lunes, 29 de diciembre de 2008

PONGA UN TEROL EN SU VIDA


Es el lema ciudadano de un conocido blog de un periódico vasco. Yo ya lo hice. Hace tiempo, la verdad. Óscar Terol es un personaje relativamente público, actor, escritor, ilustrador y, sobre todo, humorista. Ha tenido programas de televisión, hecho guiones, escrito libros y ahora, entre sus múltiples actividades, también lleva un blog. Uno que nos alegra los días, las tardes y las noches a unos cuantos asiduos, incluido un indeseable que no hace más que dar el peñazo.

Anoche nos animamos un par de "delincuentes", como él mismo nos llamó en su última contribución al humor mundial. Y nos tomamos unas cañas todos juntos. Todo esto después de habernos deleitado antes con una obra de teatro que presentó en el Palacio Euskalduna de Bilbao. Y la verdad es que pasamos una noche llena de buenas vibras y muchas risas. Terol no sólo es simpático, sino además sumamente sencillo, cercano, educado y, sobre todo, buen compañero. Un sanote con el que se puede estar una tarde entera arreglando el mundo sin que le den a uno ganas de irse a hacer otra cosa. Tiene una mente privilegiada que le permite analizar el mundo y todo lo que lo rodea con nos filtros que pocos poseen y que le proporciona una visión muy diferente y enriquecedora de todo lo que los demás damos por hecho y que se ha convertido en una burda cotidianeidad.

Pero anoche, Terol no sólo nos dio el regalo de un par de horas de su tiempo y un par de cañas a cada uno, sino también la maravilla de conocer gente agradable y valiosa que también estuvo ahí, en la velada mágica en la que por fin rompimos la barrera de conocernos solamente a través de la pantalla de la computadora. porque sus otros asiduos también son encantadores.

Yo ya me he leído sus tres libros, he visto muchos de sus programas en la tele, una obra de teatro y compartido un par de chelas con él. Si hubiera más gente como él en el mundo sería un lugar mucho más bello y cálido.

Un besito a los que tienen a un Terol en su vida. Dos a los que no, pa' que se animen. =)

sábado, 20 de diciembre de 2008

PELUQUERÍA: DEPORTE DE ALTO RIESGO

Hace ya muchos años que me veo obligada a teñirme el cabello, a causa de las canas, que de incipientes tienen lo que yo de súpermodelo. Que me tienen invadida, pues. Y, dentro de ese hartazgo del tinte de cada 3 semanas, de pronto me salió la vena rebelde y me lancé a la peluquería dispuesta a que me hicieran el cambio más estrafalario posible, siempre evitando colores que últimamente se ven por la calle como el verde, rosa, azul, violeta...

Es decir, mi estrafalariedaT, si se me permite el palabro, tiene un límite, que se reduce a "lo normalito". Pero en la peluquería casi nunca me hacen lo que yo quiero y esta vez no iba a ser la excepción. Al final salí con un color más o menos parecido a lo que ya traía y unas mechas que son bastante pispiretas. Salí contenta. Y eso que me aventé a las manos de los practicantes. Porque me digo: Si de todos modos rara vez salgo 100% contenta, por lo menos que me cueste menos y que no sea por culpa de "profesionales". Y la verdad es que no está mal la cosa.

Hace muchos años que voy a esa peluquería, que está detrás de la casa donde vivo. Incluso fue a la que acudí para que me arreglaran el día de mi boda. Pero hace ya varios meses que la convirtieron en peluquería escuela. Y entonces ahora siempre que voy a pedir algún servicio me preguntan: ¿con alumno o con monitor? La diferencia estriba principalmente en dos cosas: el tiempo que te atrapan en la peluquería, que casi se duplica, y lo que pagas por el servicio, que se reduce a la mitad o menos. Porque la monitora está ahí fiscalizando el trabajo y por supuesto que no te van a jorobar la cabellera.

Total, que en las más de 3 horas que pasé ahí para calmar mi sed de rebeldía observé a una mujer a la que también le hicieron un tinte. Ella eligió un color que era o rosa obscuro o rojo muy rosado. Cuando le estaban poniendo el tinte yo dije para mis adentros: "Madre mía!! Pero qué color!!! Es como color chicle!!!" Y cuando le estaban secando el cabello, efectivamente, aquello era como color chicle de esos que atrapan la atención de los niños por su color encendido.

La mujer en un principio me había llamado la atención por su voz. Tiene una voz muy ronca, que pensé que era de un viejito. Y volteé hacia donde estaba ella porque no recordaba yo haber visto entrar a ningún viejito. Pos no. Era una ñora...

Luego ya, en el aburrimiento de haber permanecido ahí sentada durante más de 3 horas, la estudié con más detenimiento. La mujer era verdaderamente poco agraciada. Y entonces caí en la cuenta de las libertades que disfrutan ese tipo de personas. Porque si ves a una mujer guapísima poniéndose semejante color de cabello, en seguida piensas: "Pero criatura, qué te has hecho??? Con lo bonita que eres!!! ¿Qué necesidad tienes tú de hacerte esas cosas?". Luego, claro, con alguien que no destaca precisamente por la armonía de su rostro, pues no tiene nada qué perder, se haga lo que se haga. Esas personas disfrutan de la libertad de experimentar a gusto con su cuerpo y hacer todo tipo de locuras, porque no tienen nada qué perder. Yo diría que incluso es una buena manera de ocultar su peculiaridad, porque si te fijas en el cabello tan escandaloso, lo de verles la cara pierde importancia. Es una manera de llevar la atención del próximo a otro punto de tu anatomía que no tiene nada qué ver con "lo que Dios te dio", sino con lo que tú elegiste.

Y entonces me produjo una gran tranquilidad saber que, si algún día por cualquier cosa llego a ser verdaderamente fea, siempre tendré la tranqulidad de especular con mi cabello e ir por la calle escandalizando por el trabajo de la peluquería en lugar de por mi anatomía. Con lo que a mí me gusta escandalizar!!!

La gente bonita es agradable de ver. Pero para alguien "noramalito", como yo, los poco agraciados son necesarios y hasta de agradecerse. Porque siempre me suben el ánimo, la moral y hasta las tetas. Precisamente, mientras me elaboraban tan lento trabajo estaba leyendo una novela que va sobre una mujer con sobrepeso y todo lo que sufre por lo fea que se siente. Y mi mente reflexionó sobre lo que la belleza quita en algunas personas. Mientras que los feos y los normalitos casi siempre nos vemos obligados a fortalecer y cultivar otros aspectos de la personalidad, como la inteligencia, la simpatía y otras destrezas, los guapos muchas veces se sientan en sus laureles y resultan ser personas inútiles y sin gracia. Bonitos de ver, pero nomás. Y es en esos momentos de reflexión cuando veo que la vida ha sido sabia conmigo y me ha dado un poco de todo. Y me alegro por ello. Porque puedo experimentar a gusto con mi cabello, no tengo la responsabilidad de mantenerme siempre guapa, ni tampoco la cruz encima de andar escondiendo mis desgracias.

Igual resulta que soy horrible y estoy súperdesubicada. Pero en mi mundito particular soy normalita, invisible y, sobre todo, muy cómoda.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

REMODELACIÓN


Llevaba ya tiempo con la inquietudU de cambiarle la cara a mi refugio y hoy por fin me he decidido. Llevo ya más de un año reconciliándome con el color rosa y hoy hago exaltación del mismo por todo lo alto.

Y aprovecho ahora para hacer el cambio porque tanto mi subconsciente como mi consciente están ávidos de ver cosas nuevas. El otro día estuve en la peluquería (habrá post al respecto) y ahora le tocó al blog. La mayoría de las personas hace propósitos de año nuevo y eso. Y es en enero cuando se ponen manos a la obra. Pero yo hace años que descubrí que los propósitos de año nuevo no son para mí, porque jamás los cumplo. Como soy rebelde, yo me voy proponiendo cosas a lo largo de todo el año y las llevo a cabo en el momento, en el calentón de la ocurrencia porque si no, se quedan ahí, en el baúl de las intenciones frustradas.

Así que para cerrar el año con broche de oro le lavamos la cara un poco a este antro que después de dos años de vida ya lo ameritaba. Espero que les guste, se sientan cómodos y, sobre todo, que regresen de vez en cuando.

Están todos en su casa. Sean cordialmente re-bienvenidos.

Un besito a los que hacen propósitos cuando les sale de la seta. Dos a los que no los tienen. Y tres a quienes los cumplen cabalmente. =)

lunes, 15 de diciembre de 2008

MANOLITO EN IRAK


Al menos es una de las primeras cosas que me vino a la mente al ver el zapatazo que un prestigioso reportero irakí lanzó al casi ex presidente gringo, George Bush. Recordé la ya célebre chancla con que la mamá de Manolito amenazaba a su vástago, a manera de educación rudimentaria.

Bush asegura que la intención del reportero al lanzar sus zapatos era "llamar la atención", cosa que ha conseguido. Pero el resto del mundo sabemos que ese no era el móvil. Un móvil más auténtico, me parece a mí, es simplemente desquitar un poco su coraje hacia tan lamentable personaje. Y este móvil nos viene a varios, quizá a muchos, que lamentamos la falta de tino del reportero. Otro móvil sería, como el de la progenitora de Manolito, educar un poco al interfecto. Desde luego, falta no le hace. Otro móvil más sería inaugurar oficialmente la temporada 2008-2009 de lanzamiento de zapato en ruedas de prensa, deporte de alto riesgo pero que podría volverse muy popular.

Como ve, señor Bush, su presunto móvil de "llamar la atención" se queda francamente corto ante los propuestos por mí en este blog. Pero claro, no nos va a venir a sorprender a todos con algún deje de lucidez a estas alturas, digo yo. Don Bush, congruente con su escasa materia gris, hasta el final de sus días.

Un besito a los que tienen zapatos. Dos a los que practican el lanzamiento de los ídems. Tres al reportero irakí, que me alegró el día. =)

EL SOL DE MARBELLA


Estamos esparcidas por toda la geografía española y, sin embargo, el cariño nos sigue uniendo. Hemos estado ya en casi todas las moradas del grupo. Sólo nos faltan Santander y Galicia. Y en todas las ocasiones nos hemos divertido mucho y sentido arropadas por la hospitalidad del anfitrión.

Marbella no fue la excepción. Lydia y su familia en verdad se esmeraron en hacernos sentir como en casa y en sembrar en todos las ganas de no irnos. Derrochamos glamour en Puerto Banús, en donde agregamos un toque de distinción al paisaje de los humildes barquitos y vehículos utilitarios que ahí rondaban. Nos pusimos las botas con el pescaíto frito, las gambas a la plancha, la cerveza y las risas. Nos ganamos agujetas jugando con la Wii y recargamos las pilas con el infalible sol marbellí. Y nos quedamos con ganas de más.

Este ha sido un buen año y la escala en Marbella no hace menos que cerrarlo con broche de oro.

Gracias a todas y a todos por formar parte de este tan cálido y peculiar círculo de coincidentes en el espacio electrónico.

martes, 9 de diciembre de 2008

MARATÓN EN BARAJAS


De un extremo a otro de la T4, ida y vuelta...

Hace tiempo que digo y opino que lo de viajar en avión tiene cada vez menos glamour y menos encanto. Todavía recuerdo el viaje que hice con mi familia a Puerto Vallarta cuando tenía 5 años y me subí a un avión por primera vez. Aquello fue un gran acontecimiento. Sólo viajaban en avión personas con cierto poder económico y el que viajaba en avión era importante...

Pero ahora el avión sólo sobrevive porque es el único capaz de llevarte a ciertos lugares en un tiempo relativamente corto. Pero ya no tiene nada de encantador, aunque he de aceptar que sigue ofreciento grandes emociones, aunque disten mucho de ser como las de antaño.

Para empezar, el que viaja en avión es delincuente hasta que demuestre lo contrario. No puedes llevar ningún objeto ligeramente punzante en el equipaje de mano, con lo cual, si lo necesitas, debes arriesgar la integridad de tus cosas en el equipaje facturado. Para continuar, absolutamente NADIE te garantiza la integridad de tu equipaje. Es como si te hicieran el ENORMÍSIMO favor de llevártelo a donde vas y, si te lo perdieran tú tendrías que decirles: "No importa, no te preocupes. Tú lo haces lo mejor que puedes y yo te lo agradezco, de todo corazón". Porque cuando vas y reclamas no hay nadie del otro lado. Después de mucho buscar te encuentras con que la compañía aérea en cuestión sólo te proporciona un número de pago para hacer tu reclamación o poner tu queja. No les interesa lo absoluto tu opinión ni tu impresión del servicio, aunque durante el trayecto quieran que pienses lo contrario, con patéticas muestras de supuesto interés por tu satisfacción y tu futura elección por la misma compañía.

Y la verdad es que las compañías aéreas son como los políticos: al final uno elige la menos pior. En fin. En esta ocasión salimos de Málaga hacia Madrid con retraso de cerca de una hora, con lo que en Madrid nos quedaba sólo media hora para subir al siguiente avión, que nos llevaría a Bilbao. Justo antes de bajar del avión en barajas, el piloto anunció, entre otros vuelos: "Bilbao, puerta H8". Ahí vamos Juanjo y yo corriendo y ágiles siguiendo los carteles que ponían dirección "puerta H". Bajamos un montón de escaleras eléctricas, se nos fue un trenecito, esperamos al siguiente, subimos, atravezamos tooooooda la T4, salimos del trenecito, subimos otro chingo de escaleras eléctricas, pasamos un puesto de control de seguridad, me cambié de máquina de rayos X porque en la que me había puesto iba muy lenta, agarré mis triques y continué la carrera en dirección "H" y, cuando por fin llegamos a la zona en cuestión y buscamos la puerta "H 8", nos topamos con una pantalla que anunciaba nuestro vuelo por la puerta "M 10"...

Pero si allá estábamos!!! >_<

Juanjo corrió hasta un punto de información en donde, con toda la tranquilidad del mundo, el empleado de Aena metió los datos de nuestro vuelo en su computadora, que le informó que, efectivamente, nuestro vuelo salía de la puerta "M 10". Había que desandar lo andado. Así que corrimos de nuevo escaleras abajo, esta vez con más prisa, cruzamos otras puertas, llegamos al trenecito, respiré un poco, llegó, nos subimos, salió y nos llevó de regreso a la otra punta de la terminal. Salimos corriendo, Juanjo cargó también mi mochila, corrió escaleras arriba, yo iba detrás de él echando el bofe y respirando a duras penas, él con todo y las dos mochilas volteaba para atrás como queriendo jalarme con la mirada, mientras yo arrastraba las piernas como podía e intentaba respirar. En los paneles que pasábamos el avión ya aparecía como "boarding" y yo veía el reloj y me decía que mientras no llegara "la hora oficial de salida del avión" todavía había esperanza.

Por fin llegamos a la "M 10" y, por lo visto, nos estaban esperando (a nosotros y a otros tantos que entraron después). Reclamamos a la mujer que verificaba la tarjeta de embarque  se limitó a decir "es que cambiamos de avión"...

Llegamos a Bilbao y, después de estar un buen rato viendo dar vueltas a la cinta transportadora de maletas, y contabilizar que salieron como 5 de todo el vuelo, se acerca una mujer que pregunta que de dónde íbamos... Aquello ya me olió muy mal. Después de preguntarnos a todos los que estábamos ahí alcancé a oír que les decía a los que estaban al final del pasillo que ya no había más maletas y que había que ir a reclamar el equipaje.

Afortunadamente, el maratón me incrementó la condición física y la habilidad, y me puse primera en el mostrador de reclamaciones. Nos informaron que nuestras maletas se habían quedado en Madrid (está visto que, si tú llegas justo a un segundo avión, tus maletas no serán tan ágiles como tú) y que vendrían en el siguiente vuelo, a las 5:30 de la tarde (eran las 3). Y la mujer va y sugiere que las esperemos...

Sin dudarlo le dijimos que no. Que no habíamos comido y que no íbamos a esperar ahí más de dos horas para ver si se dignaban a darnos las maletas. Y volvimos a Vitoria hambreados y ligeros. Hace rato llamaron para confirmar que tienen nuestras maletas. Nos informan que las traen después de las 10 de la noche.

Esperemos que no lleguen a las 2 de la mañana. =/

Un besito a los que viajan en avión. Dos a los que tienen jet privado. xD