ninguna clase. ¿Y los trabajadores? Sabe. Según los sindicatos, los trabajadores sólo sirven para alimentar las marchas y hacer presión.


Mar. 27/jul/2004 06:42

LA MITAD

Siete de 14. Nada mal. De una manera o de otra, parece que al menos la mitad de los secretarios del gabinete presidencial trabajan. Lo que no sabemos es si trabajan los 7 que acudieron a la firma del susodicho convenio que crearía la ilustre Comisión Intersecretarial para el Desarrollo Social, o si trabajan los 7 que no fueron.

Porque tengo entendido que el primer jefe en el país es el pueblo. Básicamente porque es el que paga los sueldos de todos esos señores que aparecen continuamente en los periódicos diciendo barbaridades a diestra y siniestra y que afirman administrar nuestros recursos. Como quien dice, opinando sin asesoría (cerebral). Ergo, como el pueblo, aunque paga no manda, el siguiente jefe en cuestión sería el señor Presidente. Lo que no sabemos es si el ilustre don Fox medio manda y sus subordinados medio le obedecen. Porque, o la firma del “histórico y relevante” convenio (según espléndidas palabrejas de doña Josefina Vázquez Mota, principal interesada en sacarle brillo al evento, por ser la titular de Desarrollo Social) no era tan histórica ni tan relevante, o la mitad de los citados son rebeldes y osaron desatender la atenta invitación de su señor jefe a la firma del documento en cuestión.

Al final, parece que la otra mitad de los citados firmarán en privado, quizá cada uno en su despacho, con lo cual da la impresión de que en ocasiones la frivolidad invade los actos de gobierno, en aras, quizá, de más votos y en detrimento del trabajo útil que puedan realizar “nuestros empleados”.

Lo ideal sería que los partidos se promocionaran con hechos y con resultados favorables que afecten a más mexicanos, en lugar de con un montón de basura que quedan mucho tiempo en las calles y que luego tienen que remover los ayuntamientos, con el costo que eso implica.

En todos los niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) existen partidas de comunicación social que deberían servir, principalmente, para informar a la población de cosas puntuales y útiles para la misma población. Y en otro nivel, para informarnos de lo que están haciendo con NUESTRO dinero.

Desafortunadamente, en muchas ocasiones este poder informativo se enfoca más en limpiar imágenes de un gobierno ineficiente que en informar y es ahí donde se desvirtúa la cosa.

Los discursos de campaña suelen girar principalmente en torno a los pobres, al desarrollo económico y al bienestar social. En ocasiones, los de gobierno también, como en este caso. Los discursos pueden ser muy bonitos, sí. Pero los resultados lo son más. Ojalá y veamos posteriormente, en esos dineros de comunicación social, la virtud de esta medio firma que recientemente se ha medio celebrado. Si la mitad de los mexicanos pobres dejaran de ser pobres, que no de ser mexicanos, ni mexicanas, a lo mejor pasaremos de sentirnos completamente engañados a sentirnos sólo medio engañados. Algo habremos ganado.


Mar. 27/jul/2004 06:10

SALARIOS VIP

Como cada año, está en el aire la pregunta de si los funcionarios de primer nivel deben percibir más dinero del que ya ganan por el trabajo que algunos supuestamente realizan y otros quién sabe. Tampoco dudo que alguno sí que trabaje bien. Pero da la impresión de que, cada vez más, la mayoría se dedican a grillar su siguiente brinquito en la carrera del triunfo individual.

Y parece que, también como cada año, por más que se publican datos indignantes, como que nuestros funcionarios estatales de primer nivel ganan más que los funcionarios federales de primer nivel de países del “primer mundo” (y mira que muchos de ellos lidian con terrorismo, inmigración, tratados económicos, etc.), el único cambio en las noticias son los nombres de los “percibientes”, que posteriormente aparecen como “percibientes” en otros ámbitos.

Este año hay un nuevo elemento en el jueguito de transparencia que todos jugamos: Un tal Comité Técnico de Valoración Salarial que disque hace su labor de puro altruista y aprueba aumentos descomunales en los sueldos de quienes trabajan en las altas esferas de la UdeG y cuestionan los sueldos de las altas esferas policiacas.

Yo, lo que no termino de entender es para qué necesita la sociedad jalisciense un comité VIP que analice los sueldos de las altas esferas, si a todos nos queda muy claro que ganan demasiado. A todos menos a los directamente implicados, claro está. Porque si me preguntan a mí (cosa que nadie ha hecho, pero me adelanto. ¿Y qué?) yo diría que, más que los sueldos de las altas esferas, el CTVS (o sea, el “se te ve ese”) podría evaluar los sueldos de los policías de a pie, que al final creo que arriesgan más el pellejo por la poca seguridad que pueda haber en los lares jaliscienses, y ya de paso, evaluar también el sueldo de las secretarias, de los que hacen la limpieza y de los que están cara al ciudadano común, si es que de aumentarlos se trata.

Pero ya haciendo las cosas bien, podrían determinar que los sueldos de los funcionarios de primer nivel son demasiado altos y, proponer que con lo que se quite a esos puestos y con lo que se tenía destinado al aumento de tan onerosos trabajadores, mejorar un poquito las condiciones laborales de quienes no aparecen en los periódicos.

Que si ya está demostrado que, con todo y sueldos de Mundo VIP (puesto que el primer mundo se ha quedado cortito) sigue habiendo corrupción, pues por lo menos que nuestros honrados impuestos se utilicen en mejorar un poquito las condiciones de quienes sí tienen que cumplir sus ocho horitas y no tienen el bonus de “coche del gobierno” ni de un súper seguro médico. Entonces daríamos un pasito más en pro de la igualdad y la erradicación de las clases sociales. El otro pasito lo tiene que dar el pueblo exigiendo educación de calidad, en lugar de tortas en los mítines.


Lun. 26/jul/2004 19:22

AHORA QUE GOBIERNA EL PAN

Algunos se mueven y empiezan a hurgar en el pasado de nuestra nación, en un intento por eliminar un poco de la impunidad que invade al país. Se forman fiscalías especiales, que cuestan un dineral y que, generalmente, no consiguen esclarecer nada.

En el caso de la “Guerra Sucia”, parece que algo han estado haciendo. Luego viene un abogado defensor y argumenta que sus clientes no corren peligro legal alguno porque, aunque se demuestren los crímenes en cuestión, ya prescribieron. Es decir, la cuestión de si se hizo mal o bien es lo de menos. No importa. Lo que importa es que esas cosas “prescribían”, hasta hace poco que el Senado se ocupó de reformar la ley. Pero claro, resulta que esa ley no puede ser retroactiva porque hay otra ley que lo dice así. O sea, que esa reforma atañe sólo a crímenes de reciente creación. Todas las fechorías del PRI no figuran en esa reforma, por mucho genocidio que sean.

Además, alega que la fiscalía sólo tiene como pruebas “recortes de periódicos, revistas y libros, y una entrevista que ofreció a la televisión local de Monterrey, el extinto regente capitalino Alfonso Martínez Domínguez” en la que sugiere que el Estado Mayor Presidencial tuvo su parte de acción en la matanza del “Jueves de Corpus”. O sea, que ¿qué tipo de pruebas son válidas? Los testimonios no cuentan. Y documentos oficiales no hay, excepto uno en el que el Estado Mayor Presidencial se deslinda de esa responsabilidad.

¿Acaso esperaban encontrar un oficio, firmado por el entonces Presidente don Echeverría, en el que claramente se diera la orden al tal grupo “Los Halcones” (que, para el caso, podría haberse tratado, por qué no, de un grupo versátil, de esos que amenizan bodas y comuniones) de masacrar a todos los estudiantes que osen incordiar el bien político y nacional de nuestro querido país, con sus estúpidas y molestas manifestaciones?

Pues mira. Tampoco hay pruebas de que el montón de burócratas que cobran todos los meses el sueldo que se paga con los impuestos que todos ponemos con tanto sudor, desquiten con un trabajo bien hecho eso que cobran. Nuestros procuradores también cobran un dineral y sin embargo en las calles hay tal cantidad de delincuencia que poco nos falta para tener, además de un pariente abogado, otro médico y el vendedor de enciclopedias, otro que se dedique a sustraer propiedades ajenas, con o sin violencia.

Ese es el gran problema de este país. Como no hay pruebas, todos los delincuentes andan sueltos e incluso hasta nos gobiernan. Y el montón de seres que están en la cárcel son, simplemente, señores con mala suerte. Como las víctimas.

Pero, ahora que gobierna el PAN, podremos, en un futuro, condenar las fechorías que cometan los blanquiazules. Sólo tenemos que cerciorarnos de que dejen pruebas.


Mar. 20/jul/2004 8:53

LO QUE HACE FALTA

En primer lugar, hace falta que los mexicanos entendamos que las cosas en nuestro país están ocurriendo al revés. Se publican en la prensa escandalosos artículos sobre malversación de fondos y no pasa nada. Se manifiestan un par de millones de personas en contra de la inseguridad pública y no pasa nada. Se mueren unos cuantos miles de mujeres en Ciudad Juárez y no pasa nada. Los gobernantes se dedican a agarrarse de las greñas por el siguiente periodo de reinado y ¿qué pasa? Nada.

Pero nuestros gobernantes lo siguen intentando: Ahora, nuestro querido y eficiente procurador general se implanta un chip, entre otras cosas, para protegerlo de un secuestro. ¡Enhorabuena por sus acciones en contra de la inseguridad! ¡Ahora 5 ciudadanos mexicanos estarán más seguros! Los otros 99 millones 995 mil que se aguanten y que sean realistas: No hay para que todos vivamos bien. Sólo tenemos ese derecho los que hemos dejado el sudor de nuestra frente en la grilla política y hemos tenido la suficiente desvergüenza de fluir con el sistema. Y los que dicen que no trabajamos mienten con todos los dientes, porque vaya que tenemos que esforzarnos por irnos ganando un lugar en la grilla para las próximas elecciones. No es nada fácil desacreditar al vecino, por muy malandro que sea, en un país en el que no pasa nada.

Porque nos conchabamos para tener un montón de burócratas ineficientes y mal pagados, cuando podríamos contratar a menos con mejores sueldos y que hicieran bien las cosas. También hacemos equipo para encubrir a los que se divierten haciendo tiro al blanco con las mujeres juarences y toleramos a los sindicatos, que protegen ineptos y fiacosos en lugar de buscar mecanismos para mejorar las condiciones laborales de quienes sí trabajan. Una labor muy dura ésta de hacerce un huequito en un lugar en donde no pasa nada. A ver si dentro de unos años, cuando todos se estén muriendo de hambre y no quede más que llenarse la barriga de plomo, porque ya no hay nada qué perder, pasa algo y nos facilitan la labor de gobernar nuestros cómodos futuros.

Entonces, probablemente, lo único que hará falta, será algún mexicano a quién se pueda malgobernar, explotar y humillar.


Mie. 14/jul/2004 7:41

UN MUNDO FELIZ

Hay carreteras, trenes, y todas las calles están pavimentadas. Los ayuntamientos urbanizan los terrenos antes de que las constructoras pongan ahí las viviendas y las empresas de construcción están obligadas a contratar seguros que garanticen las viviendas durante varios años después de su entrega, de manera que la calidad de las mismas es bastante aceptable.

En los periódicos se pueden leer, todos los días, noticias que hablan de los miles o millones de euros que se invierten en un proyecto y en otro. Los sueldos de los funcionarios de primer nivel son razonables de acuerdo con el ingreso medio de la población en general, y no de acuerdo con el ingreso total de otros funcionarios de su supuesto mismo nivel. Los aparatos burocráticos tienen un tamaño razonable, de acuerdo con las necesidades de la población, y funcionan de manera ágil y amable. Además, los empleados de gobierno tienen que competir entre los mejores para acceder al puesto solicitado, mediante exámenes regulados llamados “oposiciones”.

Las cajas de ahorros funcionan bien y hacen labor social. No timan a los ahorradores. El sueldo mínimo fijado por el gobierno alcanza para vivir. Hay parques con juegos para los niños, mesas de ping pong, canchas de básquet bol, pistas de patinaje públicas y de libre acceso y un montón de centros cívicos a donde pueden acudir los jubilados a leer gratis el periódico y a entretenerse en sus bibliotecas o con sus juegos de mesa. En ellos también se imparten clases de diversas cosas (desde dibujo y fotografía hasta cerámica, deportes, bailes, etc.) con precios accesibles, adjudicados mediante sorteos, según el número de solicitudes, y con duración general de 1 año.

Está mal visto obligar al trabajador a hacer horas extras “gratis” y está bien visto irte en el momento mismo en que el reloj dice que tu jornada laboral ha terminado. En el verano, las jornadas laborales se recortan para que la gente pueda disfrutar del buen tiempo. Por ley, la gente tiene derecho a un mes de vacaciones por año.

Los servicios de salud del gobierno funcionan razonablemente bien. No hay que perder varias mañanas en los trámites y las citas con el médico se pueden pedir por teléfono y, en atención primaria, generalmente te la dan para el mismo día en que la pides.

Si te quedas sin trabajo, cobras una mensualidad del gobierno mientras encuentras otro trabajo. No es necesario ponerle a tu coche candados y todo tipo de alarmas y seguros. Lo peor que le puede pasar es que alguien le dé un golpe al estacionarse, si lo dejas en la calle. Los últimos robos de coches que hubo fueron porque unos pubertosos se aburren demasiado y roban coches para ir a hacer trompitos. Pero nunca por negocios. No hay mafias de robacoches ni de secuestradores.

Los sindicatos no existen por profesiones, sino por organizaciones políticas y no tienen poder sobre ninguna plaza de trabajo. Cada trabajador es libre de pertenecer o no a un sindicato y de decidir a cuál de ellos quiere pertenecer. Y los sindicatos, salvo contadas ocasiones, luchan por mejorar los sueldos, aumentar las vacaciones y disminuir las jornadas laborales de su trabajadores, y no por mantener a sus “chiquiados” en puestos en donde “no hay que hacer nada”. En pocas palabras: Los sindicatos están obligados a ganarse la afiliación de sus trabajadores para subsistir. No tienen ningún poder que no sea el de negociar contratos colectivos y sus derivados y muchas veces tienen que ponerse de acuerdo entre varios sindicatos para un mismo asunto, lo que genera una sana competencia.

El transporte público está subsidiado. Los choferes tienen jornadas laborales dignas, uniforme y buenos autobuses, además de buen trato hacia los usuarios. Son puntuales y no andan jugando carreritas, ni arriesgando la vida del prójimo. Casi no tienen accidentes.

Las bicicletas tienen ganado el respeto de los automovilistas. Éstos están obligados a tomar un carril diferente del que es usado por un ciclista o a frenar si no puede rebasar a una distancia prudente. Los coches se detienen en los pasos de cebra para que crucen los peatones. Puedes salir por las noches de copas sin miedo a que, por ser de noche, te asalten o te secuestren.


Todo esto y más es real. No me lo estoy inventando. Existe en muchos lugares de Europa. Y estoy segura de que se puede lograr en México. El camino es largo, pero posible. Todo es cuestión de que lo busquemos, de que exijamos más y mejor educación, de que cambiemos la forma de funcionar de los sindicatos y del gobierno y de que nosotros mismos trabajemos de manera más eficiente, dentro de nuestras horas, y exijamos nuestro derecho. Será un buen ejemplo para nuestros hijos.

Mie. 14/jul/2004 08:38

RECESO

A cambio de quitarnos a los pobres el acceso a Mural.com, Esfera Pública nos regaló una semana de receso. Bueno, es un decir. No sé si alguno de los participantes igual aprovechó para mandar más artículos, aunque la semana pasada no hayan actualizado el web del concurso. Básicamente por eso no envié ningún aviso.

Aparte de eso, a pesar de que yo estaba un poco escéptica de que me publicaran, porque mis últimos artículos los escribí más a web-o que otra cosa (como si me pagaran. Já!), les comento que me publicaron 4 de 5 que mandé. Y ese quinto seguramente no lo publicaron porque era una despedida a Don Germán Dehesa, mi columnista favorito, a quien ya no puedo leer, porque no me da la mugrienta gana de pagar. En México se habla mucho del "derecho a la información", pero esa frase no es muy amplia. Parece que se refiere única y exclusivamente al derecho que reporteros y conductores de medios disque informativos tienen de dar a conocer cualquier información que les venga en gana, y no a que los consumidores de la información, o séase el pueblo mesmo en persona, tienen de estar bien informados.

Los periódicos cuestan, los libros cuestan, la educación cuesta. La televisión es semi-gratuita, pero la información que se puede obtener de ella es, por llamarla de alguna manera, demasiado elemental. Dado este burdo análisis, mi propuesta de esta semana es cambiar el pomposo nombre de "derecho a la información" por uno más adecuado. Por ejemplo: "Derecho de balconear al prójimo" o "Derecho a publicar lo que me sale de las narices". De esa manera, nosotros, proletarios consumidores de información, no nos sentiremos traicionados cuando las empresas informativas ejerzan su derecho de hacer negocio, cerrando el acceso a su producto sólo a aquellos que tienen dinero porque tienen medios para hacerlo (dinero).

En algún momento, mi querido cónyuje me ofreció pagar a Mural.com por mí. Tal ha sido mi congoja ante su empresarial cierre. Pero no es cuestión de dinero, ni de cuidar nuestro presupuesto familiar, sino de principios. Mural, ciertamente, es mi medio favorito de consulta noticiosa, al menos en Internet. Es un muy buen producto. Pero tiene un gran defecto: Nació elitista y sigue reafirmando esa condición. Por lo tanto, no estoy dispuesta a financiar un proyecto que, con su conducta, fomenta y fortalece el mensaje de que en México hay y debe haber categorías de personas y de ciudadanos. Por eso estoy en España y no allá. Porque vivir en una sociedad que dice una cosa y hace otra totalmente opuesta me produce náuseas. Porque estar rodeada de gente que lee lo que está de moda y que despotrica de aquello que está bien visto despotricar, aunque por dentro se les derritan los higaditos de atacar a algo que les gusta mucho, me genera una gran tristeza. Porque ver cada día que la gente opina que el "estilo coloquial" en la escritura está mal, y que aquello lleno de domingueras y de academicismos que los dejan con una gran "cara de guat" es lo único que se puede leer, incluidos los periódicos, me deja perpleja y casi desnuda de esperanzas para seguir luchando porque México deje de esperar un milagrito y mueva su precioso y redondeado trasero.

Hala! Ya está. Hoy he donado mi granito de arena, poniéndole el ejemplo a Mural de que no todo tiene por qué cobrarse. Infinidad de veces he regalado mi trabajo y, hasta la fecha, puedo decir que he sido más feliz trabajando cuando no recibo ningún sueldo a cambio. El problema es que siempre hay que comer.

Hoy regalo esta columna. Mañana, si llego a publicar en forma, regalaré un ejemplar a cada uno de mis suscriptores a estas palabras gratuitas. A los que quieran, claro. Tampoco es obligación adornar sus estanterías con libros de mi autoría, si es que llego a publicarlos.

Por lo pronto, me concentro en volver a caminar. La próxima semana tengo un encuentro de tú a tú con un cuchillito conocido como "bisturí". Así que, si desaparezco un tiempo, no temáis, como Judas te-mió. Vuelva o no a caminar, seguiré en la lucha de las letras y en la defensa del estilo coloquial, mejor conocido como "la escritura que cualquiera es capaz de entender".

Sin más coloquios, ya pueden votar mis más recientes pataleos:

LOS HUEVOS DE SCHROEDER
En general en Europa se ha alcanzado un nivel de bienestar ejemplar en el mundo. La tasa de desempleo es relativamente baja, hay bastante seguridad y, hasta hace poco, los únicos problemas de los europeos eran el terrorismo, en lugares muy específicos, y los gringos, con sus guerras y sus lloriqueos constantes...

http://www.mural.com/libre/offlines/esferapublica_web/articulo1367.htm

ESPEJITOUS
El nuestro es un México bizarro, como el Supermán ese que salía en los Superamigos, deforme por la criptonita roja, con dos brazos y dos piernas de más, y todo cuadradito; la última vez que fui a Tonalá, hace poco más de año y medio, las calles en donde está asentada toda la zona de venta de artesanía, desde los muebles hasta la cerámica, estaban hechas un asquito...

http://www.mural.com/libre/offlines/esferapublica_web/articulo1353.htm

ESPEJITOUS 1
Según me explicaron en la escuela, don Lázaro Cárdenas del Río, quien fuera presidente de México hace muchos años, grabó su nombre en la historia de México con letras de chapopote al expropiar el petróleo para los ciudadanos de este bizarro país. Entiendo que una industria petrolera pública...

http://www.mural.com/libre/offlines/esferapublica_web/articulo1355.htm

EL MATRIARCADO
Rosario Castellanos lo denunció en libros como “Retrato de Familia”, hace ya muchos años. Desafortunadamente, cuando el pueblo, además de falto de educación es falto del hábito de la lectura, denuncias como esa quedan en el ámbito de lo sutilmente intelectual. Pero a todo esto, ¿qué es el matriarcado?

http://www.mural.com/libre/offlines/esferapublica_web/articulo1349.htm

Y para quienes no han votado, todavía pueden hacerlo por los de la publicación anterior:

ESTAR LEJOS
http://www.mural.com/libre/offlines/esferapublica_web/articulo1245.htm

¿ADIÓS AL PELÓN?
http://www.mural.com/libre/offlines/esferapublica_web/articulo1241.htm

Muchas gracias por su apoyo. Han sido una parte muy importante de la medicina de mi estado de ánimo en esta lucha contra el suelo.

Suza.

Vie. 03/sep/2004 19:23