martes, 27 de marzo de 2007

VISITA A LOS MADRILES


Esto de vivir en Vitoria la vuelve a una pueblerina. En mi última visita a Madrid me di cuenta de que ya perdí la costumbre a muchas cosas: Al ruidajo de una gran ciudad, a los indigentes (aquí "sin techo"), a los pedigüeños y a que las farmacias tengan un horario más amplio. En mi primer día de paseo por la Gran Vía fue lo primero que noté: el ruido. No sé si es que mis oídos se han vuelto delicados, pero era verdaderamente molesto. Lo bueno es que se pasa pronto si te distraes viendo todos los enormes edificios que abundan en esta ciudad. A mí me siguen impresionando las grandes estatuas que adornan los tejados de algunos.

Como buena gran ciudad, también tiene sus espectáculos públicos gratuitos: una señora en la calle Preciados que, hincada en el suelo como si rezara a la Meca suplica a gritos que le den algo para comer, mientras alguno se apiada y le echa unas monedas mientras le dice que en la "comunidad" la pueden colocar, que vaya y pregunte. Me imagino que el señor no pasa por ahí muy seguido, porque a la señora la vi en sus "lamentos" todos los días. Yo, acostumbrada al modus vivendi tapatío, no doy ni una moneda a nadie.

Otra cosa chida de los grandes edificios son las vistas que hay desde ellos. Para prueba, la foto que engalana la coluCna de esta semana. La tomé mientras esperaba mi comida en la terraza del Corte Inglés de Callao. Al fondo se aprecian los tejados del Teatro Real y del Palacio Real más al fondo, a la derecha. Ese día hacía mucho viento y se oían unos ruidos muy feos allí arriba. Se anunciaba el temporal, mismo que me perdí en Vitoria, con la nevada más gorda de todo el año. Cuando volvimos sólo quedaba el cochinero que suele quedar tras la nieve.

En uno de mis periplos por la gran ciudad decidí vistar el Museo Thyssen. Me recorrí toda la colección habitual y, como de costumbre, me fijé en aquello que no es noticia; el cuadro que más me gustó no figura en ningún lado: ni en las guías, ni en los grandes catálogos (y mira que son dos librotes bien gordos!!!) ni en ningún souvenir. Esto me recordó aquella ocasión en que fui de ilustre representante de don Chema-muriá al University Club, en Guadalajara, a la inauguración de una exposición de una pintora, de temática rural. No sé si se les quedaría un cuadro de una exposición anterior o qué, el caso es que me recorrí toda la sala, que consistía básicamente en cuadritos de casitas rurales con inditos, con lluvia, sin lluvia, con plantitas. En fin. Con mucho colorido. Y al final de todo estaba un cuadro que no pegaba nada con la temática en cuestión: en un marco blanco (bastante feo, he de aclarar) estaba un cuadro azul que mostraba una bota vieja cortada de perfil por la mitad y pegada en el lienzo, con unos trozos de periódico, todo teñido de azul obscuro. No sé si es que tengo una gran fijación por los zapatos, el caso es que aquel cuadro me encantó y me quedé mirándolo a gusto, largo y tendido.

Nunca pensé que mi abstracción causaría ningún impacto, pero cuando salí de ella había un montón de gente a mi alrededor, admirando el mismo cuadro extraño, y haciendo caso omiso del resto de la colección. ¿?

En el Thyssen no me pasó lo mismo, afortunadamente. Sólo yo me enteré de que aquel "Desnudo No. 1" no figura en el consumismo de los visitantes de museos. Bueno yo y la señorita que atiende la caja de la tienda de souvenirs del museo. En cambio, el "Verde sobre Morado" sí que está!!! Y lo pensé cuando lo vi. Ya me temía que algo así iba a pasar. En cuanto empiezas a ver cosas de esas que dices "pos como que yo hago un cuadrito y vengo y lo cuelgo", malo. Para quienes no han entrado en el museo, les puedo decir que es un gran lienzo pintado de morado, con un gran cuadrado verde encima, un poco más pequeño que el cuadro general. Aparte de las agujetas de pintar un lienzo tan grande, y de la mezcla para obtener los susodichos colores, pos como que no le encuentro el arte, tú. ¡¡¡Seré analfabeta!!!

La semana se salvó con una visita al teatro: Los Productores me dejaron alucinada. No es que yo haya ido mucho al teatro, pero es lo mejor que he visto en mi vida. Un despliegue de medios alucinante y una clara firma de su autor, Mel Brooks, a lo largo de toda la obra. Don Santiago Segura, mejor conocido como "Torrente", no es que cante muy bien, la verdad. Pero sabe actuar y la obra, a pesar de ser larga, se pasa como agua. De esa noche rescatamos la foto que engalana la parte derecha de éste, su antro (sí, ya chole con la foto de la bufanda. Que ya la cambio, pues).

Aparte del frío que pasé, tanto dentro como fuera del hotel, no hay otra cosa qué destacar. Bueno, que al llegar a la habitación el primer día, corriendo para ir al baño (llevaba más de una hora queriendo ir y por evitar infecciones me esperé hasta llegar a la habitación del hotel), lo primero que veo al entrar son un par de maletas y un portafolios en la mesita. "Jony, dis sit is teiken", le dije a mi querido cónyuge. Agarré mis chivas tal cual entré con ellas y volví al pasillo. Él agarró el teléfono y llamó a recepción. Salió tras de mí y cerramos la puerta. A esperar que subieran a aclarar el desaguisado (menuda palabreja para describir algo que nada tiene que ver con comida), mientras los ojitos se me ponían cada vez más amarillos. Finalmente nos pusieron en otra habitación, en otra planta, de la que me pasé renegando hasta que nos cambiaron a la misma planta que la primera vez, porque no había manera de calentar esa habitación. Mal hotel. No repito y desrecomiendo. Tryp Menfis, pa'l que necesite saber. Al cabo la zona está llena de hoteles. Por probar malos no pararemos!!! Je je.

Un besiño y felices próximas vacaciones! Nosotros nos vamos a Galicia, a visitar a los amigos que quedaron de "LA SUERTE DE LA FEA".

1 Kalimotxos:

Anónimo dijo...

Lo del ruido de la Gran Vía es patológico y parece no tener arreglo. Lo del Thyssen, pues tampoco va a tener fácil arreglo, porque lo del arte está cada vez más complicado de entender. Sin embargo, lo del hotel, sí tiene arreglo. Con no volver a él y decir muy alto en todos los foros que encuentres lo mal que está, asunto concluido.
Lo que es una lástima es que no disfrutaras de Madrid. El buen tiempo es imprescindible para pasear Madrid. Con buena temperatura hubieras encontrado el Viaducto jejejejejeeje

Besos

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