jueves, 26 de noviembre de 2009

ADIÓS, QUERIDO PEPE

Pepe Galindo Empezamos con mal pie en el Ayuntamiento de Zapopan, durante mi primer día de trabajo ahí. Me preguntaste, con mala sangre también, que si había oído el noticiero matutino de Radio Universidad y qué opinaba de su conductor.

Te contesté impulsiva y espontáneamente que sí, y que el susodicho me caía gordo. Me preguntaste por qué. Te contesté que no era nada personal, pero que le pitaba la nariz al micrófono y era muy molesto. Y resultó que eras tú…

Y a pesar de eso te convertiste en mi mentor, apoyo y guía en los momentos difíciles en ese breve periodo de mi vida. Te reencontré un par de años después en Radio Universidad. Me correteabas por los pasillos, te burlabas de mí ocasionalmente con tonterías, me llamabas cariñosamente Brujilda y, con lo pequeñito que eras, hay que ver lo fortachón que fuiste para cargarme en brazos y pasearme por toda la estación, cual novios entrando por la puerta a su casa de recién casados…

Otras veces me jalabas con la silla de ruedas y me dejabas abandonada en algún pasillo. Me parece que te aburrías un poco…

Me confiaste momentos difíciles de tu vida, algunas penas y otras cosas. Me compartiste un cachito de tu cajón para guardar mi taza del café, que al final me robaron de todos modos. Aquella de Homer Simpson dormido en la oficina con todo el panel de control explotando… Muy ad hoc para la oficina. Espero que, quien me la robó, la haya disfrutado.

Te regalé un celular sin pila al que le pudiste conseguir una que era de otro color. Que sepas que ese celular una vez se me cayó a la taza del excusado de la Radio. Lo rescaté justo antes de que volviera a subir el agua y sólo se mojó unas gotitas.

Te pasaste un buen rato hablando de pederastas en una nota alargada “inexplicablemente” durante mi primera e improvisada conducción de noticiero, un mediodía en que la redacción estaba desierta de gente y de noticias, y que la única que se aventó a sacar el buey de la barranca fui yo, antes de que el pasillo se llenara de “voluntarios” tardíos que luego se convirtieron en fiscales de mi estreno milagroso como conductora de noticias.

Fuiste el más comprensivo cuando yo llegaba de mala leche a las 6:15 de la mañana durante la semana en que fui obligada a colaborar con tu noticiero, “para que aprendiera” (no recuerdo haber aprendido nada nuevo, excepto que a esa hora se circulaba de puta madre por la ciudad y conseguías el mejor estacionamiento, pero bueh!).

Casi no salías de juerga porque tenías que madrugar un montón y a las 7 de la tarde ya estabas en la cama.

Estoy verdaderamente conmocionada por tu partida abrupta, temprana y horrible. Eras particularmente propenso a tomar malas decisiones, pero siempre fuiste buen compañero, persona cálida y humana.

Perdí el contacto contigo cuando me quedé a vivir en España y, a pesar de todos los años que han pasado, tu muerte me duele un montón. El mundo ha perdido una gran persona y México a un gran aliado. José Emilio Galindo Robles. Descansa en paz, amigo mío.

jueves, 12 de noviembre de 2009

EL RACISMO ME HIZO PERDER LOS ESTRIBOS

Por segunda vez desde que vivo en Vitoria, hace unas semanas dejaron en casa “un cuestionario” (una vil encuesta, vamos) sobre datos médicos, para que lo contestáramos y luego venían a recogerlo. Y por segunda vez, el cuestionario fue a parar al contenedor de papeles. Ni a mi marido ni a mí nos da la gana de regalar nuestros datos médicos a una empresa privada “X”.

Hoy me tocó a la puerta una “jóvena”: “Vengo por el cuestionario”. “Lo tiré”, le contesté. Con cara de pocos amigos, me contesta: “Pero si no eres la dueña del piso. Este piso es de alquiler!”. “No tengo por qué date explicaciones”, le dije, “pero primero infórmate y luego reclamas. Este piso no es de alquiler”. Y entonces me suelta: “Eres extranjera y este piso no es tuyo. No tienes por qué tirar el cuestionario, porque este piso es de otro señor”. Y ya furiosa, caí: “Sí, es de mi marido”. Y de ahí una discusión que siguió en la escalera, porque ella emprendió la graciosa huída aunque seguía con su retahíla de cosas racistas, mientras yo le decía (o más bien le gritaba) que la iba a denunciar para que perdiera el trabajo, palabrotas incluidas y que era una racista de m...

Hace mucho que no me enojaba tanto. Me quedé temblando… Y nunca había perdido los estribos al extremo de proferir palabrotas. Parece que todos tenemos un punto débil para perder los estribos y, por lo visto, el racismo y la discriminación gratuitos son el mío.

Ojalá que si me vuelven a traer el cuestionario de las pelotas me acuerde yo de todo esto, para decirle en su cara a quién lo traiga que no lo acepto porque en esa empresa, además de no conocerla yo de nada, contratan a gente grosera y racista.

Hoy no hay besitos. >_<

sábado, 7 de noviembre de 2009

PÁSEMO

Así le decía yo a Plaza Sésamo (Barrio Sésamo en España) de niña. Tenía yo 3 años y recuerdo aquella época en casa de mi abuemundo_de_juguete_3la; comía y me subía a ver “mi hora de televisión”. Veía primero “Pásemo” y luego Mundo de Juguete, telenovela histórica de carácter infantil protagonizada por una actriz “one hit wonder”, Graciela Mauri (sólo hizo esa telenovela de niña y luego ya de grande volvió al mundo del espectáculo sin demasiado éxito. O al menos no tanto como el que tuvo cuando era niña, con aquellos bucles).

Y con aquella edad tan corta, él único recuerdo que guardé de Plaza Sésamo fue “la naranja que canta”:

Una gran producción de un programa que te enseñaba a contar, a distinguir los colores y a conservar a los amigos. Google ha conmemorado el aniversario de este programa milenario poniendo diversos personajes en su página de inicio. Ayer me tocó ver al Monstruo Comegalletas. Hoy están Beto y Enrique (Epi y Blas en España. Con perdón, me gusta más Beto y Enrique. Son como más formales. =P )

Así que aprovecho el aniversario de esta gran aportación al mundo para compartir con el estimado a esta naranja tan simpática y tan memorable.

Un besito a los que tuvieron infancia. Dos a los que no. Tres a quienes, como a mí, me corrían del área de televisión porque iban a ver las telenovelas. =)