jueves, 30 de octubre de 2008

YO NO ME CAMBIO, PEEEROOO...

En general los anuncios de la tele son malos. Y no sólo eso, sino que a veces se convierten en una verdadera tortura, porque te los repiten un chingo en muy poco tiempo. Es como si vendieran el espacio al mayoreo y lo usara todo un solo anunciante.

El caso es que, dentro de toda esa horripitufancia publicitaria, a veces se encuentra uno con verdaderas obras de arte. Este no es el caso, pero este anuncio en particular me parece de lo más simpático. Desde la primera vez que lo vi me hizo gracia. Y ese día no supe qué anunciaban, pero a la siguiente vez que lo vi me fijé, porque el anuncio me gustó mucho. He aquí el derroche de creatividad de algunos:

miércoles, 29 de octubre de 2008

NO PEYE

Aquí llueve. Y luego llueve más. Y encima cae lluvia. De arriba. Llevo toda la semana intentando salir a sacar unas fotos y no hay manera!!! Primero abres la ventana para tantear la temperatura. Frío de cojones. Entonces te vistes con un millón y medio de trapos: bufanda, gorrito, guantes. Todo el kit. Luego preparas las cámaras. Que, para variar, tengo que trabajar con dos: La digital, por la tarea pendiente que tengo, y la analógica que acabo de comprar y que necesito probar. Y para eso hay que acabarse un rollo... Ya he tomado algunas fotos en casa, pero la casa no da para tanto. Y, por mucho que sea un rollo de prueba, me fastidia acabarmelo en fotos vacías. El caso es que, cuando por fin estás listo para salir, volteas a la ventana y ves que llueve a cántaros.

Te das por vencida, te quitas la mitad de la ropa que te habías puesto y te dedicas a otra cosa. Luego, al rato vuelves a ver un claro y un poco de sol. Pero después de varios intentos sabes que te volverá a pasar lo mismo: cuando estés listo para salir estará lloviendo a cántaros otra vez... :'(

A ver si el clima me da un poco de tregua, porque hoy mismo tengo que sacar el rollo de la cámara analógica para hacer unos ejercicios en blanco y negro. Y eso, sin la seguridad de que la cámara no tiene alguna filtración o error en el exposímetro o alguna otra cosa de la que no tenga yo conocimiento.

Qué dura la vida del fotógrafo aficionado!!! Un besito a los que están pasando frío. Dos a los que están calientitos, pa' que se apliquen y manden un poco de solete pa' cá.

jueves, 16 de octubre de 2008

LAS CUBANAS

Por preservar una identidad que me no parece necesario revelar, al tratarse de personas ajenas a mí, utilizaré pseudónimos para relatar esta historia. Digamos que la chica joven, menudita, se llama Sandra, y la otra cubana, cuya edad me es más difícil determinar porque es una mujer muy grande, se llama Lorena.

Lorena lleva poco tiempo en España. Se vino gracias a un contrato de trabajo que le hizo su hermana, quien tiene un bar en Llodio, y dejó a su niño de 4 años en Cuba. Lorena dice que casi nadie sabe dónde está Llodio. Que incluso conoció turistas españoles en Cuba y al decirles que venía a vivir a Llodio dijeron no saber en dónde está. Yo misma, sabía que está aquí cerca, pero no en dónde. Anoche Juanjo me aclaró que está más cerca de Bilbao que de Vitoria y que si vas a Bilbao por la autopista a Llodio ni lo ves.

Lorena tuvo una difícil adaptación sobre todo al principio. Dice que no hacía más que trabajar. Salían de casa a las 6 de la mañana para ir al bar a preparar los pintxos, porque lo abren a las 7:15. Cerraban un rato al mediodía y a las 6 de la tarde lo vuelven a abrir, hasta las 11 de la noche. Y así, día tras día. Y que ha sido muy duro por el cambio tan enorme comparado con la vida que llevaba en Cuba. Lorena allá era enfermera. Trabajaba en un hospital de 8 a 2 y tenía toda la tarde libre. Y, en general, sus días de trabajo eran de lo más tranquilos. Así que eso marcó un agobio importante al verse sometida a tan dura jornada diaria de trabajo.

Sandra coincidió con Lorena en eso. También relató que en Cuba llevaba una vida laboral más bien relajada. Sandrá también vino con un contrato de trabajo, pero para trabajar de "interna" en una casa. Tenía un novio que al final resultó ser un súper celoso enfermizo. La convenció de que usara la dirección que él tenía de correo electrónico para comunicarse con su familia en Cuba y, como es natural, él revisaba todos los mensajes que entraban y salían. Luego, empezó a echarle la bronca por un supuesto señor con el que ella tenía contacto en Cuba. Total, que un día la echó del piso y le dijo que sólo se podía llevar lo que había traído de cuba: una pequeña maletita y su bolso...

Al final, Sandra ha salido adelante. Tiene varios trabajos limpiando pisos y vive en un piso con otras dos mujeres: una francesa y una nigeriana. La nigeriana trabaja en un "club". Sí, es prostituta. Así que la ve muy poco, porque trabaja de noche y duerme casi todo el día. Dice que le debe 45 mil euros a su "chulo", a cuenta de haberla traído de Nigeria. A Sandra esa le parece una cantidad exagerada. Dice que tal vez la nigeriana se confunde al decirla en español, porque no lo habla muy bien.

Lorena está planeando su próximo viaje a Cuba. Aparentemente, tienen un tiempo límite para regresar antes de perder la nacionalidad cubana. Eso a mí me parece muy fuerte. No me hago a la idea de perder mi nacionalidad mexicana. Es como si mi país renegara de mí. ¿Y yo qué demonios le he hecho? ¿Abandonarlo a su suerte? Bueno, tampoco es que él últimamente se haya ocupado mucho de mí... Me parece que algunos países tienen un problema muy gordo de reciprocidad con su gente, y luego eso se convierte en un bucle interminable de círculos viciosos. Si yo pudiera, por supuesto que haría cosas por México. De hecho, si me hubiera visto obligada a volver eso es lo que hubiera hecho: luchar por mi país.

De lejos es un poco más difícil. Pero en parte por eso tengo este blog. Con suerte algún mexicano lo lea y agarre alguna buena idea para hacer mejor el día de alguna persona cercana, en lugar de poner todos sus empeños en actuar conforme su envidia, que lo impulsa a hacerle la vida de cuadritos a su compañero de trabajo porque lleva mejor vida que él, o porque gana más dinero haciendo menos cosas. O porque tiene una mujer buenorra y él no...

En fin. La situación de Cuba es muy distinta. Y las cubanas fueron muy agradables y cálidas, aunque no se hayan interesado en mí. Ojalá y les vaya bien en sus proyectos. Aunque en Cuba tenían una vida relativamente relajada, aquí han aprendido a trabajar y a luchar. Y a convivir con el frío.

Y me han regalado a mí una ventana indiscreta para asomarme un poco en el día a día de dos seres humanos anónimos, de esos que nadie conoce, de los que nadie habla y que a nadie interesan, excepto cuando cometen algún delito o cuando pasan a engrosar las estadísticas de la llamada "violencia de género".

Un día de trámites puede ser un gran día. La burocracia, sus filas y sus eternas esperas no siempre son tan malas. A veces te regalan un montón de pensamientos qué compartir con quienes quieran leerte. =)

Un besito para los que tienen que hacer trámites con largas filas. Dos a los que tienen todos sus papeles en regla. Y 3 a quienes no pueden pasar la Navidad con sus seres queridos. A mí, mi madre ya me regaló un día de trámites y su compañía en las próximas fiestas. Estoy más que cubierta. Gracias, mamá!!!

miércoles, 15 de octubre de 2008

EXTRANJERA ENTRE LOS EXTRANJEROS

Las leyes de reciprocidad entre países por lo visto han sido actualizadas y ahora los mexicanos ya no podemos cruzar el charco sin las agresiones que sufren el resto de los latinoamericanos. Ahora, para venir a España, nos obligan a presentar, entre otras cosas como comprobantes de los medios de vida y solvencia económica, las reservas de hotel o, en su defecto, la invitación de quien nos va a proporcionar alojamiento.

Y la invitación de las pelotas no es un papel cualquiera, no. Para hacerla es necesario presentar copia del pasaporte, del padrón familiar, de las escrituras de la vivienda o del contrato de renta, y comprobar los medios de vida. Y, además, copia del pasaporte del "invitado". Poco les falta para pedir un análisis coprológico y un cultivo de orina...

El caso es que hoy estuve tempranito en la delegación de la Policía. Había ahí ya como una veintena de extranjeros, la mayoría árabes o negros. Al llegar yo, la fila no estaba como muy definida, así que pregunté por el último. Y el último era una chica joven, cubana. Después de mí llegó otra mujer, también cubana. Hicimos buenas migas las 3. Pero ellas más. La segunda mujer se olió que la chica era cubana y por eso le sacó conversación. Y lo dijo así. Y la plática entre ellas fluía animadamente. Algún comentario hice yo, y se rieron. Pero a mí ni me preguntaron mi nombre ni me pidieron mi teléfono. Y el enterarse de que no trabajo yo creo que fue ya el acabose del empesose.

Al principio ellas empezaron a hacer recuento de los cubanos que cada una conoce que están aquí. Y a mí, cuando algún local me conoce, en seguida me quiere presentar al resto de mexicanos que conoce y que viven aquí. A lo mejor es que soy rara, pero si ya era yo incompatible con los mexicanos en mi propia tierra, ¿qué me hace pensar que aquí me voy a llevar mejor con ellos? NADA. Es por eso que no suelo andar buscando mexicanos, ni intentar contactar con ellos...

Al final, me aceptan mejor los locales que los propios extranjeros, sean del país que sean. Lo más curioso de todo es que volví a casa con una sensación de agobio y de tristeza muy honda. Creo que envolverme del ambiente de precariedad que reina en la condición extranjera no me hace ningún bien. Esa lucha constante por la supervivencia, por enviar dinero a los tuyos, por sobreponerse cada día al sacrificio de no ver a los tuyos y de no ver el sol y de pasar frío... Volví a casa con el chaleco colgado de "no soy de aquí. Soy inferior y tengo que luchar". Con aquel chaleco que en algún momento de mi largo estatus de "sin papeles" me colgaba del alma y de la conciencia, a la vez que me hacía traidora e incompatible con quienes compartían mi condición, porque mis orígenes en un país extranjero no son los mismos, ni mis motivos, ni mis ilusiones, y tampoco mis sacrificios.

Mis sacrificios los hice ANTES de venir a España. Mi sacrificio era estar en un lugar en el que no tenía vida social porque era demasiado diferente de quienes ahí vivían. Era estar lejos del hombre y del país que añoraba. El sacrificio para mí, terminó cuando consolidé mi relación con quien ahora es mi marido, y cuando por fin me quedó claro que mi hogar está aquí. Y ese hacer las cosas al revés me convierte en extranjera entre los extranjeros. Y a veces hasta en mi propio país.

Es triste nacer en un país que no es el tuyo. Y no es que me avergüence de ser mexicana. Al contrario. Me siento afortunada de serlo, porque a pesar de todo es un país encantador, colorido, con mucho sentido del humor y, a su manera, con mucha humanidad. Eso me hace feliz y orgullosa. Pero durante 28 años me fue imposible convertirme en parte del entorno.

Y así como es triste nacer en un país que no es el tuyo, me siento afortunada de haber en contrado un huequito feliz para mí en el mundo. Aunque de vez en cuando, aunque sea por unos minutos, me vuelva a colocar el chaleco ese de mil toneladas que cargamos todos los extranjeros en algún momento dado.

Hoy he dejado de ser extranjera. Lo que nunca dejaré de ser es mexicana y eso me llena de tranquilidad. =)

Un besito a todos los extranjeros. Dos a quienes nos tratan bien. Y tres a quienes tienen que luchar un montón por sobrevivir.

martes, 14 de octubre de 2008

UNIDADES

Aunque soy de extranjia, hace ya muchos años que se inventaron las "cajas rápidas". Esas escasas cajas que existen en algunos súpermercados grandes en las que se supone que, cuando traes pocas cosas, te vas a ellas para no tener que esperar a nadie que traiga el carrito lleno.

Desde que yo tengo uso de razón, las mencionadas cajas aceptan un máximo de 10 artículos. Y yo, al igual que otro señor con el que tuve contacto esta mañana, entendemos por 10 artículos 10 cosas, 10 objetos de compra. En el caso que hoy nos ocupa, el cartel concretamente dice "máximo 10 UNIDADES".

Cuando yo llegué a la susodicha caja, un viejito acababa de descargar un carrito. No traía demasiadas cosas, pero evidentemente había puesto ahí más de 10 artículos. La cajera los cuenta y le dice que son más de 10. Yo creo que el viejito ni siquiera se había dado cuenta de que era una caja de esas. Mucha gente no ve el susodicho cartel, que está colgado en lo alto de la misma. La verdad es que no es muy cantoso que digamos.

El caso es que el viejito terminó por resignarse y estaba disponiéndose a devolver las cosas a su carrito para pagar en otra caja, cuando otro viejito que estaba delante de mí le aclaró que llevaba MENOS de 10 artículos, ya que al llevar 2 ó más artículos iguales, éstos contaban como "una unidad". Entonces, la cajera va y le pregunta a otra cajera sobre el tema. Yo vi a la otra cajera señalar cosas, y supuse que le aclararía que cada cosa es una unidad. Sin embargo, el viejito que estaba detrás de mí (aparentemente por las mañanas son los viejitos quienes hacen la compra, ya que por lo visto estaba yo rodeada de ellos) empezó a alegar que no, que cada cosa cuenta como unidad, con lo que yo estaba de acuerdo. Y entonces el viejito de adelante le dice que no, que él y su mujer llevan años comprando ahí y que siempre les toman los artículos similares como unidad.

Yo argumenté, aunque con poco éxito, he de confesarlo, que la idea de esas cajas es que, quienes llevamos pocas cosas, no tengamos que esperar a que les cobren a quienes llevan el carrito lleno. Por lo tanto, la cosa de que artículos iguales forman una unidad, rompe un poco con la idea de esas cajas, ya que eso implicaría que yo podría llenar mi carrito de artículos similares y meterme por esa caja con toda la impunidad...

Pues el viejito que defendía la teoría de los artículos similares, clavado él, fue al Centro de Atención al Cliente y preguntó por el tema. Volvió y le alegó al viejito que estaba detrás de mí que fuera él a preguntar, que le acababan de confirmar que lo que él decía era lo cierto... Con lo cual, el viejito que estaba detrás de mí alegaba que entonces tienen que cambiar el cartel.

Pero yo voy más allá y digo que, entonces también tendrían que ponerse de acuerdo con los de Carrefour, que cada dos por tres ponen su promoción esa de "3 x 2" y aclaran: "Usted paga dos, y la tercera UNIDAD le sale grátis".

La gran conclusión es que me parece lamentable que, en el país cuna del español, la gente cada vez se comunica peor y saben menos de cómo se utiliza el idioma.

Un besito a quienes tienen problemas con las unidades. Dos a los que tienen problemas con el idioma. Esos sí que necesitan un chingo de ayuda. Que los aliens nos agarren confesados!!!