Hoy hace 33 años que dejé de fastidiar con la cantaleta de “¿Y cuándo nace mi hermanito? ¿Ya mero llega mi hermanito?”. A partir de ese momento, el fastidiado fuiste tú, que tuviste que soportar una hermana encimosa y demasiado cariñosa que no tenía ojos para otra cosa.
No sé de ninguna otra relación fraternal como la nuestra, tan invadida de cariño, de afinidad, de solidaridad y de ayuda mutua verdaderamente desinteresada. Y, desde la distancia, en un día tan especial y tan grandioso, después de 7 años y sin ser millonaria, es difícil lucirse con un regalo.
Así que simplemente te recuerdo y te reitero, que eres la persona más importante de mi vida, al lado de aquél con quien comparto mis días, que te sigo queriendo todo lo que es posible querer a un hermano, y que espero que pases el mejor de los cumpleaños.
Tu hermana que te adora, desde el futuro, =P
Ana.
P.D. Estas son las mañanitas que cantaba el rey David…
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