sábado, 20 de diciembre de 2008

PELUQUERÍA: DEPORTE DE ALTO RIESGO

Hace ya muchos años que me veo obligada a teñirme el cabello, a causa de las canas, que de incipientes tienen lo que yo de súpermodelo. Que me tienen invadida, pues. Y, dentro de ese hartazgo del tinte de cada 3 semanas, de pronto me salió la vena rebelde y me lancé a la peluquería dispuesta a que me hicieran el cambio más estrafalario posible, siempre evitando colores que últimamente se ven por la calle como el verde, rosa, azul, violeta...

Es decir, mi estrafalariedaT, si se me permite el palabro, tiene un límite, que se reduce a "lo normalito". Pero en la peluquería casi nunca me hacen lo que yo quiero y esta vez no iba a ser la excepción. Al final salí con un color más o menos parecido a lo que ya traía y unas mechas que son bastante pispiretas. Salí contenta. Y eso que me aventé a las manos de los practicantes. Porque me digo: Si de todos modos rara vez salgo 100% contenta, por lo menos que me cueste menos y que no sea por culpa de "profesionales". Y la verdad es que no está mal la cosa.

Hace muchos años que voy a esa peluquería, que está detrás de la casa donde vivo. Incluso fue a la que acudí para que me arreglaran el día de mi boda. Pero hace ya varios meses que la convirtieron en peluquería escuela. Y entonces ahora siempre que voy a pedir algún servicio me preguntan: ¿con alumno o con monitor? La diferencia estriba principalmente en dos cosas: el tiempo que te atrapan en la peluquería, que casi se duplica, y lo que pagas por el servicio, que se reduce a la mitad o menos. Porque la monitora está ahí fiscalizando el trabajo y por supuesto que no te van a jorobar la cabellera.

Total, que en las más de 3 horas que pasé ahí para calmar mi sed de rebeldía observé a una mujer a la que también le hicieron un tinte. Ella eligió un color que era o rosa obscuro o rojo muy rosado. Cuando le estaban poniendo el tinte yo dije para mis adentros: "Madre mía!! Pero qué color!!! Es como color chicle!!!" Y cuando le estaban secando el cabello, efectivamente, aquello era como color chicle de esos que atrapan la atención de los niños por su color encendido.

La mujer en un principio me había llamado la atención por su voz. Tiene una voz muy ronca, que pensé que era de un viejito. Y volteé hacia donde estaba ella porque no recordaba yo haber visto entrar a ningún viejito. Pos no. Era una ñora...

Luego ya, en el aburrimiento de haber permanecido ahí sentada durante más de 3 horas, la estudié con más detenimiento. La mujer era verdaderamente poco agraciada. Y entonces caí en la cuenta de las libertades que disfrutan ese tipo de personas. Porque si ves a una mujer guapísima poniéndose semejante color de cabello, en seguida piensas: "Pero criatura, qué te has hecho??? Con lo bonita que eres!!! ¿Qué necesidad tienes tú de hacerte esas cosas?". Luego, claro, con alguien que no destaca precisamente por la armonía de su rostro, pues no tiene nada qué perder, se haga lo que se haga. Esas personas disfrutan de la libertad de experimentar a gusto con su cuerpo y hacer todo tipo de locuras, porque no tienen nada qué perder. Yo diría que incluso es una buena manera de ocultar su peculiaridad, porque si te fijas en el cabello tan escandaloso, lo de verles la cara pierde importancia. Es una manera de llevar la atención del próximo a otro punto de tu anatomía que no tiene nada qué ver con "lo que Dios te dio", sino con lo que tú elegiste.

Y entonces me produjo una gran tranquilidad saber que, si algún día por cualquier cosa llego a ser verdaderamente fea, siempre tendré la tranqulidad de especular con mi cabello e ir por la calle escandalizando por el trabajo de la peluquería en lugar de por mi anatomía. Con lo que a mí me gusta escandalizar!!!

La gente bonita es agradable de ver. Pero para alguien "noramalito", como yo, los poco agraciados son necesarios y hasta de agradecerse. Porque siempre me suben el ánimo, la moral y hasta las tetas. Precisamente, mientras me elaboraban tan lento trabajo estaba leyendo una novela que va sobre una mujer con sobrepeso y todo lo que sufre por lo fea que se siente. Y mi mente reflexionó sobre lo que la belleza quita en algunas personas. Mientras que los feos y los normalitos casi siempre nos vemos obligados a fortalecer y cultivar otros aspectos de la personalidad, como la inteligencia, la simpatía y otras destrezas, los guapos muchas veces se sientan en sus laureles y resultan ser personas inútiles y sin gracia. Bonitos de ver, pero nomás. Y es en esos momentos de reflexión cuando veo que la vida ha sido sabia conmigo y me ha dado un poco de todo. Y me alegro por ello. Porque puedo experimentar a gusto con mi cabello, no tengo la responsabilidad de mantenerme siempre guapa, ni tampoco la cruz encima de andar escondiendo mis desgracias.

Igual resulta que soy horrible y estoy súperdesubicada. Pero en mi mundito particular soy normalita, invisible y, sobre todo, muy cómoda.

4 Kalimotxos:

Escale dijo...

Y además del color de cabello.. como dijo alguna vez un sabio shamán: "Nunca te pelees con un feo... no tiene nada qué perder!"

Anónimo dijo...

Jajaja... me ha encantado la teoría de la señora fea... es cierto. Quizá un día me tiña de rosa...
¿No te pasa que cuando acaban de cortarte el pelo, tras sugerir "dos dedos para las puntas", ves el destrozo y a tu peluquero diciendo "qué, ¿te gusta?...mientras sonríe?
¡Pero peazo cab***, me da igual que me guste o no, si ya no tiene solución! No sabes si llorar o qué...
Eso, y que cuando sales con la cabeza "en plan seta" te encuentras a todos los conocidos posibles, esos que no ves en años...
Es peligroso lo de ir a la peluquería. Deberían catalogarlo como deporte de alto riesgo.
¡Feliz Navidad, Ivenna!

Mexiñol dijo...

La verdad que las mujeres lo teneis crudo con los peluqueros, nunca quedais a gusto al 100%.
En cuanto a lo de los feos, pues que decir, tambien habemos guapos que no semos tan burros y con un poco de inteligiliencia ;)

Anónimo dijo...

Jeje, genial el articulo Ivenna! Que razon tienes, yo siempre he dicho que a mi un hombre me atrae cuando es sonriente y simpatico, esos que tienen algo. Guapo o no. La guapura viene despues :o)

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